Cómo desempañar rápido el parabrisas y otros trucos imprescindibles para el coche en invierno
Moveo
Frío, lluvia, nieve, hielo son factores que pueden afectar al funcionamiento de nuestro vehículo y, por ende, a nuestra seguridad al volante
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A medida que se acerca al invierno, las temperaturas van cayendo y se hacen presentes las condiciones meteorológicas más adversas. Frío, lluvia, nieve, hielo son factores que pueden afectar al funcionamiento de nuestro vehículo y, por ende, a nuestra seguridad al volante.
Durante esta época del año es imprescindible que antes de iniciar cualquier trayecto tengas tu vehículo preparado para hacer frente a posibles incidencias, incluso a las más habituales. En este artículo recogemos algunos de los problemas más comunes que tienen lugar durante los meses de frío y que sabiendo cómo podrás solucionar fácilmente.
Vaho
A finales de otoño y en invierno, es habitual que se empañen los cristales del coche. Este fenómeno, que puede llegar a resultar muy molesto y peligroso, suele ocurrir a primera hora de la mañana, y provoca una gran pérdida de visibilidad. ¿El motivo? La diferencia de temperaturas entre el exterior y el interior del coche, entre el frío de fuera y el calor de nuestra temperatura corporal y nuestra respiración. El vaho es vapor de agua que se condensa al entrar en contacto con el cristal frío, haciendo que se empañen los cristales de nuestro vehículo.
Uno de los remedios más populares aunque nada aconsejable es el de pasar un trapo o un papel, o incluso la mano sobre el parabrisas. Con esta solución solo conseguirás un resultado temporal y, peor aún, removerás el polvo que está acumulado en el cristal dejando manchas una vez que la luna esté limpia.
Para desempañar un cristal, lo más indicado es dirigir el flujo de aire caliente hacia el parabrisas y así, con el aire seco, compensar el frío exterior. A la hora de hacerlo, pon la calefacción y la ventilación al máximo. Como precaución se pueden abrir un poco las ventanas traseras para ventilar el habitáculo y también para evitar somnolencia.
El vaho es vapor de agua que se condensa al entrar en contacto con el cristal frío, haciendo que se empañen los cristales
Otra solución es activar el aire acondicionado que ya está preparado para reducir la humedad, combinándolo con el aire caliente. Aunque “parece una incongruencia, al activar el aire acondicionado, este pasa por un evaporizador que reduce su humedad antes de salir por las rejillas, mejorando así su eficiencia para desempañar”, apuntan desde Mapfre. En este caso no utilices la recirculación, sería contraproducente.
Hoy en día, muchos de los coches modernos ya incorporan climatizador, y en general cuentan con un botón que tiene justamente como misión desempañar el parabrisas. Si es ese tu caso, úsalo siempre que te encuentres con un cristal empañado.
Una vez ya en marcha, es aconsejable mantener el habitáculo a una temperatura entre los 18 o 19 grados para así evitar que los cristales vuelvan a empañarse y puedas conducir tranquila y seguramente.
Placa de hielo
Otra de las situaciones más típicas de esta época del año es encontrarse con una placa de hielo en el parabrisas. Como en el caso anterior, existen técnicas que, a parte de no ser efectivas, pueden empeorar el problema. Ejemplo de ello es la solución de accionar los limpiaparabrisas y echar agua por encima del cristal. Según la DGT, el agua empeorará la situación y las escobillas del limpiaparabrisas es muy probable que estén pegadas por el hielo, así que podemos estropearlas y también el motor del limpiaparabrisas.
Tampoco es recomendable el uso de agua caliente ya que el cambio de temperatura será tan grande que es probable que se rompa el cristal. Un problema aún mayor del que teníamos. Otro de los métodos erróneamente difundidos es el de echar sal. Este producto sí que evita la congelación, pero en ningún caso tiene propiedades para descongelar. De hecho, su uso puede arañar el cristal y también corroer la chapa.
Una vez explicado lo que no se puede hacer, vamos a la solución. Como siempre, es mejor prevenir (aquí te explicamos consejos) que curar, pero si has llegado tarde y ya se ha formado una película de hielo en el parabrisas lo mejor que puedes hacer en primer lugar es poner en marcha el motor del coche y conectar la calefacción sobre las lunas. Si la capa de hielo no es muy gruesa se puede rociar el parabrisas con alcohol ya que tiene un punto de congelación inferior al agua. En caso contrario, habrá que utilizar una rasqueta de plástico e ir quitando la escarcha. Como es muy probable que no dispongamos de este elemento, como alternativa, podemos utilizar una tarjeta o carnet que no sean importantes porque se pueden estropear.
Una vez hemos eliminado la capa de hielo, accionaremos los limpiaparabrisas para dejar totalmente a punto el cristal. Siempre hay que retirar el hielo antes de emprender la marcha. Aunque esto parezca una obviedad, sigue habiendo conductores que arrancan con él, esperando a que la calefacción y los limpiaparabrisas hagan su efecto, mientras recorren muchos metros sin apenas ver lo que sucede delante del volante, generando una situación potencialmente peligrosa.
Cerraduras
Otro de los problemas con el que te puedes encontrar, aunque no tan habitual como en los casos anteriores, es que cuando el frío arrecia las cerraduras de las puertas queden congeladas. Esto puede llegar a convertirse en un auténtico problema si tenemos prisa. En ningún caso, es recomendable utilizar la fuerza bruta para tratar de abrir el coche porque se podría dañar el mecanismo. Lo mejor es que utilices alcohol o incluso un secador de mano para abrir las puertas sin forzarlas. Para evitar definitivamente el problema, hay aerosoles lubricantes con los que evitarás la congelación.