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Guía básica para viajar en autocaravana

Piérdete

Te presentamos unos cuantos consejos para empezar con buen pie en esta filosofía aventurera

Las 5 autocaravanas con la mejor relación calidad-precio

Autocaravana viajando en solitario por una carretera

cookelma / Getty Images/iStockphoto

Hay muchas formas de explorar el mundo, desde cargar una mochila gigante haciendo autostop y rezar para que no se pare un loco, hasta dejarte todos tus ahorros en un hotel de lujo y bañarte con caviar. Sin embargo, no sabemos si es por el éxito de ‘Breaking Bad’ o ‘Los padres de ella’ que cada vez es más habitual ver a gente viajar en autocaravana.

Si tú también estás pensando en embarcarte en esta doctrina de libertad e improvisación, siempre y cuando no quieras montar un laboratorio de metanfetamina o un búnker de vigilancia, deberás tener en cuenta una serie de factores.

‘No caravan, no party’

Hilera de nuevas autocaravanas aparcadas en batería

deepblue4you / Getty Images

Antes que nada, tendrás que conseguir una preciosa autocaravana, pero te surgirán ciertas dudas sobre si es mejor comprarla o alquilarla. No obstante, si no tienes ningún amigo que te deje la suya y no estás convencido si te va a gustar este mundillo, es más sensato tirar de renting.

El precio por día ronda los 100-200 euros, más unos 600 de fianza, y algunas agencias te piden un mínimo de días de alquiler. Ahora bien, si lo pruebas y te gusta la experiencia, algunos establecimientos aceptan el coste de alquiler como pago a cuenta en caso que decidas comprar ese mismo vehículo.

Vista interior de una autocaravana de lujo

GaryAlvis / Getty Images

Si sabes que el autocaravaning es lo tuyo, es mejor que compres directamente la casa con ruedas que más te guste. El precio de una recién salida de fábrica va desde los 30.000 euros hasta el salario semanal de Leo Messi, y de segunda mano -con ruedas y volante- por menos de 10.000 euros no la vas a encontrar.

Además, tienes que contar el coste del seguro -unos 1.000 euros- y el mantenimiento (aceite, filtros, ruedas, alguna reparación puntual), mejor reservarse unos 300 euros al año. ¡Ah, y no te olvides del parking! Supongo que no serás un insensato y querrás aparcarla en la calle con el gasto que conlleva. Súmale unas monedillas más.

Por cierto, el permiso para conducir una autocaravana dependerá de su peso: el B es suficiente para un peso menor o igual a 3.500 kilos, mientras que el C1 es necesario si se supera esa carga.

Planificar la ruta

Viajero mirando el mapa en la autocaravana

swissmediavision / Getty Images/iStockphoto

La organización del viaje no tiene mucho misterio porque no es necesario planear casi nada. Debes tener en cuenta su duración, no es lo mismo una escapada de un fin de semana que un mes entero o una larga temporada, y también es recomendable mirar con detalle las paradas técnicas en áreas de servicio. Estas son clave para repostar la gasolina y el agua, e incluso para pasar la noche. La periodicidad de estas pausas dependerá del número de pasajeros y de la capacidad de cada vehículo.

La mayoría de las áreas de servicio suelen ser municipales y de uso gratuito, pero también hay áreas privadas y espacios habilitados en los campings que se pueden utilizar previo pago. Podrás encontrar todos estos estacionamientos en portales como areasAC -para España- y Camper Contact -para Europa-.

Área de servicio de una autopista alemana

ollo / Getty Images/iStockphoto

Si te preocupa tu bolsillo, deberás considerar la existencia o no de peajes en las autopistas que transitarás. En algunas rutas, el coste total de los peajes puede ser muy notable, como en Francia, donde su sistema establece un recargo de un 50% sobre la tarifa normal a los vehículos que superen los dos metros de altura.

Por su situación geográfica es inevitable pasar por este país vecino si viajamos hacia el norte, así que haremos bien en buscar vías alternativas. Para conocer sus peajes e itinerarios de pago podéis consultar la web de la sociedad francesa de autopistas.

Autocaravana aparcada en medio de los montes Tatras, Polonia

ewg3D / Getty Images/iStockphoto

En cambio, otros países como Suiza, Austria, Hungría, Eslovaquia o la República Checa tienen un sistema de pago mediante una viñeta que podrás comprar en la misma frontera y te permitirá viajar sin limitaciones. No te intentes escaquear porque la multa por no llevar la pegatina pegada en el parabrisas te va a costar tres riñones, un ojo y súmale un pie por si acaso.

Afortunadamente no todos los países de Europa cobran por utilizar su red de autopistas. Bélgica, Holanda, Alemania, Irlanda, Reino Unido, Dinamarca o Suecia como mucho te exigirán que saludes por la ventana con una sonrisa. Sin embargo, eso no significa que, en ciertos puentes o puntos concretos de la red, no haya que pagar un peaje.

