El verano, que comenzará el 21 de junio, será previsiblemente en España “más cálido de lo que es normal en todo el país, tanto en la Península como en las islas”, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Todo esto ocurre después de la primavera más cálida en los últimos 61 años y un 2022 que también batió todos los récords. El trimestre formado por los meses de junio, julio y agosto será uno de los más calurosos en España de los últimos 30 años.
Hay entre el 50 y el 70% de probabilidades de vamos a tener un verano más cálido de lo normal, una circunstancia más acusada en los archipiélagos.
La predicción es que en los próximos tres meses estas temperaturas altas “serán más destacadas" en la zona oriental y en los archipiélagos, según indicó Estrella Gutiérrez, portavoz y jefa del departamento de coordinación de delegaciones territoriales de la Aemet.
Concretamente, Gutiérrez recalcó que esta probabilidad es mayor especialmente en Baleares y Canarias (70% de probabilidades de que así lo sea), y la mitad oriental peninsular (60% de probabilidades).
No obstante, Aemet no concreta las temperaturas que se pueden alcanzar. "Eso es difícil de precisar, pues estos mapas y pronósticos se refieren a temperaturas medias", señala Rubén del Campo, portavoz de Aemet.
Probabilidad de que la
temperatura sea superior
a la media
Media (1991-2020)
Probabilidad
categoría inferior
Probabilidad
categoría superior
100
70
60
50
40
40
50
60
70
100
Islas
Canarias
España
occidental
Prob. superior
70%
50%
Normal
30%
20%
Prob. inferior
10%
20%
Islas
Baleares
España
oriental
Prob. superior
70%
60%
Normal
20%
30%
10%
Prob. inferior
10%
Fuente: Aemet. LA VANGUARDIA
Probabilidad de que la
temperatura sea superior
a la media
Media (1991-2020)
Probabilidad
categoría inferior
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Islas
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Prob. superior
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Islas
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Fuente: Aemet. LA VANGUARDIA
Probabilidad de que la temperatura sea superior
a la media
Media (1991-2020)
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Islas
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Fuente: Aemet. LA VANGUARDIA
Entre los cinco veranos más cálidos del períodos 1993 a 2016
Además, según el modelo de Copernicus -de la UE-, hay entre un 50% y un 70% de probabilidades (incluso más del 70% en el entorno de los archipiélagos) de que este verano esté entre uno de los cinco más cálidos entre 1993 y 2016.
“El verano pinta muy caluroso”, indicó Rubén del Del Campo, portavoz de Aemet, quien aventuró que “puede estar entre los cinco, seis o siete más cálidos de los últimos 30 años”.
“Es poco probable que sea más cálido que el año pasado, que fue extraordinario con 41 días de olas de calor”, añadió.
En cuanto a las precipitaciones, se estima que hay entre un 40 y un 50% de probabilidades de que sea un verano más lluvioso de lo normal (aunque no se aprecian señales en la mitad norte de Galicia y el Cantábrico), sobre en la vertiente mediterránea y la vertiente atlántica de Andalucía.
“De todas maneras, conviene matizar que en verano no solemos tener unas precipitaciones muy elevada en nuestras latitudes”, precisa Estrella Gutiérrez.
En 2022 vivimos el año más cálido
El año 2022 fue el año más cálido de España desde que se iniciaron los registros de manera histórica (en 1961) para el conjunto del país. Tuvimos una temperatura media de 15,4º C, que superó en 6 décimas a los años 2017 y 2020 que eran hasta ahora los más calurosos hasta el momento.
“Los años más calurosos en la serie histórica se han concentrado desde 2017. De hecho, los años más calurosos se dan en el siglo XXI, es una clara tendencia al calentamiento significativa, dice el informe”, señala Rubén del Campo.
41 días de olas de calor
El verano fue extraordinariamente cálido, con efectos adversos, visible en la salud o los ecosistemas.
Hubo tres olas de calor, y entre las tres sumaron 41 días. “Es decir, la mitad del verano se vivió una situación extrema”, añade Del Campo. Se superó el anterior récord de 29 días” (de 2015), dice. Entre el 9 y el 22 de julio hubo la ola de calor más importante de la serie, “pues fue la más intensa en cuanto a temperaturas; la más extensas en cuanto a provincias afectadas, y la segunda más larga”.
Más récords de días de calor
A lo largo del año, se dieron 35 días de récord de días cálidos (y dos de días fríos), lo que significa que entre el 8 y el 9% de los días fueron récord de calor para esa fecha: es decir, que desde 1950 no se había dado un registro como ese. “Uno de cada diez días es récord. Eso es muy destacable pues lo esperable en un clima que no estuviera alterado (en este caso, mayoritariamente por la acción del hombre mediante las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera) y estable son cinco récords de frío por cada cinco días de récords de calor”, enfatiza Del Campo.
Muertes por el exceso de calor
El documento añade que se estima que hubo 4.744 defunciones atribuibles a las altas temperaturas, frente a las poco más de 1.000 atribuibles al frío. Las altas temperaturas durante el verano, así como la escasez de precipitaciones contribuyeron a que el número de hectáreas quemadas en 2022 (más de 300.000) fuese el más alto desde 2006.
