Marcos U. Pérez Rodríguez, ingeniero: “La tecnología nos lleva hacia la conducción autónoma, pero aún falta mucho para que sea totalmente operativa”

Seguridad vial

Este ingeniero especialista en seguridad vial explica el impacto de los avances tecnológicos en la reducción de siniestros

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Mario U. Pérez Rodríguez experto en Reconstrucción de Accidentes.

Mario U. Pérez Rodríguez experto en Reconstrucción de Accidentes.

Mario U. Pérez Rodríguez

El avance tecnológico ha revolucionado la seguridad en carretera, pero ¿qué innovación ha tenido el mayor impacto en la reducción de víctimas? Marcos U. Pérez Rodríguez, ingeniero industrial gerente de la empresa Reconstrucción de accidentes, lo tiene claro: “Sin duda, la tecnología que más vidas ha salvado es el cinturón de seguridad en el caso de los turismos, y el casco en el caso de las motos”. 

Sin embargo, los nuevos desarrollos siguen marcando la diferencia. Los sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS, por sus siglas en inglés) han cambiado la forma en que interactuamos con los vehículos, minimizando los errores humanos y reduciendo el número de colisiones.

Los sistemas de seguridad activa

El mercado se adapta a la carrera

Las marcas integran lo antes posible los sistemas de seguridad activa

Las marcas integran lo antes posible los sistemas de seguridad activa

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El tipo de frenado de emergencia de los coches, el detector de somnolencia sistemas ABS o los de estabilidad (esp), por ejemplo, actúan sobre la dinámica del vehículo para corregir o suplementar las acciones del conductor. Estos sistemas de seguridad activa analizan en tiempo real lo que el vehículo está haciendo y lo que realmente intenta el conductor. En base a esas diferencias, intervienen para mejorar la estabilidad y el control, disminuyendo el riesgo de accidente.

Entre los ADAS más destacados se encuentran los que controlan la distancia con los vehículos precedentes o laterales, aplicando frenadas automáticas en caso de peligro inminente. También destacan los sistemas que alertan al conductor sobre una posible salida del carril o que incluso corrigen la trayectoria de manera autónoma. “Los sistemas de mantenimiento de carril pueden ser 'activos', si mantienen el coche en el centro del carril, o 'reactivos', si provocan un giro cuando el vehículo está a punto de superar las líneas” añade el experto.

Estas mejoras se van incorporando al mercado lo antes posible. Euro NCAP (European New Car Assessment Programme) es una organización independiente que evalúa la seguridad de los vehículos mediante rigurosas pruebas de choque y tecnología de asistencia a la conducción. En su informe de 2024, Euro NCAP analizó un total de 53 modelos de automóviles, de los cuales 41 eran nuevos modelos y 12 variantes adicionales, manteniendo sus estrictos criterios de calificación de seguridad. A pesar de las dificultades del mercado, los fabricantes lograron adaptarse rápidamente a los nuevos requisitos de cinco estrellas, garantizando altos niveles de protección para los ocupantes y otros usuarios de la vía.

La conducción autónoma

El futuro más seguro en la carretera

Los conductores ya viajan en el futuro

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El futuro de la seguridad vial pasa por la interconexión de los vehículos entre sí y con la infraestructura. “Se están desarrollando sistemas de comunicación de vehículo a vehículo (V2V) y de vehículo a infraestructura (V2I), que permitirán que los automóviles se avisen entre ellos y reciban información en tiempo real desde señales, semáforos o paneles informativos”, detalla Pérez Rodríguez.

Esto significa que un coche podría recibir una alerta de un vehículo más adelante que ha frenado de golpe, incluso antes de que el conductor lo vea. O que los semáforos envíen señales a los automóviles para optimizar la velocidad y reducir los tiempos de espera y el consumo de combustible. “La evolución de estos sistemas más primitivos nos lleva a la conducción autónoma, aunque aún falta mucho para que sean totalmente operativos”, reconoce el experto.

Más allá de los sensores y la inteligencia artificial, la mejora en la iluminación ha sido otro factor clave en la seguridad vial. “El paso de bombillas halógenas a luces de xenón y ahora a LED ha supuesto un incremento muy importante en seguridad”, destaca Pérez Rodríguez. Los sistemas actuales incluyen encendido automático, cambio inteligente entre luces largas y cortas y, en su última evolución, faros DLP que permiten circular con luces largas de forma permanente sin deslumbrar a otros conductores. “Estos faros proyectan sombras sobre otros vehículos para evitar molestias sin comprometer la visibilidad del conductor”, explica.

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Aunque el cinturón de seguridad y el casco siguen siendo los elementos que más vidas han salvado en la historia de la automoción, los avances tecnológicos siguen sumando protección en las carreteras. El futuro de la seguridad vial pasa por la integración de sistemas cada vez más precisos y conectados entre sí. “Estamos en un momento de transformación. La tecnología no solo ayuda a corregir errores, sino que también anticipa riesgos y mejora la seguridad de todos los usuarios de la vía”, concluye Marcos U. Pérez Rodríguez.

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