La Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) ha llegado a la conclusión, tras un estudio de biomonitoreo humano realizado en once países, de que el 100% de los ciudadanos de la UE “probablemente han estado expuestos al bisfenol A por encima de los umbrales de salud seguros”.
El bisfenol A es una sustancia química ampliamente utilizada en la industria y que está presente, entre otros , en latas de refrescos, tapones de envases o en plásticos de policarbonato utilizado para fabricar recipientes de almacenamiento de alimentos o para productos como juguetes infantiles.
Desde hace años se sabe que el bisfenol A puede afectar a la salud humana y por ello se prohibió su uso en biberones en 2011. Por lo tanto, el principal medio de contaminación es la alimentación, ya que los productos enlatados son la principal fuente de esta exposición.
Además de en los envases para alimentos, el BPA se utiliza también en una amplia gama de otros productos. Estos pueden ser el papel térmico, tintas, textiles, pinturas y adhesivos, equipos electrónicos. En materiales de construcción como pisos está presente y luego en objetos tan cotidianos como juguetes, CD, revestimientos para carrocerías de automóviles, dispositivos médicos y selladores dentales.
Aviso previo
En abril de este 2023 la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) concluyó que esta sustancia era “un problema de salud para todos los grupos de edad”
Las investigaciones sobre las consecuencias de este químico en la salud humana han continuado a lo largo del tiempo y fue en abril de este año que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) concluyó que el Bisfenol A “constituye un problema de salud para consumidores de todos los grupos de edad”. En ese informe, los expertos estimaron que podía desencadenar “un desarrollo de inflamación pulmonar alérgica y trastornos autoinmunes”.
Ahora la AEMA destaca en su nueva investigación “los riesgos potenciales para la salud resultantes de la exposición de las personas a niveles peligrosos de BPA” y asegura que se ha comprobado que el bisfenol A es capaz de dañar el sistema inmunológico humano en dosis muy bajas. Esa es la novedad del estudio y añade este efecto nocivo a los otros que ya se conocían como alteraciones endocrinas, reducción de la fertilidad y reacciones alérgicas en la piel.
“Podemos ver que el bisfenol A plantea un riesgo mucho más generalizado para nuestra salud de lo que se pensaba anteriormente”, ha declarado Leena Ylä-Mononen, directora ejecutiva de la Agencia Europea de Medio Ambiente. En un comunicado oficial de la AEMA, la directora subraya que “debemos tomarnos en serio los resultados de esta investigación y tomar más medidas a nivel de la UE para limitar la exposición a sustancias químicas que suponen un riesgo para la salud de los europeos”.
La UE empezó a tomar medidas para regular el uso de este compuesto en 2015, pero la nueva investigación de la AEMA ha puesto en evidencia que la exposición humana sigue siendo demasiado alta. Por ello, desde la AEMA hablan de “un problema de salud para los europeos”, lo que respalda las conclusiones de la EFSA en el informe que publicaron en abril.
Más de un millón de toneladas de Bisfenol A son fabricadas o importadas en la UE por año, según los registros previstos en el Reglamento sobre el Registro, la Evaluación, la Autorización y la Restricción de Sustancias Químicas.
Medidas a tomar
La Comisión Europea quiere proponer la prohibición del uso del bisfenol A
Con estos nuevos datos en la mano, la Comisión Europea ha expresado su intención de proponer la prohibición del uso de BPA y otros bisfenoles en materiales en contacto con alimentos. Se espera que esta propuesta esté lista para el primer trimestre de 2024, según ha valorado la AEMA.
“A pesar de dos décadas de importante atención por parte de las autoridades nacionales y de la UE y de la introducción de numerosas medidas regulatorias, los datos de biomonitoreo muestran que la exposición al BPA sigue siendo demasiado alta y constituye un posible problema de salud”, lamenta la agencia.
Aseguran que esto subraya “la importancia de proteger mejor a los europeos de la exposición a sustancias químicas nocivas”. Así, señalan que se están llevando a cabo una serie de nuevas acciones importantes, como se describe en la Estrategia sobre productos químicos y el Plan de acción de contaminación cero de la Comisión Europea.
Un estudio a escala europea
Se analizó la orina de más de 2.000 adultos de 11 países diferentes
El proyecto europeo de biomonitoreo humano, HBM4EU, se llevó a cabo entre enero de 2017 y junio de 2022 y generó datos armonizados en toda Europa sobre la presencia de sustancias químicas en la población europea y sus impactos asociados en la salud.
El bisfenol A y otros dos bisfenoles utilizados como sustitutos del BPA (bisfenol S y bisfenol F) se midieron en la orina de 2.756 adultos de 11 países: Croacia, Chequia, Dinamarca, Francia, Finlandia, Alemania, Islandia, Luxemburgo, Polonia y Portugal. y Suiza, que representa el norte, este, sur y oeste de Europa. En los países que participaron en el biomonitoreo del BPA, el nivel de superación osciló entre el 71% y el 100%. Por lo tanto, la exposición de la población al BPA en Europa es demasiado alta y constituye un posible problema de salud.