Loading...

Resuenan los tambores de Calanda: llega la ‘Rompida de la hora’

El Teruel de Buñuel

El estruendo provocado por cientos de tambores tocando al unísono es la seña de identidad de esta pequeña localidad

El primer mazazo en el bombo de Calanda da comienzo a la Rompida

vickyperea-Instagram

Luis Buñuel decía que bastaba con poner la mano sobre una de las paredes del pueblo para sentir las vibraciones que agitaban las casas provocadas por la ‘Rompida de la hora’. Cien años después, la tradición sigue más viva que nunca, ya que cada año se suman a este acontecimiento más personas que quieren experimentar la magia de los tambores de Calanda durante la Semana Santa.

Cada Viernes Santo a las 12 del mediodía cientos de personas se reúnen en torno a la plaza Mayor de esta localidad del Bajo Aragón esperando el momento exacto en el que el reloj dé la última campanada para empezar a golpear bombos, tambores y timbales.

Vista aérea de la ‘Rompida de la hora’ en Calanda

Ayuntamiento de Calanda

La tamborrada dura hasta las dos de la tarde del día siguiente y, según los calandinos, no hay ningún momento en el que el pueblo quede en silencio. No es raro ver las manos magulladas, con heridas y sangre de los participantes después de una jornada entera tocando.

Cada año un personaje conocido se encarga de romper el silencio que se apodera de la plaza. Actores, políticos y cineastas nacionales e internacionales (Geraldine Chaplin) han sido los responsables de dar el primer mazazo al bombo situado frente a la casa del cineasta español, Luis Buñuel.

Un ruido tan intenso que derrumba balcones

De un silencio absoluto instantes antes de las 12 se pasa a un estruendo que se apodera del pueblo y sus alrededores. Cientos de almas tocando al unísono con una pasión desbordada han producido incluso desperfectos en Calanda. La fuerza con la que golpean los tambores y bombos es tan brutal, que sus vibraciones han derrumbado balcones.

Efectos colaterales que no parecen desanimar a ninguno de sus seguidores, como Julio Navarro, que cuenta orgulloso que ya lleva 53- de sus 54 años- tocando. Sin embargo, la edad también se nota y asegura que ya no puede quedarse toda la noche tocando como hacía cuando tenía 20 años. Eso sí, le sigue apasionando como el primer día, afirmando: “siento que me hierve la sangre, hay algo especial en la rompida. Es un momento en el que te acuerdas de tus padres y abuelos, que ya lo hacían entonces”.

Siento que me hierve la sangre. Te acuerdas de tus padres y abuelos, que ya lo hacían entonces”

Julio NavarroCalandino

Aunque la tamborrada tenga un origen religioso, los motivos pueden ir más allá del cristianismo, ya que la plaza se llena de todo tipo de personas, unas lo hacen por devoción y otras por tradición.

La pasión por los tambores de Luis Buñuel

El director de Un perro andaluz nació en esta pequeña localidad que ahora cuenta con alrededor de 3.900 habitantes. No sólo fue su lugar de nacimiento, sino que siempre estuvo muy ligado a Calanda, especialmente, a los tambores.

Luis Buñuel en Calanda

semanasantaencalanda.com

Incluso tras su traslado a París, volvía a su pueblo durante la Semana Santa para romper la hora con sus familiares y amigos. Aunque, según sus propias palabras se consideraba “ateo, gracias a Dios”, es un hecho que los tambores han estado presentes en su vida personal y profesional.

Como explica la profesora de Historia del Cine en la Universidad de Zaragoza e investigadora en Buñuel, Amparo Martínez, “los tambores los integra en sus películas como un redoble de conciencia. Cuando los personajes se ven en un tipo de dilema moral, suena este sonido inconfundible”. Esto se puede observar en títulos como La edad de oro, Nazarín o Simón del desierto.

Su hijo, Juan Luis Buñuel, que también siguió sus pasos como cineasta, capturó la Calanda en Semana Santa de los años 60 en su documental Calanda, un homenaje a la tierra de su padre y a su pasión, los tambores.

Luis Buñuel volvía a Calanda en Semana Santa para tocar el tambor. Símbolo que incorporó a sus películas”