La aventura de llegar a Machu Picchu por el Camino Inca
‘Mi vuelta al mundo’
Todo lo que necesitas saber para seguir los pasos de los incas hasta su ciudad perdida
El imperio inca fue uno de los más grandes e importantes de América. A pesar de su fugacidad -duró apenas un siglo- llegó a abarcar casi dos millones de kilómetros cuadrados, desde Colombia hasta Chile, pasando por Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina.
Una de las claves que favorecieron una expansión tan exponencial fue su extensa red de caminos, conocidos como “Camino del Inca”, que unían las ciudades principales con la capital del imperio: Cuzco.
Hoy es posible recorrer su tramo más famoso, el que conduce hasta la inexpugnable ciudad perdida: Machu Picchu. No hay mejor forma de llegar hasta estas extraordinarias ruinas incas que recorriendo 43 kilómetros a través de la cordillera de los Andes. Durante los cuatro días que dura la aventura, los privilegiados caminarán por estos caminos empedrados hace siglos rodeados de bosques, ríos, montañas y ruinas incas.
Fundamental: la reserva
Pero para poder vivir esta aventura con éxito, es fundamental seguir escrupulosamente una serie de pasos. Y el primero de todos es reservar la excursión, algo que ya de por sí comporta numerosas complejidades:
1- LA ANTELACIÓN
Para intentar preservar el estado del camino, el acceso diario está restringido a un máximo de 500 personas, de los cuales más de la mitad son guías y portadores. La demanda es altísima, así que es necesario hacer la reserva con una antelación de entre seis y 12 meses.
2- EL OPERADOR
La excursión no puede realizarse por libre; es obligatorio contratar una de las agencias autorizadas. Hay una gran variedad de opciones, y aunque los precios son elevados, hay muchas otras variables a tener en cuenta como el tamaño del grupo, las condiciones de trabajo de los porteadores o la calidad del guía, de la comida, del equipo y de los campamentos. Así que es importante optar por un operador que ofrezca máximas garantías, como Aventours-Ecoinka.
3- LAS FECHAS
El Camino Inca está abierto todo el año excepto en febrero, temporada de lluvias en las que aprovechan para realizar los trabajos de mantenimiento. La temporada alta va de junio y agosto; son los meses más secos, pero también los que tienen mayor demanda, así que los meses anteriores y posteriores son una opción a tener muy en cuenta.
Los preparativos
Una vez hecha la reserva, el próximo paso es pensar en los preparativos.
1- EL ESTADO DE FORMA
El trayecto está compuesto por cuatro etapas de 12, 11, 16 y cuatro kilómetros a recorrer en cuatro días. Algunos tramos cuentan con un fuerte desnivel y muchos escalones, así que conviene haber entrenado.
2- LA ROPA
Unas buenas zapatillas o botas de montaña impermeables, una capa de lluvia, ropa interior térmica o prendas técnicas para distintas temperaturas son básicas para ir bien preparado.
3- LA MOCHILLA
A menos que se contrate a un porteador que cargue con la mochila, hay que medir cada gramo que se incluya en ella. En los momentos más duros del trayecto se deseará siempre haber optado por una mochila más ligera. Hay que llevar solo aquello que sea estrictamente necesario, entre lo que no puede faltar la linterna, el protector solar o la cantimplora.
Tras el frío, la lluvia y el esfuerzo, el Camino Inca termina con una gran recompensa: llegar a Machu Picchu a primera hora de la mañana para ver como la ciudad perdida de los Andes recibe los primeros rayos de sol.