BMW X2 xDrive20d, SUV deportivo y ahorrador
A Prueba
Equipado con motor diésel de 190 CV y tracción total es una alternativa muy dinámica y ahorradora para los que buscan un SUV compacto Premium
No hay que dejarse engañar por la nomenclatura X2, porque este modelo, con 4,36 metros de largo es 8 centímetros más pequeño que el X1, que sobre el papel debería ser el más compacto de los SUV de BMW.
Y es que este BMW X2 lo que viene es a cubrir un nicho de mercado muy concreto, concretamente el de aquellos usuarios que buscan un crossover compacto, pero con más carácter deportivo que los clásicos SUV del mercado.
Por sus formas verás que es un coche muy diferente al resto de modelos, especialmente si lo miramos lateralmente o por su parte trasera, donde ofrece una línea mucho más compacta y deportiva.
Por otro lado, esta unidad viene equipada con el pack opcional M Sport que, entre otros elementos, añade detalles aerodinámicos del Pack M, como los paragolpes delantero, trasero, los pasos de rueda, las salidas de escape o las llantas de 19 pulgadas específicas que le potencian esta imagen deportiva.
Habitabilidad de compacto
Si dejamos la estética exterior y nos centramos en su habitabilidad veremos que es un coche bastante compacto, capaz de ofrecer cinco plazas pero que está pensado para cuatro. Esto es muy evidente en la fila trasera de asientos, donde vemos una banqueta muy estrecha y sin mucho espacio para las piernas.
Además, este pack M Sport también ofrece unos asientos deportivos, que en caso de la segunda fila son muy atractivos y envolventes para dos personas, lo que complica el confort en el caso de ocuparla con tres pasajeros.
Delante, las butacas también tienen este atractivo diseño M sport de los asientos de estilo baquet, con una superior capacidad para recoger el cuerpo gracias a su superior apoyo lumbar y de caderas y a la tapicería mixta de tela y Alcantara.
El diseño del tablier, como todos los BMW, se caracteriza por la máxima calidad de materiales y una distribución de mandos en los que destaca la pantalla central que puede ser 6,5 pulgadas o de 8,8 como es el caso. Esta pantalla a color es gestionable a nivel táctil, por voz o con el clásico packtouch de la consola central.
Su maletero tiene una capacidad de 470 litros, que es un valor correcto pero que depende del sistema de doble fondo con tapa modular, un hueco que se consigue liberar completamente al montar neumáticos de tipo RunFlat, que no requieren de rueda de repuesto ni kits antipinchazos, pero que también son más caros y difíciles de encontrar.
La capacidad del maletero se puede ampliar hasta los 1.355 litros si abatimos los respaldos traseros, aunque ésta no es una de las cualidades por la que deberíamos elegir este BMW X2.
Planteamiento de SUV deportivo
Tal vez la principal de esas razones sea por su filosofía y estética deportiva y que, en este acabado, dotado de un sistema de tracción inteligente integral y el motor diésel de 190 CV asociado al excelente cambio Steptronic, secuencial de 8 velocidades se potencia aún más.
Se trata de un motor que sólo tiene etiqueta verde de la DGT, pero que nos va a ofrecer unas prestaciones más que destacables, con un fuerte empuje en toda su banda da utilización y que está muy bien gestionado por su cambio Steptronic que, mediante una barata opción, también puede ser de tarado deportivo que hace los cambios más rápidos y contundentes.
De serie monta un programa de conducción que nos permite cambiar del modo Ecopro al Comfort y al Sport. Entre ellos existe una clara diferencia de respuesta de motor y cambio por lo que se puede jugar con esta respuesta para adecuarnos a cada tipo de conducción.
En modo deportivo la respuesta del acelerador es más inmediata y el cambio mantiene más tiempo las marchas para luego cambiar rápidamente, ya sea en modo automático como con las levas del volante.
En cambio, en el Ecopro esto se difumina mucho, manteniendo marchas largas y una respuesta mucho más tranquila del motor, aunque sin dejar de seguir ofreciendo un cierto carácter y capacidad de reacción.
El consumo es otra de las grandes ventajas de este modelo que, a pesar de ofrecer un motor potente, de ser un coche pesado y tener ser un tracción total, anuncia 5,6 litros a los 100 kilómetros, un gasto que la realidad lo acerca bastante y que en conducción tranquila no llega a superar los 6 litros. Un consumo que gracias al precio del diésel aún sigue siendo mucho más rentable que los modelos de gasolina de similares prestaciones.
Este acabado M Sport también añade la dirección y la suspensión deportiva M que le otorgan un comportamiento mucho más aplomado y ágil que el resto de los X2 de la gama, especialmente en asfalto donde prácticamente ofrece la respuesta de un GTI de gran volumen, siendo el peso su principal hándicap cuando nuestra conducción es demasiado deportiva.
Su tracción integral también es una garantía motriz, incluso sobre pisos deslizantes donde la última generación xDrive es realmente efectiva. Trabaja de forma completamente automática y garantiza una motricidad muy notable y que solo se hipoteca por los neumáticos que, en este caso, con el pack M Sport, son de estilo deportivo y perfil bajo, poco adecuados, por tanto, para un uso off-road.
El precio de la gama BMW X2 arranca en 37.000 euros, pero esta versión xDrive20d de 190 CV lo hace desde 44.500 euros para el acabado básico, pero que, para este M Sport, con toda la dotación que ya hemos comentado y otros muchos elementos estéticos y equipamiento M de primer orden, habría que sumarle unos 6.000 euros extras.
Un equipamiento que también podríamos personalizar a placer dado el amplio catálogo de accesorios BMW, y es que ésta sigue siendo una de las principales características de la marca, la de dejarnos crear en coche según nuestros sueños y bolsillo.