El Ministerio de Agricultura ha declarado esta semana el riesgo alto por gripe aviar en España y ha prohibido la cría de aves de corral al aire libre. La decisión se ha adoptado tras detectarse un aumento de riesgo significativo en casi todas las comunidades autónomas y ante la proliferación reciente de focos en Francia y en Portugal. Una investigación científica publicada en la revista Nature cifra en 500 millones las aves muertas en el mundo a causa del H5N1. Los tres biólogos que firman el estudio advierten que este patógeno es “otra amenaza” para la biodiversidad mundial.
¿Cuál es el impacto de este virus en la vida silvestre?
La influenza aviar (H5N1) es una “amenaza emergente e inesperada” para muchas especies de animales salvajes, que tiene implicaciones para los procesos ecológicos, los servicios ecosistémicos y la conservación de las especies.
Los científicos Sergio Lambertucci, Pablo Plaza (Universidad Nacional del Comahue - CONICET, Bariloche, Argentina) y Andrea Santangeli (Instituto de Estudios Mediterráneos CSIC-UIB, España), autores del estudio titulado “La amenaza de la gripe aviar H5N1 se cierne sobre la biodiversidad mundial”, advierten que, de forma silenciosa, este virus está “diezmando rápidamente” poblaciones de vida silvestre, muchas de las cuales ya se encuentran bajo presión debido a la pérdida de hábitat, el cambio climático y otros factores de cambio global.
¿Cuántos casos hay reportados?
Según la investigación, en 2024 se documentaron infecciones por H5N1 en al menos 406 especies de aves y 51 especies de mamíferos silvestres. Los informes disponibles sugieren que pueden haber muerto varios millones de animales silvestres. Los eventos de mortalidad masiva incluyen más de 200.000 aves silvestres en las zonas costeras de Perú 6; 24.000 leones marinos en Sudamérica; 20.500 aves silvestres en Escocia; 6.500 cormoranes del Cabo en Namibia 9: y 17.400 elefantes marinos, incluidos más del 95% de las crías, en Argentina.
El virus, además, se está extendiendo sobre especies en peligro de extinción. La investigación cita un ejemplo: más del 20% de la población chilena de pingüinos de Humboldt, catalogada como vulnerable, murió de H5N1 en 2023. En este sentido, este virus puede comprometer muchos años de esfuerzos de conservación. El cóndor de California, una especie en peligro crítico de extinción, que ha sido criado en cautiverio durante décadas para recuperar su población global, ha sufrido entre 2023 y 2024 una merma del 6% de su población silvestre.
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California declaró el estado de emergencia por la gripe aviar H5N1 en el ganado el pasado mes de diciembre.
¿Por dónde se ha extendido el virus?
El H5N1 está presente en todos los continentes excepto Oceanía, “pero el riesgo de propagación allí es inminente”, señalan los expertos. Desde que se detectó por primera vez en aves de corral (1959 en Escocia) y acuáticas (2005 en China), el virus se ha “propagado globalmente”.
Los patógenos emergentes como el H5N1, alimentados por factores antropogénicos, -se explica- pueden viajar rápidamente y por todo el mundo para afectar a la vida silvestre en áreas remotas que antes se consideraban seguras. Pelícanos, piqueros y leones marinos murieron en apenas unas semanas durante el verano austral de 2022-2023, en áreas protegidas y remotas de Perú.
¿Hay implicancias para el funcionamiento de los ecosistemas?
Los autores responden que sí. Los eventos de mortalidad masiva tienen repercusiones en los procesos ecológicos y productivos de los seres humanos, más allá de los efectos sobre las especies individuales. Por ejemplo, la pérdida de aves marinas podría resultar en una menor disponibilidad de guano (sustrato resultante de la acumulación de su excremento), una fuente importante de fertilizantes para algunas comunidades.
Los posibles cambios ecológicos en los ecosistemas costeros marinos podrían modificar los alimentos y otros servicios de aprovisionamiento para los pescadores locales o los recolectores de algas marinas. El ecoturismo también podría verse afectado: el virus amenaza a los pingüinos de muchas regiones, incluida la Antártida.
¿Qué recomiendan los científicos ante la proliferación del virus?
Piden intensificar el seguimiento de las aves y los mamíferos marinos, así como de los carroñeros terrestres, los grupos que están infectados con tasas más altas. También llaman a vigilar a las aves cuyas rutas migratorias incluyen regiones actualmente no afectadas.
A nivel estructural, ponen la lupa en los sistemas de producción de alimentos y los patrones de consumo. “Separar la vida silvestre de los sistemas de producción intensiva existentes que aumentan la virulencia y la transmisión del virus ayudaría en el corto plazo. Sin embargo, se requieren cambios transformadores más profundos, como hacer que los sistemas de producción de alimentos sean más saludables y sostenibles”, advierten.
En un mundo globalizado e interconectado -agregan- cualquier estrategia para enfrentar amenazas como el H5N1 debe enfatizar la conexión entre la naturaleza y las personas, dado que “la desconexión seguirá precipitando la pérdida de biodiversidad”.