En la última década los récords de días cálidos han sido 11 veces más frecuentes que los días con récords de fríos. Hay una clara desproporción. Las aguas superficiales del mar en las litorales alcanzaron los niveles más altos desde 1940 y en el Mar Balear se registraron casi 30 grados el 11 de agosto.
El año 2022 fue el sexto año más seco de la serie histórica y el cuarto más seco de todo el siglo XXI. La precipitación registrada ha sido un 26% inferior a la media.
Primavera “extraordinariamente cálida”
Por su parte, la primavera del 2023 -que comprende los meses de marzo, abril y mayo- ha sido por su parte “extraordinariamente cálida”, la más cálida de la serie histórica en España”, añade Del Campo. Con 14,2 ºC, ha superado en 1,8 ºC el promedio (1991-2020). Supera a la primavera del 1997 en tres décimas.
“Tres de las cuatro últimas estaciones han sido las más cálidas: verano y otoño del año pasado, y la primavera de 2023, que supera a la primavera de 1997, la más cálida hasta ahora, por 0,3 grados. Nos vamos acostumbrando a que cosas que parecían insólitas vayan produciéndose con cierta frecuencia”, comentó Del Campo.
Cálida hasta el 11 de mayo
Marzo fue muy cálido (11,6 grados de media, el tercero más caluroso desde 1961), abril también resultó muy cálido (14,9 grados, el más caluroso del registro histórico) y mayo acabó siendo normal (16,1 grados, el 20º más caluroso). De hecho, la primavera resultó ser más cálida de lo habitual de forma casi interrumpida desde el 8 de marzo hasta el 11 de mayo. Después vino un periodo fresco.
Primavera muy seca
Ha sido además una primavera muy seca: la segunda primavera más seca de la serie histórica (aunque con una distribución desigual en la Península). “Coinciden la primavera más cálida con la segunda primavera más seca”. Altas temperaturas y sequías a la vez; son los “efectos compuestos” de los que habla el IPCC.
El trimestre primaveral de este año fue el segundo más seco desde 1961, con 95,4 litros por metro cuadrado, solo superado en cuanto a escasez de precipitaciones por la primavera de 1995, que había sido hasta ahora la más seca y que tuvo consecuencias socioeconómicas enormes entonces. “No fue la más seca ‘in extremis’ porque hasta el 28 de mayo lo era”, apostilló Del Campo.
Larga sequía
Las lluvias de los últimos días son beneficiosas; humedecen los suelos, pero no han solucionado la sequía a larga plazo. Casi toda España está en sequía meteorológica atendiendo los registros de los últimos 12 meses.
España continúa además en su mayor parte en una situación de sequía de larga duración, esto es, con escasez de lluvias en los últimos 36 meses, algo que se prolonga pese a las tormentas de finales de mayo.
Esa sequía duradera es especialmente intensa en el nordeste y el tercio sur peninsular.
El mapa de la gran sequía
Índice de precipitación estandarizado.
Acumulación de 36 meses, de junio del 2020
a mayo del 2023
-4
-3
-2
-1,5
-1
-0,5
0,5
1
1,5
2
3
4
Seco
Normal
Húmedo
Fuente: Aemet. LA VANGUARDIA
El mapa de la gran sequía
Índice de precipitación estandarizado.
Acumulación de 36 meses, de junio del 2020
a mayo del 2023
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0,5
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Seco
Normal
Húmedo
Fuente: Aemet. LA VANGUARDIA
El mapa de la gran sequía
Índice de precipitación estandarizado. Acumulación de 36 meses,
de junio del 2020 a mayo del 2023
-4
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Seco
Normal
Húmedo
Fuente: Aemet. LA VANGUARDIA
De hecho, la sequía en la cuenca de acumulación del Guadiana es la más larga de la serie histórica mientas que en la del Sur y del Guadalquivir está entre las más largas, en tanto que en el Pirineo oriental/Catalunya sería la más intensa.
Cada diez años hay una sequia de larga duración en Espña, aunque la sequía de los años 90 fue más larga que la actual (lo mismo que la de los años 80 y la de los primeros años de la década del 2000). "Esta situación no se va a solucionar en verano, y veremos qué sucede en otoño", sentencia del Campo.
Por otra parte no está previsto que El Niño vaya a tener influencia sobre la Península en cuenta a precipitaciones pues hay otros factores meteorológicos que intervienen, sobre todo en las lluvias de otoño e invierno.
"Por mucho que pueda ser un verano más tormentoso de lo normal", la previsión es que la reserva hídrica y la reserva de agua embalsada sigan bajando, debido al mayor calor, el mayor nivel de evaporación y el aumento de demanda de agua durante el estío.
Por tanto, para que se paliara la situación de sequía en otoño tendría que llover un 20 por ciento más de lo normal, cosa que "pocas veces sucede".
Sin respiro
No tan caluroso como el verano del 2022
La Aemet espera un verano cálido, con largos períodos de alta temperaturas, bastantes monótonos pero que pueden interrumpirse por la llegada de aire frío, vaguadas o alguna DANA que interrumpan los períodos cálidos y refresquen el ambiente, algo que no se produjo el año pasado. El año pasado fue extraordinario porque las altas temperaturas empezaron a mediados de mayo y así siguió, con calor continuo en julio y agosto, menos en una semana de respiro en junio. No hubo respiro.