En España, existen cuatro tipos de carnets diferentes para conducir una moto: AM, A1, A2 y A. Cada uno de ellos autoriza, en función de unas características específicas, la conducción de distintos vehículos de dos ruedas. Por ello, debemos tener claro cuál es el nuestro y qué particularidades presenta para elegir el carnet que corresponda en cada caso. De esta forma, evitaremos problemas como el que puede suponer conducir una moto A con un carnet A2.
El artículo 4 del Reglamento General de Conductores, relativo a las clases de permiso de conducción y la edad requerida para obtenerlo, establece las pautas en esta materia. Así, podemos ver que, en el caso de los dos primeros (AM y A1), es posible presentarse con solo 15 y 16 años, respectivamente. Sin embargo, el carnet A2 se entregará a partir de los 18 años; y los que quieran hacerse con el A deberán tener cumplidos los 20 años.
Tipos de carnets de moto
AM, A1, A2 y A
Existen cuatro tipos de carnet de moto diferentes: AM, A1, A2 y A
Más allá de las edades necesarias, cada uno de estos carnets cumple una función diferente. Por ese motivo, no es válido utilizarlos fuera de sus respectivas especificaciones técnicas. La única excepción es el permiso A. Tal y como indica el Real Automóvil Club de España (RACE), “es el único carnet de moto que te permite conducir cualquier vehículo de dos ruedas, independientemente de su cilindrada y potencia”.
Además, el Reglamento General de Conductores añade que, dentro de este amplio abanico, “hasta los 21 años cumplidos no autorizará a conducir triciclos de motor cuya potencia máxima exceda de 15 kW”.
Por su parte, el carnet A2 “es el paso intermedio antes de lograr el carnet A”, prosigue RACE. En este caso, el conductor podrá circular con motos que no superen los 35 kW. Por ese motivo, utilizarlo para llevar un modelo que exceda de esa potencia y, por lo tanto, se corresponda al permiso A, se considera una falta grave; y como tal lo sanciona la Dirección General de Tráfico (DGT).
Mención aparte merecen los dos tipos de carnet más básicos. El AM autoriza la conducción de ciclomotores de dos o tres ruedas y cuatriciclos ligeros; y el A1 permite estar al volante de motocicletas con una cilindrada máxima de 125 cm3 y una potencia de hasta 11 kW, además de triciclos de motor cuya potencia no exceda los 15 kW. En ambos casos se autoriza también la conducción de vehículos para personas de movilidad reducida.
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Como hemos visto, cada carnet concede un permiso diferente. Sin embargo, es fácil que algunas personas con el A2 conduzcan una moto de tipo A, especialmente, cuando adquieren un nuevo modelo más potente que el anterior o deciden probar la nueva montura de un amigo. Es solo un momento: llevarla al taller, dar una vuelta… pero la multa puede ser grande.
El artículo 77 de la Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial (RDL 6/2015, de 30 de octubre), relativo a las infracciones muy graves, hace referencia a “conducir un vehículo careciendo del permiso o licencia de conducción correspondiente”.
De manera que, si conducimos una moto con una potencia superior a los 35 kW y únicamente estamos en posesión del carnet A2, nos enfrentaríamos a una multa de 500 euros, acompañada de la retirada de cuatro puntos del carnet de conducir.
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Lo irónico de todo esto es que, para obtener el carnet A, es preciso disponer del A2 y contar con dos años de experiencia. Por ello, es el más barato y fácil de conseguir. Suele rondar los 200 euros y, como indica el RACE, “no hay que pasar por el tedioso proceso de los exámenes teóricos y prácticos”.
En concreto, bastará con superar “un curso teórico-práctico de nueve horas y sacar nuevamente el test psicotécnico”. Este proceso nos evitará una multa de 500 euros si, por impaciencia, nos lanzamos primero a la conducción de una moto A.