Cara a cara con el lobo en el Pirineo
La pareja y sus dos hijos relatan el encuentro con entusiasmo y sin ningún indicio de peligro
Una familia francesa se encuentra fortuitamente con un animal solitario en el Puigmal, Cerdanya
La familia Grange, una joven pareja francesa de vacaciones en el Pirineo con sus hijos, vivió el pasado 24 de julio un encuentro inolvidable con la naturaleza. Jean-Charles Grange, entomólogo, había salido con su mujer y sus dos hijos de excursión en la zona del Puigmal (Cerdanya) y, ya de vuelta, poco después de las 20:30 horas, se encontraron de pronto cara a cara con un lobo.
"Vimos algo que se movía muy rápido a una veintena de metros" explica Grange, "y de repente lo vimos bien, y lies dije a los niños que no se movieran, que era un lobo". El animal se quedó observando al grupo durante unos segundos y poco después dio la vuelta y desapareció entre los árboles.
La familia no se asustó, ya que el animal no mostró ninguna actitud amenazadora al ver el grupo, sino que se limitó a mirar a los humanos y tomar una posición segura. Fue en este momento cuando la mujer, que llevaba la cámara colgada al cuello, hacer una primera fotografía. A continuación, el marido tomó otras fotografías antes de que el animal se escondiera en el bosque.
Un caso muy similar el pasado mes de febrero
En una zona muy próxima a la visitada por la familia Grange, el fotógrafo Ferran Jordà (www.bw-color.com) consiguió la tarde del pasado 21 de febrero las que podrían ser las primeras y de momento únicas imágenes de este invierno del lobo en Catalunya. Jordà visitaba la zona de Queralbs (Ripollès) en busca de fotografías de fauna salvaje del Pirineo y casi por casualidad descubrió una de sus figuras míticas.
“Debían ser las cinco de la tarde y el cielo estaba muy oscuro, lo que hacía difícil captar imágenes de gran calidad con un teleobjectivo”, recuerda Jordà. “El animal estaba aparentemente solo y parecía seguir nuestras huellas en un camino por donde acabábamos de pasar, pero cuando nos vio, a lo lejos, dio media vuelta y volvió a la zona de montaña”, detalla el autor de las imágenes. La zona nevada por donde deambulaba el lobo se encuentra a unos 1.500 metros de altitud, al pie de la cima de Torreneules.
Hace diez años que está reconocido oficialmente que el lobo ha vuelto a Catalunya, aunque algunos ejemplares ya habían sido detectados antes por algunas personas. El lobo se introdujo en el macizo del Cadí pero también se sabe de algún ejemplar en el Ripollès. Se trata de individuos sueltos, no de manadas, según explican los expertos. En el caso del Puigmal, se sabía hace años su presencia en el lado norte del macizo y desde hace un tiempo también se ha dejado ver en la cara sur. Se trata de un animal difícil de ver y de fotografiar.
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