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8 ciudades europeas para chuparse los dedos

Gastronomía

La gastronomía es uno de los grandes placeres a la hora de viajar. Te presentamos ocho destinos emergentes que te harán disfrutar en la mesa

Un cubierto a punto para... comer

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Elegir el destino por la gastronomía

Un cubierto a punto para... comer

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Algunos viajeros situan la gastronomía como primer requisito a la hora de elegir un destino. Más allá de las grandes ciudades, que cuentan con establecimientos de reconocida reputación, existen numerosas localidades en la que comer se convierte en un auténtico placer. Booking ha seleccionado los ocho ciudades europeas que han recibido una mayor puntuación por parte de los viajeros. Se trata de localidades absolutamente diversas que destacan por una gastronomía capaz de hacer las delicias de los turistas más exigentes. De Sanlúcar de Barrameda Tiflis y de Varsovia a Reikiavik, te presentamos ocho localidades que te sorprenderán por su originalidad y la calidad de su oferta a la hora de sentarse en la mesa. Toma nota.

Sanlúcar de Barrameda (España)

Carrera de caballos en la playa de Sanlúcar de Barrameda

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Situada a orillas del Mediterráneo y regada por el Guadalquivir, Sanlúcar de Barrameda ha atraído desde hace décadas a numerosos turistas enamorados de sus aguas, de su carácter y de la proximidad con Doñana. Aquellos que visiten por primera vez este hermoso rincón de la costa gaditana, descubrirán una ciudad con una gastronomía basada en productos de primera calidad, con el langostino de Sanlúcar como protagonista indiscutible, y el vino manzanilla como acompañante privilegiado. En el barrio Alto y la Zona Centro encontrarán numerosos establecimientos en los que degustar arroz con marisco, cazón en amarillo o sopa de tomate, entre otras excelentes especialidades.

Tiflis (Georgia)

Ciudad vieja de Tiflis

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Aunque es una gran desconocida para los turistas españoles, la capital de Georgia es una ciudad con extraordinarios atractivos. Sus hermosos paisajes, su arquitectura, sus paisajes y su rica cultura sorprenden a los viajeros que visitan Tiflis sin un plan preestablecido. Situada a orillas del río Kulá, su gastronomía refleja influencias orientales, mediterráneas y centroeuropeas, algo que la ha convertido en un auténtico valor en alza.En su casco antiguo o en plena calle es posible degustar tentadoras especialidades como el khachapuri -pan sin levadura relleno de queso- o los deliciosos khinkali de verduras o de carne especiada acompañados de un excelente vino local. Y es que la antigua república soviética destaca por la calidad de sus caldos, elaborados de forma artesanal, que han conseguido fama más allá de sus fronteras.

Dubrovnik (Croacia)

Dubrovnik, en la costa de Dalmacia

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La ciudad croata no precisa de grandes cartas de presentación. Conocida como la perla del Adriático, Dubrovnik recibe miles de turistas atraídos por su belleza, su espectacular muralla y cada vez más... por su increíble gastronomía, típicamente mediterránea.El marisco da origen a numerosos platos que, degustados junto al mar, resultan si cabe más deliciosos todavía. La trufa es también un ingrediente presente en la cocina de Dubrovnik, que es utilizada como condimento, ofreciendo a los platos un sabor muy característico. Además de los tradicionales restaurantes familiares, típicos de la zona, la ciudad cuenta también con establecimientos de lujo que permiten degustar excelentes arroces negros en pleno centro.

Varsovia (Polonia)

Imagen nocturna de la plaza del Castillo. Varsovia

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Muchos de los turistas que visitan Varsovia conocen el pasado de la ciudad y su transformación tras la Segunda Guerra Mundial, aunque la mayoría desconoce que la capital polaca esconde un auténtico tesoro gastronómico. En los últimos tiempos, sin embargo, los comentarios de los viajeros de Booking reflejan la sorpresa y satisfacción por el descubrimiento de su cocina.Resulta muy recomendable pasear por el centro de la ciudad y detenerse en alguno de sus restaurantes tradicionales para degustar platos tan típicos como los piorogi , pasta rellena de setas, queso, carne o chucrut, un plato contundente y delicioso.

Biarritz (Francia)

Imagen de Biarritz

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El glamur ha sido tradicionalmente la carta de presentación de Biarritz, una hermosísima villa señorial del País Vasco francés, que durante décadas fue localidad de veraneo de familias reales. La ciudad puede presumir de ser uno de los mejores destinos gastronómicos del continente, gracias a su combinación de exclusivos restaurantes y a sus también exquisitos establecimientos tradicionales.La cocina de Biarritz recoge elementos de la tradición culinaria vasca y francesa, con pescados y carnes guisadas de excelente calidad y especialidades tan tradicionales como los pimientos del piquillo rellenos o los famosos pintxos.

Dresde (Alemania)

Iglesia de Nuestra Señora, en Dresde (Alemania)

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La capital de Sajonia es una bella ciudad barroca repleta de vida que ha sabido recuperarse plenamente de la destrucción sufrida durante la Segunda Guerra Mundial. Dresde atrae a numerosos turistas en cualquier época del año, pero es en invierno cuando adquiere un encanto especial, gracias a su espectacular mercado de Navidad. Cada vez son más los visitantes que ven en ella un increíble destino gastronómico. Y es que su peculiar cocina atrapa a propios y foráneos, que se rinden antes los platos elaborados con carne y las salchichas de ternera y cerdo con especias, en compañía de una afamada cerveza de la zona. También resulta muy destacable el eierschecke, un pastel de crema de queso y pasas, que puede ser degustado en alguno de sus acogedores restaurantes o en un tradicional biergarten junto al río Elba.

Liubliana (Eslovenia)

Una imagen del centro de Liubliana (Eslovenia)

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Conocida como la pequeña Viena, la capital de Eslovenia es una ciudad que sorprende y enamora por su arquitectura, su belleza y por su cosmopolitismo. Si bien es cierto que hasta el momento no se ha caracterizado por ser un destino gastronómico remarcable, en los últimos tiempos, los comentarios de los usuarios de Booking reflejan un interés cada vez más creciente por la cocina de la ciudad. Y es que Liubliana es una auténtica caja de sorpresas. El centro de la capital está repleto de acogedoras cafeterías y restaurantes en el que uno disfruta de su ambiente pintoresco y de una cocina que mezcla como pocas pinceladas de la tradición mediterránea, balcánica, austríaca e italiana... Destacan el burek, una deliciosa masa de hojaldre rellena de feta y carne o espinacas, o el cremeschitte, un pastel de crema y vainilla típico de Bled , una emblemática localidad enclavada en los Alpes Julianos.

Reikiavik (Islandia)

Imagen de Reikiavik al anochecer

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Restaurantes de día y bares de noche, ésta es una práctica habitual en muchos locales de la capital islandesa; una ciudad que aunque no aparece en las guías gastronómicas en la primera posición, juega con la ventaja de contar con materia prima de primerísima calidad. Los pescados y mariscos son los protagonistas de una cocina que en Reikiavik sorprende a turistas de todo el mundo.El barrio de Grandi, en el pasado portuario e industrial hoy reconvertido en un zona fashion, está repleto de restaurantes en los que almorzar o cenar disfrutando de hermosas vistas de la bahía de Faxaflói y la montña de Esja.