A partir del 3 de julio de 2022 todos los cascos de moto tanto fabricados como comercializados en Europa deberán cumplir la homologación ECE 22-06. Una norma, como explicaremos, mucho más exigente en materia de test de impactos y que cambia -incluso formalmente- los cascos de moto tal como los conocíamos hasta ahora.
La pregunta que lógicamente se realiza de inmediato cualquier usuario de moto es ¿debo cambiar mi casco si está homologado con la antigua normativa ECE 22-05? Pues bien, para tranquilidad de quienes hayan adquirido uno recientemente o tenga pensado hacerlo, la respuesta es no. Los cascos homologados según la norma anterior 22-05 del 2007 siguen siendo perfectamente legales y perfectamente seguros.
Los cascos homologados según la norma anterior siguen siendo perfectamente legales y perfectamente seguros
Llegará un momento en que los comercios dejarán de venderlos cuando agoten los stocks para traer ya cascos 22-06 pero en palabras de Josep Rovira -máximo responsable de Corver y uno de los profesionales del sector que más saben de cascos en nuestro país- “hasta 2024 convivirán las dos homologaciones y no hay que tener miedo porque los cascos 22-05 de marcas reconocidas son completamente seguros. De hecho, la homologación 22-05 es más exigente y segura que la actual homologación DOT americana.”.
¿Cuál es la principal diferencia entra una norma y otra?
Si en la anterior normativa se establecían 6 puntos de control de impacto en el casco, en la homologación 22.06 hay nada más y nada menos que 12. Además los test deben realizarse tres veces dejando caer sobre cada punto del casco a controlar un peso desde los 4 metros de altura a diferentes velocidades -6 m/s y 8.2 m/s- frente a la prueba única a 7.5 m/s de la homologación anterior.
La principal diferencia entre una y otra normativa está en que la nueva es mucho más exigente con las pruebas de impacto. Además de las anteriores pruebas, deberá realizarse también un test de impacto rotacional -una de las pruebas más exigentes- que se realiza contra una superficie inclinada para simular los movimientos de torsión que inciden en la cabeza en el momento del choque contra el asfalto.
¿En qué mejora además esta normativa respecto a la anterior?
Otro de los importantes nuevos requisitos a los que obliga la homologación 22.06 es que, por primera vez, también se ocupa de la visera, un elemento inexplicablemente olvidado en la normativa anterior. A partir del 3 de julio todas las viseras y láminas antivaho deberán estar también homologadas y se someterán a una prueba de impacto de alta velocidad; 60 m/s con una esfera de 6 mm impactando en las zonas oculares. La pantalla no debe romperse ni deformarse
Se controlan igualmente los visores solares internos, que deben reducir la cantidad de luz filtrada en un 35% en vez del 50% actual.
¿Cómo serán los nuevos cascos?
Los 22-05 -insistamos de nuevo en ello- siguen siendo seguros, pero lógicamente mayor control implica aún más seguridad. También resultarán más comprensibles para el comprador, ya que el año de producción del casco será visible y las tallas y medidas se unificarán en centímetros.
De entrada y como es obvio serán mucho más seguros pero también algo más pesados y voluminosos. Pero no todo será tan bonito; con toda certeza también serán más caros y voluminosos.
Las marcas han tenido que estudiar nuevos protocolos y renovar gamas y ese coste repercutirá en el precio final. Y probablemente serán también -al menos al principio- algo más voluminosos y por extensión pesados... y es importante detenerse en este punto y explicar porqué.
¿En serio más grandes y pesados?
Con la homologación 22-05 el fabricante sabía en qué puntos de su casco se iban a realizar las pruebas de impacto. Eso quiere decir que en algunos casos se reforzaban éstos para aligerar aquellas zonas donde no iba a haber test y ganar unos gramos. En la práctica se estaba fabricando un casco adecuado para pasar los test pero sin el mismo estándar para todo el conjunto.
Paradójicamente esto acababa perjudicando a las marcas serias que empleaban los mismos estándar en todas las partes de sus cascos y en consecuencia estos resultaban más pesados.
Con la nueva normativa los puntos de control son aleatorios y eso quiere decir que todo el casco ha de tener necesariamente el mismo estándar ya que la marca no sabrá nunca en qué zona de su casco se producirán los impactos de referencia.
Y eso quiere decir que los cascos aligerados tenderán a desaparecer y a ser -efectivamente- algo más voluminosos y pesados... al menos hasta que los fabricantes técnicamente más avanzados logren invertir la tendencia.
¿Hasta cuándo será legal mi casco 22-05?
El calendario marcado por la Unión Europea deja muy claro que a partir del 3 de junio de 2023 ya no se permitirá producir cascos con el estándar 22-05 y a partir del 3 de enero de 2024 cada estado miembro podrá decidir qué hacer con esos cascos homologados con normativa anterior.
Son plazos muy generosos porque el hecho es que la mayoría de marcas importantes hace ya algún tiempo que están comenzando a fabricar sus cascos con la nueva reglamentación.
A partir de esa fecha los países que quieran optar por prohibirlos podrán hacerlo y los que decidan seguir permitiendo su comercialización hasta agotar stocks pues también. Según Rovira “a día de hoy y por lo que sabemos ningún país los prohibirá porque, insisto, son cascos que siguen siendo seguros. Sería un error no comprarse un casco esperando hasta la nueva norma porque hasta junio del 2023 seguirán saliendo de las cadenas productos 22-05 perfectamente válidos”.
¿Quién controla el correcto cumplimiento de las normas de homologación?
Obviamente, el primer filtro es el organismo correspondiente de la Unión Europea y Naciones Unidas, pero a partir de ahí todo parece indicar que con la 22-06 se seguirá el modelo americano de autocertificación. Es decir, serán los propios fabricantes quienes contraten a auditores externos que certifiquen que sus cascos cumplen la normativa y pueden disponer de la correspondiente etiqueta que así lo atestigua. La Administración sólo intervendrá si hay dudas sobre la veracidad de esa certificación y en su caso sancionar si es necesario.
¿Entonces debo cambiar de casco sí o no?
Si hace falta renovar casco, por supuesto que se puede y debe cambiar sin esperar más. Las dos certificaciones convivirán perfectamente hasta bien entrado el 2024 y los modelos 22-05 de marcas reconocidas son totalmente seguros. Cuando hablamos de “marcas reconocidas” nos referimos a todas aquellas con presencia y trayectoria reconocida en nuestro mercado.
Hay que ser, en cambio, mucho más prudente con aquellos cascos de origen dudoso y sorprendente precio de ganga adquiridos en plataformas online y que en la mayoría de los casos no han pasado ninguna certificación, ni antigua ni moderna ni americana ni europea.
En cuestión de cascos lo barato casi siempre sale caro. Como decía un anuncio americano de los años 70: “si crees que tu cabeza vale 20 dólares entonces usa un casco de 20 dólares”.