La tecnología sigue cambiando las reglas del juego en nuestras carreteras. Si hace unos años eran los radares fijos los que más preocupaban a los conductores, hoy en día la posibilidad de ser sorprendidos desde el aire por los helicópteros de la Dirección General de Tráfico (DGT) se ha convertido en una inquietud creciente por parte de los automovilistas, ya que son prácticamente indetectables.
Aplicaciones como Google Maps o Waze se han convertido en herramientas imprescindibles para muchos conductores, ya que ofrecen información en tiempo real sobre la ubicación de los radares. Sin embargo, no pueden advertir sobre los radares móviles debido a que la normativa lo prohíbe expresamente, ni tampoco sobre los helicópteros Pegasus de la DGT o Falcó del Servei Català de Trànsit, cuya vigilancia desde el aire plantea una dificultad mucho mayor al no estar sujetos a puntos de control fijos.
Siguiendo la tendencia de tecnologías que ayudan a los conductores a anticiparse a los controles de tráfico, ha surgido una nueva aplicación pensada específicamente para detectar helicópteros de la DGT. La app, llamada HeliCops, ha sido diseñada para identificar la presencia de estos vehículos aéreos que, al igual que los radares fijos, son utilizados para detectar infracciones en carretera.
La aplicación está pensada inicialmente para vehículos Tesla, pero es compatible con otros navegadores y se puede usar en el móvil
Aunque la app está inicialmente optimizada para vehículos Tesla, también es compatible con coches que cuenten con sistema de navegación y se puede utilizar en smartphones. El creador de la aplicación ha anunciado que, si tiene éxito, desarrollará versiones adaptadas para los sistemas operativos iOS y Android, lo que ampliaría considerablemente su alcance entre los conductores.
En el siguiente vídeo publicado por HeliCops en YouTube un usuario de la aplicación explica detalladamente cómo configurarla para que funcione correctamente tanto en el navegador del coche como en un dispositivo móvil.
Además de los helicópteros, HeliCops ha incorporado la capacidad de detectar drones, un detalle que amplía la utilidad de la aplicación, ya que estos dispositivos se han convertido en una herramienta más en la vigilancia aérea de la DGT en los últimos años. Tanto los helicópteros Pegasus como los drones se sumarán probablemente a los operativos de control durante la campaña que Tráfico ha diseñado esta Navidad.
El anonimato del usuario queda a salvo, ya que la ubicación no se almacena en el sistema
Para adaptarse a las diferentes necesidades de los conductores, HeliCops está disponible en dos versiones. La versión gratuita avisa al usuario cuando un helicóptero de tráfico se encuentra cerca, proporcionando una alerta básica. En cambio, la versión de pago amplía la información, ofreciendo detalles más específicos como la posición exacta del helicóptero.
La aplicación se basa en una colaboración con ADSBExanche, una plataforma que proporciona información detallada sobre vuelos y tráfico aéreo, lo que permite a HeliCops rastrear con precisión los helicópteros y los drones en tiempo real. Esta precisión se complementa con un firme compromiso con la privacidad del usuario: la ubicación nunca se almacena y el anonimato está asegurado, lo que refuerza la confianza de los conductores que optan por utilizar la aplicación.
En el limbo de la legalidad
La distinción entre un avisador y un detector no siempre es sencilla, y esto es precisamente lo que genera incertidumbre en torno a la legalidad de HeliCops. Si se considera un avisador, similar a los dispositivos que alertan sobre la presencia de radares fijos, estaría dentro del marco legal, ya que simplemente informa al conductor sin interferir con los sistemas de control.
Sin embargo, si se interpreta como un detector, es decir, como un dispositivo que detecta activamente los controles de tráfico, entraría en una zona gris de la normativa, pues los detectores de radar están prohibidos, al igual que los inhibidores que bloquean las señales de los radares.
La legislación establece que los avisadores de radares fijos son legales y su uso está permitido, e incluso algunas señales de tráfico informan sobre su presencia. En cambio, los detectores y los inhibidores están expresamente prohibidos. Las sanciones por usar un detector son claras: 500 euros y la pérdida de 3 puntos del carnet de conducir. En el caso de los inhibidores, las consecuencias son mucho más severas, ya que solo llevarlos, aunque no estén en uso conlleva una multa de 6.000 euros y la pérdida de 6 puntos.