Distancia, manos y mascarilla. Este es el mantra que desde hace seis meses las autoridades sanitarias nos inculcan para que extrememos las medidas en aras de prevenir la propagación y los contagios del coronavirus. Mantener una distancia social de entre 1,5 y 2 metros, lavarnos las manos con frecuencia y llevar mascarilla en los lugares públicos son los consejos que debemos seguir a rajatabla para frenar el avance de una pandemia que sin lugar a dudas ha cambiado nuestros hábitos, incluso para muchos la forma de desplazarse.
En el camino hacia esa nueva normalidad no puede faltar en nuestro día a día el gel hidroalcohólico. Se trata de una solución desinfectante que utilizamos en sustitución del agua y del jabón cuando accedemos a un establecimiento público y que también usamos ante otras situaciones. De esta manera se garantiza que no vamos a infectar los elementos que tocamos con las manos, pero al mismo tiempo nuestras extremidades superiores quedan impregnadas de alcohol. Porque, aunque no nos hayamos fijado en la etiqueta del producto, el gel hidroalcohólico debe contener un porcentaje del 60% de alcohol, como mínimo, para ser efectivo.
Pero, ¿qué pasa cuando nos ponemos al volante con restos de gel desinfectante en las manos? ¿Podemos dar positivo en un control de alcoholemia por dicho motivo? La respuesta es sí y por eso no debería sorprendernos que el reportero del programa de televisión Sálvame José Antonio León haya culpado al gel hidroalcohólico de ser el responsable por haber dado positivo en un test de alcoholemia al que fue sometido el pasado mes de agosto. Máxime cuando él recalca que es abstemio.
El precedente
Un reportero de 'Sálvame' que se confiesa abstemio se llevó una inesperada sorpresa tras ser sometido a un control de alcoholemia
León relataba mediante un mensaje el pasado 23 de agosto en su perfil oficial de Twitter que el gel hidroalcohólico “puede dar positivo en los controles de alcoholemia” al explicar que había dado un valor de 0,35 mg/l en aire aspirado en un test al que había sido sometido la noche anterior, sin haber bebido “jamás”. Añadía el periodista de ‘Sálvame’ que en una segunda prueba el etilómetro registró un valor de 0,03 mg/l y en una tercera, de 0,0 mg/l.
Detrás de este falso positivo se halla, sin duda alguna, el gel hidroalcohólico que José Antonio León utilizó antes de desinfectarse las manos para manipular la boquilla desechable con la que expiró el aire para someterse a la prueba de alcoholemia. Los vapores desprendidos por la solución hidroalcohólica penetraron en las vías respiratorias del reportero y en la boquilla que se llevó a la boca para soplar.
El del José Antonio León no es un caso aislado acerca de un positivo causado por un gel desinfectante. Estudios realizados en 2016 en Estados Unidos aconsejaban al personal sanitario -un colectivo que desde que la solución hidroalcohólica fue inventada en 1966 la utiliza con frecuencia- que utilizaran agua y jabón para la desinfección de manos si iban a ponerse al volante, ya que podrán dar positivo en un control de alcoholemia en los siguientes 15 minutos.
Cuando un conductor supera la tasa de 0,25 mg/l -0,15 mg/l en el caso de profesionales y noveles-, debe someterse a un segundo control de alcoholemia. A diferencia del primero, en el cual se utiliza un etilómetro portátil, se le realiza una segunda prueba con un alcoholímetro de precisión y habiendo transcurrido al menos 10 minutos. Si en esta segunda prueba da positivo, será sancionado con una multa que oscila entre los 500 y los 1.000 euros hasta la retirada de puntos o del carnet de conducir dependiendo del grado de alcohol en la sangre.
Negarse a la realización de esa segunda prueba puede conllevar la aplicación de una sanción a nivel administrativo con multas de hasta 1.000 euros y la detracción de 6 puntos del carnet. La sanción se puede agravar si el conductor es detenido por desobediencia a la autoridad, en cuyo caso puede ser castigado con una pena de hasta 12 meses de prisión y la suspensión del carnet de conducir.
Cuando la segunda prueba también da un resultado positivo, el conductor será sancionado, pero asimismo puede solicitar que se le realice un análisis en sangre. Los gastos corren a cargo del interesado, pero si da negativo tendrá derecho a que la administración le devuelva el importe pagado por la extracción.
Las sanciones por dar positivo
Mínimo, 500 euros y 4 puntos del carnet
La multa que conlleva un positivo en el test de alcoholemia va en concordancia al grado de alcohol en la sangre. Por un valor comprendido entre 0,25 mg/l y 0,50 mg/l en aire expirado, se sanciona con una multa de 500 euros y la pérdida de 4 puntos del carnet. A partir de 0,5 mg/l, la multa se eleva a 1.000 euros y se pierden 6 puntos. Con más de 0,6 mg/l en aire y 1,2 g/l en sangre, se considera un delito con penas de prisión de tres a seis meses, multa de seis a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad y la pérdida del carnet durante un periodo comprendido entre uno y cuatro años. El límite para los conductores profesionales y los noveles es de 0,15 mg/l en aire expirado o 0,30 gramos por litro en sangre.