Viajes para disfrutar como nunca del mundo animal

La elección de un destino viene determinado por la época del año en la que hemos programado el viaje, el presupuesto, el tiempo disponible, la compañía y, lo más importante, por los intereses de cada uno: cultura, ocio, deporte, relax, motivaciones científicas... o pasión por los animales. Si este es tu caso, te presentamos algunas propuestas que te permitirán disfrutar como nunca del mundo animal.

Chengdú (China), paraíso de los osos panda

Si existe un animal que, a pesar de sus dimensiones, despierta grandes dosis de ternura es el oso panda y conocerlo de cerca se ha convertido en una atracción para miles de turistas que cada año viajan hasta Chengdú, una localidad china situada al sudoeste del país. En ella encontramos el Centro de Conservación de Osos Pandas Gigantes, un parque natural en el que habitan estos animales en peligro de extinción.

El centro, que desde que abrió sus puertas en 1995 ha conseguido frenar el descenso del número de ejemplares, es una oportunidad increíble para ver cómo viven. Si lo deseas, podrás también fotografiarte con ellos y visitar el museo, que expone todo tipo de objetos y pinturas relacionados con el oso panda.

Nairobi (Kenia): jirafas en casa

¿Te imaginas despertar por la mañana ante la atenta mirada de una jirafa? Aunque te resulte increíble, es posible, y el lugar tiene un nombre: hotel Giraffe Manor de Langata. Se trata de un espectacular establecimiento integrado en el Giraffe Center, un centro dedicado a la conservación de la jirafa de Rothschild, situado cerca de la capital keniata.

El parque, creado a principios de los años 80 del siglo pasado, tiene como objetivo proteger esta especie amenazada que sólo se halla en las praderas del este de África. En él, las jirafas tienen vía libre, por lo que si te hospedas en el hotel, podrás disfrutar de su compañía en cualquier rincón y aprovechar la ocasión para fotografiarlas en distintas situaciones.

Komodo (Indonesia), isla de dragones

Considerado una de las siete maravillas naturales del mundo, el parque nacional de Komodo es un auténtico paraíso en el que los dragones son los auténticos reyes. Situado en un archipiélago de las islas menores de Sonda, fue fundado en 1980 para proteger a sus lagartos -conocidos como dragones de Komodo-, que pueden llegar a superar los tres metros de longitud y los 80 kilos de peso.

En la actualidad, el parque engloba las islas de Komodo, Rinca y Padar, y sus célebres habitantes, supervivientes de los lagartos gigantes de Australia, atraen la atención de viajeros de todo el mundo, que se acercan hasta este diminuto rincón de Indonesia, declarado Patrimonio de la Humanidad, para ver de cerca estas criaturas impactantes.

Big Major Cay (Bahamas): exóticos baños... con cerdos

Aunque a la mayoría les pueda sonar como mínimo extraño, Big Major Cay, una exótica isla caribeña, ofrece la posibilidad de bañarse con cerdos. Y es que estos últimos años, los cochinos que habitan el lugar se han acostumbrado a acercarse chapoteando a los yates que fondean en las cristalinas aguas de las Bahamas para comerse cualquier tipo de alimento que encuentran.

La circunstancia ha sido aprovechada por la oficina turística local para invitar a los foráneos a darse un chapuzón con estos mamíferos en la ya denominada “isla de los cerdos”, propuesta que, paradójicamente, ha sido acogida con gran éxito. Entre los famosos que han publicado imágenes de su particular baño entre puercos, destaca la modelo y actriz rusa Irina Shayk.

Parque Kruger (Sudáfrica), hábitat de los ‘big five’

Una de las reservas más impresionantes no solo de África, sino también del mundo es el Parque nacional Kruger, que cuenta con una increíble fauna entre la que destacan 147 especies de mamíferos protegidos. Desde 1960, este vasto territorio de 19.000 km2 situado al noreste de Sudáfrica, es un hábitat más seguro para animales hasta el momento amenazados por las cacerías indiscriminadas.

En el Kruger encontrarás el escenario ideal para disfrutar de un espectacular safari fotográfico, ya que en él es posible ver los conocidos como big five, es decir, leones, leopardos, elefantes, búfalos africanos y rinocerontes.

Aldabra (Seychelles), santuario de las tortugas gigantes

Además de playas de arenas blancas y aguas cristalinas, Seychelles cuenta entre sus tesoros con un atolón cuya riqueza estriba en su fauna única: se trata de Aldabra, el mayor santuario de tortugas gigantes del mundo (cuenta con más de 150.000 ejemplares). Su situación geográfica, en pleno Índico, la ha mantenido prácticamente aislada de la civilización, lo que ha preservado esta especie de reptil amenazada.

En Aldabra, Patrimonio de la Humanidad desde 1982, no esperes encontrar hoteles, ni casas... Y es que este atolón formado por cuatro islas que rodean una laguna azul, el turismo no existe. Si quieres visitarlo, debes pedir la correspondiente autorización a la Seychelles Islands Foundation, la institución que vela por su conservación.

Guadalupe (México): tras el tiburón blanco

Los más valientes tienen una cita en Guadalupe, una isla mexicana situada a unos 250 kilómetros de la costa de la Baja California convertida en uno de los mejores lugares del planeta para el avistamiento del gran tiburón blanco. Se trata de una zona prácticamente despoblada -en ella sólo habitan alrededor de 125 pescadores-, declarada Reserva de la Biosfera.

Si decides zambullirte en aguas del Pacífico en busca de este depredador, la mejor época para hacerlo es entre los meses de agosto y octubre. Quienes han realizado la experiencia aseguran que es increíble y segura. Se trata de sumergirse alrededor de diez metros dentro de una jaula de protección, desde la que contemplarás los tiburones y podrás realizar increíbles fotografías.

Okunoshima (Japón), la isla de los conejos

Nuestra última propuesta es, como mínimo, original. Se trata de la isla de Okunoshima, situada en el mar Interior de Seto, un lugar que tiene vetado el acceso a gatos y perros, pero que, al contrario, en él viven a sus anchas miles de conejos silvestres. Los animales, convertidos en un auténtico reclamo, se acercan sin complejos a los turistas, en busca de golosinas.

En el pasado, en este lugar se fabricaron armas químicas que fueron probadas con conejos. Sin embargo, todo indica que el origen de la presencia de estos mamíferos en Okunoshima no tiene nada que ver con esta circunstancia. En la actualidad la isla cuenta con un hotel, un museo dedicado al gas venenoso y un campo de golf.