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Descubrimos la República Checa, más allá de Praga

Destinos

Su capital es tan bella que en ocasiones eclipsa a cuantos pueblos y ciudades la rodean

Vista de Cesky Krumlov a través de una ventana

iremtastan / Getty Images/iStockphoto

Praga se ha convertido por méritos propios en una de las ciudades más atractivas de Europa. Destino habitual de un city break, su belleza ha eclipsado injustamente a los pueblos y ciudades situados a su alrededor.

Pese a su reducida extensión, más allá de la capital, la República Checa es un auténtico país de cuento de hadas. Repleto de localidades históricas, castillos románticos, hermosos balnearios y espectaculares paisajes naturales, cuenta con un buen número de sitios reconocidos por la Unesco como patrimonio de la Humanidad. Descubrirlos se convierte en toda una aventura.

Elegir los mejores rincones de este enclave centroeuropeo no es fácil. Más allá de Praga, nosotros hemos optados por estos siete. ¿Nos acompañas?

Cesky Krumlov

Vista aérea de Vista de Cesky Krumlov

DaLiu / Getty Images/iStockphoto

Situada en la región de la Bohemia del Sur, cerca de la frontera con Austria, algunos la consideran la ciudad más hermosa de la República Checa. Sus elegantes casas de colores, un espectacular casco antiguo medieval, edificaciones góticas, renacentistas, y barrocas, un inmenso castillo y un sinuoso meandro del río Moldavia son algunas de las numerosas sorpresas que depara Cesky Krumlov.

Aunque cualquier época del año es buena para visitar esta localidad de poco más de 13.000 habitantes, lo cierto es que en verano sus callejuelas se llenan de turistas y de aficionados a la música atraídos por su reconocido festival internacional, que este año tendrá lugar entre el 20 de julio y el 11 de agosto.

Karlovy Vary

Karlovy Vary en primavera

anouchka / Getty Images/iStockphoto

Rodeado del romántico paisaje de los Montes Metálicos que separan Alemania de la República Checa, encontramos la majestuosa ciudad balnearia de Karlovy Vary. Refugio de genios como Beethoven, Freud o Goethe, resulta un destino perfecto para una escapada relajante, entre aguas termales, masajes y paseos entre columnatas y edificios señoriales.

Cuenta con 13 fuentes medicinales e infinidad de balnearios, algunos de ellos tan célebres como el Grandhotel Pupp, considerado uno de los más lujosos del mundo. Alojarse en él o en algún otro establecimiento de la localidad es un auténtico placer -como ya descubrieron sus habitantes hace más de 600 años-, ideal para olvidarse del estrés y recargar pilas.

Pilsen

La Gran Sinagoga de Pilsen, República Checa

hypotekyfidler / Getty Images

Aunque ostentó la capitalidad cultural de Europa de 2015, lo cierto es que la localidad suele ser más conocida por su archifamosa cerveza. Y es que la Pilsen, elaborada en la ciudad desde mediados del siglo XIX, ha conquistado al mundo. Los turistas pueden realizar un tour por el Museo de la Cerveza o degustar la famosa rubia en alguno de sus múltiples locales.

Más allá de la famosa bebida, entre los iconos de Pilsen destacan la Gran Sinagoga, la segunda más grande del Viejo Continente y la catedral de San Bartolomé, que puede presumir de tener la torre más alta del país.

Brno

Imagen nocturna de la catedral de Brno

LukinBrno / Getty Images/iStockphoto

Construcciones de estilo gótico, barroco, modernistas y funcionalistas -con la villa Tugendhat, proyectada por Mies van der Rohe, como máximo exponente- conviven armónicamente en la segunda ciudad más grande del país, situada a 200 kilómetros al sureste de Praga.

La catedral de San Pedro y San Pablo, el castillo Spilberk, el famoso osario situado bajo la plaza de San Jaime -considerado el segundo más grande del continente tras las catacumbas romanas-, su ambiente juvenil, propiciado por los miles de estudiantes que llenan sus universidades, y sus numerosos bares en los que degustar la famosa cerveza checa, invitan a visitar Brno.

Olomouc

Columna de la Santísima Trinidad de Olomouc

traveler1116 / Getty Images

Prácticamente desconocida por el turismo internacional, lo cierto es que Olomouc, una ciudad moldava de alrededor de 100.000 habitantes, cuenta con algún auténtico tesoro, como la Columna de la Santísima Trinidad, declarada patrimonio de la humanidad. Obra maestra del barroco checo, la obra, que alcanza los 35 metros de altura, fue construida en 1740 tras superar una epidemia de peste.

Además de la columna, la ciudad también presume de un sus fuentes y de su hermoso reloj astronómico, aunque no podemos olvidar tampoco sus iglesias y sus sorprendentes restaurantes.

Mikulov

Vista panorámica del castillo medieval y el centro histórico de Mikulov

Machacekcz / Getty Images/iStockphoto

Enclavada en una hermosa región vinícola del sur de Chequia, Mikulov es un pequeño pueblo que apenas alcanza los 7.000 habitantes. A pesar de su tamaño, cuenta con numerosos monumentos históricos, entre los que, sin duda, sobresale su hermoso castillo. Y es que su situación estratégica en la ruta del ámbar, la convirtió en la edad media en una localidad realmente importante.

Visitar la zona y no detenerse en Mikulov sería un grave error. Se impone pasear en bicicleta, visitar sus bodegas, acercarse hasta el castillo, y, por supuesto, pasear por el centro histórico.

Bohemia Suiza

Arco de Pravcicka, en la Bohemia Suiza (República Checa)

subtik / Getty Images

La naturaleza protagoniza la última propuesta: el parque nacional de la Suiza de Bohemia, un entorno de paisajes de bosques de pinos, valles, barrancos y espectaculares formaciones rocosas en la frontera norte con el estado alemán de Sajonia.

Uno de los puntos más emblemáticos de este espacio natural es el arco de Pravcicka -el mayor arco de arenisca natural del continente-, que muchos reconocerán por aparecer en una escena de la película Narnia. La formación, de 27 metros de envergadura, se eleva hasta los 21 metros de altura. La zona es ideal para la práctica del senderismo, algo que atrae a aficionados a este deporte, que descubren no sin sorpresa pequeños pueblos de casas de madera.

Si has llegado hasta aquí, es probable que lo hayas hecho pensando en complementar un viaje con Praga en el punto de mira. Si es así, probablemente tendrás muy claro los imprescindibles al visitar la capital: pasear por el casco antiguo, visitar el castillo o la plaza de la Ciudad Vieja, el Ayuntamiento o cruzar el Puente de Carlos.

Vista panorámica del puente de Carlos de Praga

narvikk / Getty Images