¿Quieres pasar toda una noche en la ópera?
12 horas con Satie en el Liceu
El pianista Francesco Tristano se suma a la protesta artística del Liceu para que se amplíe el límite sanitario de 500 espectadores
El Liceu tiene sus propios métodos de protesta contra esa media estrella del Procicat que condiciona la cultura en Catalunya a un límite de 500 espectadores por función en esta segunda desescalada. Y una de esas manifestaciones artísticas para alertar sobre los efectos de una medida que no consideran necesaria –pues se ha demostrado que “hemos hecho las cosas bien durante esta pandemia”– tendrá lugar a lo largo de toda esta noche de martes a miércoles, cuando Francesco Tristano, pianista luxemburgués afincado en Barcelona, suba al escenario e interprete de 8.00 de la tarde a 8.00 de la mañana la pieza Vexations que Erik Satie compuso para ser tocada 840 veces seguidas. La gesta obstinada se podrá seguir en streaming toda la noche por el Youtube del Liceu.
Disponible a través del Youtube del Liceu
A partir de hoy a las 20 h y hasta las 8 h de mañana, Francesco Tristano interpreta al piano ininterrumpidamente ‘Vexations’ de Erik Satie
El Gran Teatre, que durante esta pandemia había dado muestras de prudencia poniendo a la venta sólo el 50% de su aforo, ve ahora como esta medida sobrevenida le supone no sobrepasar el 21% de su capacidad. Unas condiciones con las que no podría llevarse a cabo la producción de La traviata –la del montaje de David McVicar– que el coliseo lírico de la Rambla repone a partir del 5 de diciembre para celebrar el 20º aniversario de su reapertura.
Hoy la directiva al completo del Liceu se ha personado en el teatro para manifestar su descontento. Y no sólo porque el agujero económico que dejaría sería notable, sino porque tendría que dejar a parte de sus abonados sin la ópera de estas navidades en Barcelona. ¿Quién decide qué espectadores entran y cuáles no?, se preguntaba hoy el director general, Valentí Oviedo.
El Liceu ha escogido reivindicarse a través del arte y ha invitado esta tarde de martes a 500 personas a seguir un ensayo de La traviata, el primero en el que orquesta, coro y artistas se reunían en escena y que es básicamente una puesta a punto musical, sin acción teatral. La imagen del Liceu con una butacada de cada cuatro ocupada y el resto vacía hablaba por sí sola.
Este ensayo conducido por la directora musical de este Verdi, Speranza Scapucci, quería ser un acto de reflexión para “intentar hacer ver a la gente que un teatro de 14.000 metros cúbicos que renueva el aire 8,5 veces cada hora no es un espacio de riesgo en el contexto de esta pandemia, y que por ello merece la pena poder contar con el 50% de aforo a partir del día 5 de diciembre”, según afirmó Oviedo.
El silencio como performance reivindicativa
Josep Pons y la Simfònica del Liceu han interpretado la obra de John Cage 4`3”, esto es, 4 minutos y 33 segundos de silencio
Pero antes y después del ensayo, el director artístico del Liceu, Víctor Garcia de Gomar, tenía preparadas dos de estas acciones de carga poética a la que va acostumbrando al público barcelonés. La primera era interpretar la pieza de John Cage 4’33”, una obra en completo silencio para la que el director musical del Liceu, Josep Pons, se ha situado en el podio, ha levantado las manos en señal de inicio y las ha mantenido allí durante los 4 minutos y 33 segundos que dura esta música performática... pues “el silencio también forma parte de la música”.
La segunda ese esa noche con Tristano dando vueltas en loop a las 152 notas de Vexations, una obra que dura entre 16 y 21 horas, y que aquí queda reducida a 12. Se trata de la reacción del compositor Erik Satie a un desamor, una ruptura sentimental que le hizo sentir literalmente vejado.
“En una temporada cuyo eje central es la obsesión, hemos recurrido a dos formas de obsesión a modo de reclamación: la primera a partir de la saturación del silencio, y la segunda a partir de la repetición obstinada”, explicó De Gomar. “Estamos turbados por esta incertidumbre y reclamamos una revisión de esta aritmética del límite de 500 espectadores”.
Acompañando la actuación de Tristano habrá una instalación que nace como un juego, como un instrumento que acompaña el paso del tiempo. .Mientras Tristano toca Les Vexations de Erik Satie durante toda la noche, se va a construir un reloj de cristal y luz. Una creación efímera que es a la vez sostén emocional y visual.
Cada hora contiene 70 piezas de cristal que representan las repeticiones de la partitura. Una acción efímera donde, a partir de la repetición, se llena el tiempo transformándolo en una imagen que sirve al artista como soporte en el desafío de ejecutar un verdadero manifiesto de la época. Esta instalación ha sido diseñada y ejecutada por Falcon Muse Creative (FMC), una agencia de arte conceptual dedicada a la creación y desarrollo de contenido, al diseño y producción de experiencias espaciales, escenográficas y arquitecturas efímeras.