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Barcelona quiere gastar menos de 100 litros de agua al día por persona

Reducción del consumo

Un plan estratégico reúne 242 acciones locales para hacer frente al cambio climático

Objetivo del Ayuntamiento de Barcelona: situar el consumo de agua por debajo de los 100 litros por persona y día

filadendron / Getty Images/iStockphoto

¿Podrán reducir los barceloneses el consumo de agua potable doméstica para situarlo por debajo de los 100 litros por persona y día? Este es el reto que se ha autoimpuesto el gobierno local, dentro del plan Clima, que recoge 242 acciones del Ayuntamiento de Barcelona para que la ciudad contribuya a mitigar el cambio climático y adaptarse a él desde diversos frentes. El plan Clima es la estrategia de la capital catalana para cumplir el Acuerdo de Paris contra el calentamiento. Y, como primera gran premisa, el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 45% en el 2030 respecto al 2005.

La disminución del consumo de agua responde sobre todo a la necesidad de adaptarse a un contexto en el que, según los expertos, continuarán el descenso de precipitaciones, con la consiguiente merma en la disponibilidad de recursos hídricos, entre otros efectos del calentamiento.

El gobierno local ve factible la reducción del tráfico con el impulso del transporte público y la red de carriles bici

Será un esfuerzo adicional para los barceloneses. Actualmente (datos 2017), Barcelona consume 107,5 litros de agua por persona al día (el conjunto del área metropolitana, 104 litros per cápita); es decir, 26 litros menos que en el 2001, lo que refleja la evolución del comportamiento de los barceloneses, que han cerrado los grifos con las periódicas campañas de ahorro lanzadas coincidiendo con las sequías. De todas formas, Barcelona tiene uno de los consumos de agua más reducidos entre las grandes ciudades del mundo, según datos de Agües de Barcelona. Por ejemplo, la media de ciudades como Madrid (131 litros por persona/día), Londres (159 litros por persona/día), Estocolmo (178 litros por persona/día) u Oslo (197 litros por persona/día) están muy por encima. La ONU establece un rango de entre 50 y 100 litros de agua por persona al día como cantidad necesaria para satisfacer las necesidades humanas.

El plan Clima del Ayuntamiento es la gran apuesta de Barcelona para lograr un ciudad neutra en carbono en el horizonte del 2050; esto eso, conseguir que las emisiones de gases invernadero producidas por las diversas fuentes de CO2de la ciudad queden neutralizadas.

La prevista reducción de emisiones (un 45% para el 2030 ) requerirá la puesta en marcha de planes para disminuir los viajes en transporte privado un 20%, multiplicar por cinco la producción con generación solar y rehabilitar el 20% de los edificios residenciales de más de 40 años.

En un escenario de acción climática, los autores de plan ven factible pasar de las actuales 2,14 toneladas de CO2per capita al año a 1,75 toneladas de CO2en el 2030 y 0,62 toneladas en el 2050.

Frederic Ximeno, comisionado de Ecologia, juzgó factible reducir un 20% el transporte privado, ya que se están creando las condiciones para favorecer una movilidad que prescinda del transporte particular. En este sentido, citó la duplicación de los carriles bici, el despliegue de la red octogonal de autobuses o la nueva línea de metro a la Zona Franca, entre otras. “Vamos a seguir potenciando
el transporte público, los vehículos menos contaminantes y la electrificación de la flota”, indica Ximeno.

El calentamiento podría ocasionar 112 noches tropicales al año a finales de siglo

El Ayuntamiento renueva su apuesta “por la producción de energías renovables” (a partir de la empresa municipal comercializadora de electricidad recién constituida) y el impulso del autoconsumo con fuentes renovables y de edificios de consumo casi nulo, aunque ofrece pocas concreciones. Para reforzar la acción ciudadana en este campo se destinarán (hasta el 2030) al menos 1,2 millones de euros a subvenciones de proyectos ciudadanos que promuevan esta reducción de emisiones.

También “se mantendrá el compromiso de efectuar cero inversiones en empresas del carbón, petroleras o gasísticas”. Frederic Ximeno aseguró que el Ayuntamiento desea que toda la financiación pública proceda de la banca ética y de la banca ajena a los intereses de la economía de carbono (carbón, petróleo y gas), en línea con otras iniciativas europeas que ven prioritario apostar por una descarbonización y dejar los combustibles fósiles bajo tierra. El 80% de la financiación local ya es ajena a los intereses vinculadas a los combustibles fósiles.

El plan también incorpora medidas de adaptación, lo que supondrá hacer frente a la menor disponibilidad de agua o el riesgo de inundaciones al desbordarse algunos puntos por falta de drenaje. Se estima que se precisará 18 hm3al año adicionales para el 2050. De la misma manera, la subida del nivel del mar podría hacer retroceder todas las playas (incluida la desaparición de la de Sant Sebastià en el peor de los casos), mientras que otros arenales podrían sufrir mermas de entre el 30% y el 46%.

El plan Clima incluye un estudio que identifica diversos escenarios posibles según la respuesta que se dé al cambio climático. En general, se prevé un aumento de temperaturas y una tendencia a la disminución de las precipitaciones (más relevante en un escenario de acción pasiva). Más olas de calor, más días cálidos (30º C) y más noches tropicales (más de 20º C) son los efectos más temidos. Barcelona se registra, de media, 22 días cálidos, mientras que estos episodios se podrían repetir 80 veces al año a finales de siglo en el peor escenario.

De la misma manera, las noches tropicales, que ahora suman 38 al año, podrían multiplicarse por 3 hasta sumar 112 para finales del año.