Adam Levine, líder de la banda americana Maroon 5, ha añadido un nuevo tatuaje a su amplia colección. El artista de 42 años comenzó a dibujarse el cuerpo con tinta hace veinte años, concretamente tras los atentados del 11-S, y desde entonces no ha dejado de decorar su anatomía con diversos motivos. El último ocupa toda la parte baja de su pierna izquierda y ha tardado tres días en completarse.
Adam Levine ha hecho de su cuerpo tatuado una seña de identidad, lo mismo que otros artistas como Nicky Jam, Justin Bieber, Tekashi 69 a Post Malone. No obstante, son pocos los artistas de nueva generación que se resisten a dibujarse algo en el cuerpo, por pequeño que sea.
Miley Cyrus tiene la piel repleta de pequeños tattoos; Demi Lovato también luce tinta por diversas partes de su cuerpo así como Selena Gomez, algo más discreta, o Aitana Ocaña. Desde luego, los tatuajes son un elemento decorativo que está en pleno auge.
Ahora bien, el caso de Adam Levine es de los dignos de mencionar. Comenzó a dibujar su piel tras los atentados del 11-S en Nueva York e inauguró su colección con un símbolo de la paz. Poco a poco ha ido añadiendo y más y más tinta a su cuerpo, sobre todo en los brazos y en la zona del pecho y abomen.
La palabra California se dibuja por encima de su obligo así como diversos animales como una mariposa, un águila o un león. Sus brazos están cubiertos al completo por motivos florales y animales y elementos de la naturaleza, y los dedos de su mano izquierda incluyen la palabra “Love”.
El artista ha compartido en Instagram la última de sus adquisiciones: la cresta de las olas del mar, mostrando cierta furia, elaboradas tan solo con tinta oscura, como viene siendo habitual en sus tatuajes. Adam Levine ha subido a Instagram una foto en pantalón corto para mostrar el resultado.
Tal y como ha comentado, le llevó tres días completar este dibujo, siendo la última jornada la más dolorosa por la elaboración del sombreado. Ahora bien, este no es el tatuaje que más tiempo le ha llevado a Adam Levine. Su espalda, cubierta por una especie de ángel convertido en sirena sujetando una calavera, tardó seis meses en ser tatuada.
“Los tatuajes acaban siendo un extraño mapa o narrativa a través de los años”, confesó hace un tiempo en la revista People y añadió: “Siempre me hacen pensar en este largo, extraño, increíble viaje que es la vida”.