El tigre de Tasmania estaba ‘condenado a muerte’ antes de la invasión de los humanos
Extinción de especies
El primer análisis de la singular especie también conocida como el lobo marsupial muestra su evolución convergente con los perros salvajes
No hay duda de que los humanos provocaron la muerte de los últimos ejemplares en libertad del tigre de Tasmania, hace un siglo. Pese a ello, un nuevo análisis genético de los restos conservados indican que esta singular especie se encontraba en un callejón sin salida evolutivo, y “la salud genética había estado disminuyendo durante muchos milenios antes de que se encontraran cazadores humanos”.
Así lo explica el profesor Andrew Pask, profesor de la Universidad de Melbourne (Australia) y autor principal de un estudio sobre esta materia que publica le revista Nature Ecology and Evolution (11 diciembre). El trabajo científico que se presenta ahora incluye la primera secuenciación genética de esta especie, también conocida como lobo marsupial o tilacino (de nombre científico Thylacinus cynocephalus) .
El equipo liderado por Andrew Pasck recuerda que el tigre de Tasmania fue una especie excepcional. “Fue el depredador marsupial más grande que sobrevivió en los últimos tiempos. Lamentablemente fue cazado hasta la extinción en la naturaleza, y el último tigre de Tasmania conocido murió en cautiverio en 1936”. En el articulo publicado ahora se presenta información sobre la salud genética de la especie y los orígenes de la similitud en la forma del cuerpo entre el tilacino y los perros salvajes . Los dos son casi idénticos, a pesar de haber compartido por última vez un ancestro común hace más de 160 millones de años, un notable ejemplo de la llamada “evolución convergente”.
Buena parte del estudio genético de esta especie se basa en los restos de una cría conservados desde hace 109 años en Museums Victoria, Melbourne. "El genoma nos ha permitido confirmar el lugar del tilacino en el árbol evolutivo. El Tigre de Tasmania pertenece a un linaje hermano del Dasyuridae, la familia que incluye al demonio de Tasmania y el ratón marsupial (dunnart)", comentó Pask en un comunicado de la Universidad de Melbourne.
Las técnicas de cacería y la dieta de carne fresca que comparten el tilacino y el dingo motivaron que sus cráneos y la forma del cuerpo se asemejaran a través de la "evolución convergente", según los científicos. La "evolución convergente" se refiere al proceso en que los organismos que no están vinculados evolucionan por separado, de tal manera que con el tiempo se asemejan para adaptarse a ambientes parecidos o nichos ecológicos.
"La apariencia del tilacino es casi como la de un dingo con bolsa marsupial. Al estudiar las bases de su evolución convergente, vimos que no fueron los genes los que cambiaron el cráneo y la forma corporal sino las regiones que controlan 'el encendido y apagado' de los genes en diferentes etapas del crecimiento", acotó Pask.
Christy Hipsley, de Museos Victoria, que formó parte del estudio, explicó que al analizar las características del cráneo, como los ojos, la mandíbula y la forma del hocico se hallaron mayores semejanzas con el zorro rojo y el lobo gris.
"El hecho de que estos grupos no hayan compartido un ancestro común desde la era del jurásico nos da un impactante ejemplo de convergencia entre especies distantes", enfatizó Hipsley, en el comunicado.
El tilacino, un marsupial parecido a un tigre por las franjas que cruzaban su lomo, llegó a habitar antiguamente en Australia continental y en la isla de Nueva Guinea. Sin embargo, cuando los europeos llegaron a Oceanía en el siglo XVIII, la población de este animal se concentraba en la isla de Tasmania, y su extinción se aceleró por una intensa campaña de caza entre 1830 y 1909, alentada por recompensas para acabar con este depredador que se comía al ganado.
Pask también remarcó que al ser el genoma más completo de un animal extinto, esto constituye técnicamente el primer paso para "traer de vuelta al tilacino, aunque aún falte un largo camino por recorrer"
El estudio también permitirá ayudar a la preservación del demonio de Tasmania, que existe solamente en la isla del sur de Australia y cuyas especies están aquejadas por un cáncer facial que ha diezmado considerablemente a su población. JEC - EFE
Artículo científico de referencia:
Genome of the Tasmanian tiger provides insights into the evolution and demography of an extinct marsupial carnivore Charles Y. Feigin, Axel H. Newton, Liliya Doronina, Jürgen Schmitz, Christy A. Hipsley, Kieren J. Mitchell, Graham Gower, Bastien Llamas, Julien Soubrier, Thomas N. Heider, Brandon R. Menzies, Alan Cooper, Rachel J. O’Neill Andrew J. Pask. Nature Ecology ans Evolution. 11 december 2017. https://www.nature.com/articles/s41559-017-0417-y