Prepara 120.000 euros para la versión más “básica” del Porsche 911 Carrera
Disponible en carrocería Coupé y Cabriolet, desarrolla una potencia de 385 CV, 15 más que en el modelo antecesor
Porsche presentó hace unos meses la octava generación del 911 Carrera. Las primeras versiones en debutar fueron las más potentes, es decir, la S y 4S (con tracción integral), propulsadas por un impresionante motor bóxer turboalimentado de 450 CV. Y ahora la marca amplía la oferta con las variantes de acceso a la gama, tanto en carrocería Coupé (120.458 euros) como en la descapotable Cabriolet (136.748 euros).
Estas nuevas alternativas montan un bloque 3.0 biturbo de seis cilindros, que desarrolla una nada desdeñable potencia de 385 caballos (15 CV más en el modelo anterior) y un par de 450 Nm. Asociado a una nueva transmisión de doble embrague y ocho velocidades (PDK), ofrece unas excelentes prestaciones, propias de un buen deportivo..
Por ejemplo, el 911 Carrera Coupé alcanza una velocidad punta de 293 km/h (291 km/h la versión descapotable) y desplaza la aguja del velocímetro de cero a cien en 4,2 segundos. Esta cifra se puede rebajar 0,2 segundos con el paquete opcional Sport Chrono Package. Todo ello con un consumo medio de 9,0 l/100 km (9,2 l/100 km ).
Las diferencias respecto a las versiones más potentes estriban esencialmente en el tamaño de las llantas y los frenos, que en este caso tienen un tamaño menor, y las salidas de escape, que son ovaladas cromadas. En el eje delantero calza ruedas de 19 pulgadas, mientras que las dimensiones de las traseras marcan 20 pulgadas. La detención del deportivo está confiada a unos discos de 330 milímetros, con pinzas monobloque fijas de cuatro pistones, pintadas en negro.
El 911 Carrera Coupé y Cabriolet presentan los mismos acabados premium que las opciones tope de gama. En el interior, las líneas de salpicadero son rectas y bien definidas, combinadas con una instrumentación integrada, en una clara inspiración de los 911 de los años setenta. Junto al cuentarrevoluciones central, típico de los Porsche, hay dos pantallas sin marco destinadas a proporcionar toda la información al conductor. La pantalla central PCM, de 10,9 pulgadas, es táctil y se puede manejar de forma rápida y sin distracciones.
Ambos modelos pueden equipar grandes opciones de conectividad e innovadores sistemas de asistencia a la conducción, como el Modo Wet Porsche que garantiza un comportamiento más seguro en carreteras mojadas. Mientras que algunas de ellas vienen de serie, otras hay se facturan aparte, lo que incrementa el precio final del deportivo.