Demi Lovato y su eterna lucha contra las adicciones
Demi Lovato
La cantante ha lidiado con problemas con el alcohol, las drogas y trastornos alimenticios
Demi Lovato, hospitalizada tras sufrir una sobredosis de heroína
Quienes siguen la carrera de Demi Lovato desde hace años saben que la cantante ha pasado por momentos muy difíciles a lo largo de su vida. Ser una estrella infantil ha acabado pasándole factura, y muchos de los problemas de autoestima y de acoso que Demi sufrió en su infancia y adolescencia acabaron siendo paliados con algo que era mucho peor que eso: las adicciones.
Demetria Devonne Lovato-Hart, como en realidad se llama, comenzó su carrera profesional siendo tan solo una niña de ocho años. Sus apariciones esporádicas en series infantiles acabaron por darle el papel protagonista que la encumbraría a la fama: Camp Rock.
Junto a los Jonas Brothers, Demi Lovato protagonizó la película de Disney y con solo 15 años se convirtió en un fenómeno de fans en todo el mundo. Una situación envidiable para muchos que sin embargo, para ella, marcaría el inicio de su camino por el infierno.
Y es que Demi Lovato lidió durante muchos años, y en secreto, con sus problemas con la bebida, el primero de sus recursos para aislarse del mundo en el que vivía y sentirse bien consigo misma. “Mi padre fue un adicto y un alcohólico y supongo que quise saber lo que encontró en las drogas y en el alcohol”, explicaba la cantante quien a los 17 años ya era una adicta.
Demi Lovato, de 25 años de edad, ha estado sin probar una gota de alcohol durante seis años, es decir, desde los 19. Hace unos meses celebraba todo este tiempo de sobriedad sin saber que, poco después, habría vuelto a recaer en la bebida. Así lo confesó hace pocas semanas al publicar la canción Sober, un tema desgarrador donde narra su recaída y cómo se siente al respecto.
Pero el alcohol no ha sido el único demonio contra el que Demi Lovato ha tenido que luchar ya que, en su lista de adicciones, también ha que añadir la de las drogas. Y es que la artista se las ingenió para que la gente de su entorno no sospechase que consumía a pesar de que su dependencia era muy fuerte.
Así lo narra en el documental que Demi Lovato publicó en Youtube hace unos meses, Simply Complicated , donde habla sin tapujos de todos los problemas con los que ha estado conviviendo desde que se convirtió en una estrella del entretenimiento. “La camuflaba en los aviones, en los baños, a medianoche. Y nadie lo sabía. No era capaz de estar sobria”, confesaba en relación a la cocaína.
Su dependencia a las sustancias fue tal que Demi Lovato tuvo que acabar ingresando en un centro de rehabilitación para ser tratada por sus adicciones. “Llegué a un punto en que o estaba drogada o estaba pensando en drogarme”, admitía la artista.
Otro de los grandes problemas con los que Demi Lovato ha convivido ha sido con el de la bulimia. Las exigencias de la industria por tener un físico perfecto hicieron mella en ella, que empezó a trabajar siendo tan solo una niña, y acabó por desarrollar un complejo con su físico que le llevó a verse gorda y a no aceptar su cuerpo.
Hace poco más de un año Demi Lovato publicó unas fotografías que ponían la piel de gallina en las que se veía su aspecto, enfermo y en los huesos, en la época en la que la bulimia dominaba su vida. En el documental sobre su vida, Demi admite que su obsesión por contar las calorías es algo que todavía está presente y que intenta dominar a diario.“La comida es mi mayor reto. Me da vergüenza mirar atrás y ver quien fui”, comentaba.
Unos meses atrás, Demi Lovato anunciaba en redes sociales haber dejado de hacer dieta como forma de plantarle cara a este problema. La artista confesaba amar su cuerpo tal y como es, curvilíneo y con lo que muchos consideran imperfecciones, como estrías y celulitis. De hecho, ella misma publicó unas fotografías en Instagram donde mostraba las marcas de su anatomía sin complejos.
Pero tras estas acciones de positivismo y self-confidence, Demi Lovato seguía luchando contra su peor enemigo: ella misma. Y es que, más allá de las adicciones, la artista también sufrió una depresión por todo lo que llevaba vivido. Y por si eso fuera poco, hace un tiempo confesó ser bipolar, algo que alteraría con frecuencia su estado anímico y le llevaría a pasar por fases un tanto oscuras.
Todavía no se ha confirmado que lo que ha llevado a Demi Lovato al hospital haya sido una sobredosis, pero teniendo en cuenta su historial, muchos dan por hecho que se trata de una nueva recaída. Sus fans, al igual que sus compañeros de profesión, familiares y amigos, esperan con ansias que se recupere lo más pronto posible y que pueda seguir demostrando lo que vale, tanto encima como fuera del escenario.