El cambio climático provocado por el hombre ha ocasionadó en 2024 una media de 41 días adicionales de calor peligroso, tanto para la salud humana como para los ecosistemas, según un análisis conjunto de los climatólogos del World Weather Attribution (WWA) y Climate Central. El informe analiza los datos del clima extremo a lo largo de este año y alerta de que todos los países deben prepararse para el aumento de los riesgos climáticos para minimizar las muertes y los daños.
Esos 41 días adicionales de calor peligroso ocasionado por el cambio climático son una media, ya que los resultados varían según las regiones del planeta. En España fueron 30 días de calor extra, en Grecia 27, en Noruega 29; pero en Arabia Saudí 70 y más de 130 en muchos países en el entorno del ecuador. Para entender cómo el cambio climático influyó en las altas temperaturas de 2024, los científicos identificaron el umbral de temperatura del 10% de registros más cálidos observados en cada zona durante el período 1991-2020 (niveles asociados a un aumento de los riesgos para la salud). Luego compararon la cantidad de días que superan este umbral con un escenario en el que no se da cambio climático.
Todo esto sucede el año más cálido registrado, y el primero con temperaturas globales con un promedio de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales. “Prácticamente todas las olas de calor se han vuelto más cálidas y más probables debido al cambio climático”, señala el informe. Muchas partes del mundo no tienen sistemas para definir las olas de calor y advertir al público de sus potenciales consecuencias fatales, y en muchas ocasiones se produjeron en fechas tempranas en la temporada, cuando la gente aún no está aclimatada a temperaturas más altas.
El informe destaca que el cambio climático está exponiendo a millones de personas más a temperaturas peligrosas durante períodos más largos del año a medida que las emisiones de combustibles fósiles calientan el clima. Si el mundo no se aleja rápidamente del petróleo, el gas y el carbón, la cantidad de días de calor peligrosos seguirá aumentando cada año y amenazará la salud pública, dicen los científicos.
“Los impactos del calentamiento por combustibles fósiles nunca han sido más claros ni más devastadores que en 2024. Estamos
Viviendo en una nueva era peligrosa”, señala Friederike Otto, directora del WWA y profesora titular de Ciencia del Clima en el Imperial College de Londres.
El calentamiento intensificó 26 de los 29 fenómenos meteorológicos estudiados
El equipo de científicos estudió 29 de los 219 sucesos climáticos de mayor impacto y encontró evidencias claras del cambio climático en 26 de ellos, con un balance de al menos 3.700 muertes y millones de desplazados. Especialmente tremendas fueron las inundaciones ocurridas en Sudán, Nigeria, Níger, Camerún y Chad. Si el calentamiento alcanza los 2°C, lo que podría suceder en la década de 2040 o 2050, estas regiones podrían experimentar episodios similares de fuertes lluvias todos los años, según el estudio.
(En las inundaciones de Centroeropa, se alertó a la población y se la evacuó con días de antelación, se vaciaron los embalses y se construyeron defensas contra inundaciones. Menos de 30 personas perdieron la vida
En cambio, en las inundaciones de Valencia casi la mitad de las 223 víctimas mortales eran adultos mayores de 70 años. Este suceso pone de relieve la necesidad de proporcionar avisos oportunos y de dar prioridad a las personas con problemas de movilidad, que tienen menos capacidad para evacuar y protegerse durante las inundaciones.
El calentamiento aumentó la intensidad en 30 de los 38 huracanes del Atlántico registrados entre 2019 y 2023
A medida que el mundo se calienta, una mayor proporción de los ciclones tropicales más poderosos alcanzan la categoría 3 o superior, con un potencial destructivo mucho mayor. Unos océanos más calientes son el principal impulsor de este aumento en su intensidad.
El huracán Helene mató a más de 230 personas en EE.UU., lo que lo convirtió en el huracán más mortal que azotó el territorio continental de EE.UU. desde el Katrina en 2005. Menos de dos semanas después, el huracán Milton experimentó una intensificación rápida y explosiva en el golfo de México, y pasó de categoría 1 a categoría 5 en tan solo unas 24 horas.
Las precipitaciones de estos dos eventos se hicieron aproximadamente un 10% más intensas debido al cambio climático originado por los combustibles fósiles, añadieron esos estudios.
La investigación de Climate Central descubrió que el cambio climático aumentó la intensidad de la mayoría de los huracanes del Atlántico entre 2019 y 2023: de los 38 huracanes analizados, 30 tuvieron velocidades del viento que fueron una aumentó la intensidad de la mayoría de los huracanes del Atlántico entre 2019 y 2023: de los 38 huracanes analizados, 30 tuvieron velocidades del viento que fueron una categoría más alta en la escala Saffir-Simpson de lo que hubieran sido sin el calentamiento causado por el hombre, mientras su análisis descubrió que el riesgo de que varios tifones de categoría 3 a 5 golpeen Filipinas en un año determinado está aumentando a medida que el clima se calienta.
Un análisis sobre la sequía del Amazonas
Un análisis sobre la sequía del Amazonas apuntó que el cambio climático la hizo 30 veces más probable. El Amazonas es crucial para la estabilidad del clima global, pero el calentamiento causado por el hombre está haciendo que el bosque sea más seco, lo que puede causar una muerte masiva de árboles y la liberación de grandes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera.
Más al sur, el humedal brasileño del Pantanal, un hogar de biodiversidad para especies en peligro de extinción que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta, experimentó una de sus peores temporadas de incendios forestales de la historia. El cambio climático hizo que las condiciones cálidas, secas y ventosas que provocaron los incendios forestales durante junio fueran aproximadamente un 40% más intensas, según los científicos.
El impacto de El Niño
Muchos sucesos extremos a principios de 2024 estuvieron influenciados por El Niño (calentamiento natural cíclico activado en el Pacífico ecuatorial oriental con incidencia en todo el planeta). Sin embargo, la mayoría de los análisis descubrieron que el cambio climático fue una palanca de calentamiento en estos sucesos todavía mayor que El Niño, incluida la sequía histórica en la Amazonia.
El informe reclama un cambio más rápido del uso de combustibles fósiles, mejoras en la alerta temprana e informes en tiempo real de muertes por calor.
“El clima extremo mató a miles de personas, obligó a millones a abandonar sus hogares este año y causó un sufrimiento implacable. Las inundaciones en España, los huracanes en los EE. UU., la sequía en el Amazonas y las inundaciones en África son solo algunos ejemplos”, dice Friederike Otto. “Sabemos exactamente lo que debemos hacer para evitar que las cosas empeoren: dejar de quemar combustibles fósiles”, añade.