El festival Cruïlla está a un paso de aplazar la edición de este año tras las medidas, fases y plazos que contempla el plan de desescalamiento. En un comunicado hecho publico ayer por la tarde, el certamen que oficialmente aun tiene previsto realizarse en el Parc del Fòrum del 2 al 4 del próximo julio, reconoce que dificilmente podrá celebrarse y que seguramente tendrá que posponerse a 2021.
El Cruïlla y el Primavera Sound ya no ocultan su enorme pesimismo ante el inminente escenario que se avecina
Aunque todavía no es oficial la toma de decisión, el festival que dirige Jordi Herreruela casi seguro que la confirmará tras el consejo de ministros de la semana que viene que tratará sobre estas cuestiones. En otras palabras: no se tomará ninguna decisión hasta que el gobierno no decrete la cancelación de acontecimientos como el que él dirige “por causa de fuerza mayor”.
Esta figura, la de causa mayor, es el gran caballo de batalla que mantiene sobre todo a los grandes festivales musicales en vilo, como los dos más populosos que acoge Barcelona en verano, el Primavera Sound y el Sónar. Todos ellos están a la espera de contar con esa cobertura legal sin la cual no se pueden cancelar contratos con personal, técnicos y artistas sin que ello suponga un enorme perjuicio económico. Eso, y que se flexibilice el término de devolución de las entradas adquiridas o se posibilite su intercambio.
Herreruela se reafirmó un poco más tarde cuando participó en el programa #aTRESCbandes, en Instagram Live, que versó sobre “Els festivals d’estiu... el dia després”, en donde también tomaron parte Cesc Casadesús, máximo responsable del Festival Grec, y Alberto Guijarro, codirector del Primavera Sound. Según él, “en el caso del Cruïlla, se trata de un modelo de festival que programamos a un año vista y adquirimos muchísimos compromisos: firmamos contratos que no se pueden cancelar unilateralmente”.
Asimismo afirmó que, en cualquier caso, y si al final se hace con otros planteamiento “será difícil hacer el Cruïlla tal y como lo hemos imaginado, hecho y producido desde sus inicios. La gente nos ha comprado unas entradas para un concepto de festival que será muy difícil hacer este año. Hemos trabajado con muchas variables sanitarias , pero hemos visto que hay poco margen porque hay una falta de fiabilidad con tanta gente asistente”.
El Primavera Sound fue la primera de las grandes convocatorias que decidió retrasar su edición de este año, es decir del 3-7 de junio a finales de agosto, pero aún así no habrá servido de gran cosa. Eso es al menos lo que volvió a decir su codirector Alberto Guijarro. “Estamos esperando a que el Gobierno diga algo concreto, pero todo pinta que no podrá ser. Lo que queremos saber es hasta cuando no se pueden conciertos para comenzar a tomar decisiones”.
Está muy bien lo de los conciertos gratuitos on line, pero ya llevamos dos meses y los artistas lo están pasando mal. Hay que pagar por estos contenidos”
En su opinión esta crisis producida por la pandemia ha visibilizado la necesidad de monetizar la música dado el parón radical de actividad. “Hemos visto muchos conciertos gratuitos on line estos días, pero ya llevamos dos meses y los artistas lo pasan mal o muy mal. Tarde o temprano habrá que pagar por estos contenidos”, concluyó, haciéndose eco de un sentir cada vez más generalizado en el sector.