El patinete eléctrico ha llegado para quedarse. Quienes pensaron que su irrupción en el paisaje urbano iba a ser fruto de una moda pasajera se equivocaron por completo. En pocos años, este artilugio que nació como un elemento recreativo se ha convertido en un medio de transporte eficiente y sostenible que gana adeptos día tras día como podemos comprobar en cualquier momento en las calles de las grandes ciudades.
La facilidad de uso, combinada con su bajo impacto ambiental y su capacidad para sortear el tráfico, convierte al patinete eléctrico como una alternativa viable para los desplazamientos cotidianos para miles de personas. Pero todas estas ventajas que proporciona el patinete a sus usuarios también conllevan un riesgo significativo para su integridad física.
Los usuarios de los patinetes eléctricos forman parte del colectivo más vulnerable de la vía
La estructura propia del patinete hace que las personas que se desplazan en él sean muy vulnerables ante cualquier tipo de accidente por pequeño que sea. Lo sabe muy bien la doctora Anna Carreras Castañer, especialista sénior del servicio de cirugía ortopédica y traumatología del Hospital Clínic de Barcelona, que prácticamente a diario atiende a usuarios accidentados. “Las lesiones resultantes de accidentes en patinete eléctrico presentan un nivel de gravedad equiparable al observado en accidentes de motocicleta o en deportes de invierno como el esquí”.
Anna Carreras, traumatóloga del Hospital Clínic de Barcelona, advierte sobre las lesiones craneoencefálicas y en las extremidades superiores
Anteriormente, las lesiones de “alta energía” en entornos urbanos se asociaban principalmente a accidentes de moto o a atropellos. Sin embargo, desde la popularización del patinete eléctrico, también se han vuelto frecuentes las lesiones graves relacionadas con este medio de transporte. “Los traumatismos craneoencefálicos y las lesiones en las extremidades superiores, sobre todo de muñeca, codo o clavícula, son las más habituales. Son mucho más graves que las que pueda sufrir una persona cuando cae a nivel del suelo”, apunta la médica.
A través de su experiencia en el Hospital Clínic, Carreras advierte de un peligro añadido que en ocasiones sufren los usuarios de patinete eléctrico en un accidente. “Es más probable que una persona salga disparada si sufre un accidente yendo en patinete que si va en moto o en bicicleta, lo que conlleva con mayor frecuencia que la pierna quede atrapada entre el patinete y el suelo y se produzca una fractura de tibia”.
Los usuarios de patinete eléctrico son muy vulnerables en caso de accidente
“En general -añade la doctora Carreras-, las personas que van en patinete eléctrico no son conscientes de que en caso de accidente pueden llegar a sufrir lesiones equiparables a las que se producen los usuarios de moto”. Según la traumatóloga, estas lesiones incluso pueden ser de mayor intensidad. “Si bien los motoristas tienen muy claro que deben llevar casco y guantes y que es conveniente ponerse una prenda de ropa que les proteja ante una posible caída, los usuarios de patinete eléctrico no han interiorizado todavía que se pueden hacer mucho daño”.
“Es más probable que una persona salga disparada si sufre un accidente yendo en patinete que si va en moto o en bicicleta”
La velocidad que alcanzan los patinetes eléctricos, muchas veces por encima de los 25 km/h que es el tope reglamentario que fija la normativa de Tráfico, es otro factor que influye enormemente en la gravedad de las lesiones en caso de accidente. “La fuerza del impacto depende tanto de la velocidad como de la energía cinética que absorbe el cuerpo en el momento de frenar. Por eso no deberíamos trucar nunca el motor de un patinete eléctrico".
La normativa solo permite que vaya una persona en el patinete eléctrico
Todos estos peligros a los que se exponen los usuarios de patinete eléctrico sirven de argumento para que la doctora Carreras se muestre muy cauta a la hora de evaluar el riesgo de accidentes por ciudad. “La realidad es que vemos muchas más lesiones por accidente en patinete eléctrico que en bicicleta, porque mientras quienes van en bici por ciudad suelen circular a unos 20 km/h hay muchos usuarios de patinete que van a 40 km/h".
"A mis hijos, si los tuviera, no les dejaría ir en patinete eléctrico, es lo que les digo a mis sobrinos. Para los niños, el patinete eléctrico está bien desde el punto de vista recreativo, como la bici, pero no como medio de transporte y menos en ciudad”, añade la traumatóloga.
Lee también
Para advertir del riesgo que tienen los usuarios de patinete eléctrico de sufrir lesiones de gravedad, Carreras no duda al afirmar que este medio de transporte se asemeja en muchos aspectos a una scooter. “Debería ser obligatorio tener un mínimo de 16 años de edad y conocimientos básicos para conducir un patinete eléctrico. Y, por supuesto, llevar casco y disponer de seguro, porque la sanidad pública no debería hacerse cargo de los gastos derivados de posibles accidentes o lesiones que puedan ocurrir durante su uso”, afirma la médica.
Por último, revela una paradoja que sus compañeros del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, especializado en pediatría, observan con preocupación por su reincidencia. “Les llegan niños con traumatismo craneoencefálico que se han caído del patinete y no llevaban casco. Lo peor de todo es que iban en el mismo patinete que su padre o su madre que, en cambio, sí que llevaban puesto el casco”.
Este artículo se publicó originalmente en La Vanguardia el 9 de febrero de 2024