Hacer aguas

Autocaravana destrozada y abandonada

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Las autocaravanas tienen la gran ventaja de tener todo tipo de comodidades: cocina, cama, calefacción, sofá, ducha, un buen retrete... Sin embargo, alguno de estos elementos no serían funcionales sin un depósito de agua. Es primordial gestionarla bien para que no se te acabe cuando más la necesites. El tanque tiene la capacidad para hacer vida normal durante dos días. Podemos aprovechar las áreas de servicio o las gasolineras para rellenar el recipiente y es recomendable llevar una manguera y adaptadores para diferentes tipos de grifos.

El lado menos encantador del autocaravaning es limpiar y vaciar el depósito en las áreas habilitadas, que se encuentran ubicadas en pueblos y campings. Estas no siempre se encuentran fácilmente, y a veces, debemos recurrir a otras soluciones. Las aguas grises, que provienen de la ducha y el fregadero, se pueden verter perfectamente en una alcantarilla. Para las aguas negras -aunque serán marrones- es más delicado, pero las podremos vaciar (con cuidado) en el baño de una gasolinera.

Autocaravana de lujo repostando en una gasolinera

njpPhoto / Getty Images

Otro consejo para solucionar cualquier imprevisto, es llevarte una serie de accesorios que seguro te ayudarán en algún momento del viaje. Por ejemplo, un par de bombonas azules de toda la vida, son vitales para tener gas en tu casa motorizada. Y hablando de energía, te irá bien un alargador de 25 metros con protección térmica y un adaptador de schuko a cee, para cuando te instales en un camping. Por cierto, si vas al extranjero, no olvides un juego de adaptadores de enchufe.

Aunque parezca inverosímil, hay autocaravanas que no traen rueda de repuesto, así que asegúrate de llevar una por si sufres un pinchazo. Por este mismo motivo, y si estás perdido por la montaña, aún más, tendrás que tener un gato hidráulico a mano y una llave de cruz, por si tienes que poner a prueba tus habilidades de mecánica.

El pernoctar no se va acabar

Autocaravana aparcada debajo de un cielo estrellado

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Una de las cuestiones más importantes es donde estacionar y pasar la noche en nuestra majestuosa autocaravana. Si solo queremos aparcar, nos regiremos a las normas de tráfico, ya que somos un vehículo como cualquiera aunque estemos dentro friendo croquetas. Si no la dejamos en un camping, lo más recomendable es situarla en un aparcamiento a las afueras de la ciudad, y luego movernos en transporte público para hacer el guiri por el centro. Normalmente, en los cascos urbanos no dejan circular automóviles de este tamaño.

Si nuestra intención es acampar, poner el toldo con las sillas y la mesa plegable, y tocar el ukelele, tendremos que dejarla en zonas autorizadas. Y a no ser que estemos perdidos por el desierto o la montaña, los campings suelen ser la mejor opción por espacio, por seguridad y porque tienes baños comunitarios (eso que te ahorras).

¿Y a dónde voy?

Paisaje precioso de los fiordos de Geiranger, Noruega

cookelma / Getty Images/iStockphoto

Tener una motorhome tiene la gran ventaja de que puedes ir donde te plazca y sin horarios. Eso es lo que engancha de este universo campista. Lo que sí es cierto es que hay una serie de destinos que son dignos de ver una vez en la vida. Uno de ellos es Noruega,el país nórdico ofrece unos paisajes espectaculares, con carreteras que cruzan los famosos fiordos que te dejarán boquiabierto. Además, esta lleno de espacios habilitados para viajeros con todo tipo de servicios y necesidades básicas.

Otro lugar que no puede faltar en la lista es Francia. Si no te importa pagar sus caros peajes, tendrás infinitos pueblos y ciudades salvaguardados por castillos (châteauxs) sensacionales. La ruta del Valle del Loira es una de las favoritas para tastar los encantos galos.

Castillo de Chambord del Valle del Loira, Francia

JoseIgnacioSoto / Getty Images

Alemania es otro de los países leales al autocaravaning. Recorrer la Selva Negra es una de las mejores rutas que puedes hacer, tanto en marcha como andando. Tiene buenas zonas para aparcar cerca de pueblos históricos y aislados del resto del mundo. ¡Pobre de ti que se te olvide visitar el castillo de Hohenzollern!

Y si estás harto de Europa y quieres visitar otros continentes, Australia, Estados Unidos (Ruta 66) y Nueva Zelanda son lugares con extensiones enormes, con carreteras infinitas y panorámicas muy diversas que te harán sentir un auténtico nómada contemporáneo. Estos tres paraísos camperos están perfectamente adaptados para realizarlos en autocaravana.

Así que ya sabes, si quieres saborear otra manera de viajar por el mundo, una autocaravana salvaje te estará esperando. Prepara unos buenos tápers, despídete de tus padres y pruébalo antes que sea too mainstream.

Camper recorriendo el suroeste de Estados Unidos en Monument Valley Tribal Park

YinYang / Getty Images/iStockphoto