Falta muy poco para el debut de la sexta generación de Opel Corsa, cuyas primeras unidades -incluidas las correspondientes a la versión eléctrica- se comenzarán a entregar en otoño, tras el inicio de reservas este mismo verano. El nuevo utilitario destaca por su ligereza (pesa un 10% menos que su predecesor), lo que ha permitido mejorar la eficiencia y la agilidad en marcha. De hecho, la firma alemana asegura que será más divertido de conducir, así como más seguro y confortable.
Como sucede en el desarrollo de cualquier automóvil nuevo, la marca del rayo lo ha sometido a duras y exigentes pruebas antes de su lanzamiento al mercado. Entre otros lugares, lo ha hecho en las pistas del Centro de Pruebas de Dudenhofen, en la zona de pruebas de compatibilidad electromagnética de las instalaciones de Rüsselsheim y en Laponia.
Durante el pasado invierno, Opel se llevó el Corsa cerca del Círculo Polar Ártico, donde las condiciones de frío son muy extremas. Sobre superficies de bajo agarre, con temperaturas de hasta -30 Cº, los ingenieros han configurando los sistemas controlados electrónicamente para la estabilidad, la tracción y el antibloqueo de frenos. El objetivo es garantizar la fiabilidad de dichos dispositivos de seguridad en cualquier circunstancia, por adversa que sea.
Las largas noches polares han permitido probar a fondo la tecnología adaptativa de iluminación IntelliLux LED, que tras debutar en el Astra y el Insignia, estará disponible por primera vez en el segmento donde compite el Corsa. El clima y el ambiente en el norte de Suecia han hecho posible evaluar y optimizar con precisión los faros matriciales LED, capaces de adaptarse continua y automáticamente a las situaciones del tráfico y al entorno sin provocar deslumbramientos a los demás usuarios de la vía.
La dirección asistida variable en función de la velocidad también se ha calibrado para ofrecer una óptima precisión, un aumento progresivo de la fuerza de asistencia y una buena respuesta. Los amortiguadores, por su parte, se han diseñado para reaccionar inmediatamente a la menor ondulación en la superficie de la carretera sin mostrar un tarado demasiado blando.
Según la marca, las unidades de preproducción utilizadas para llevar a cabo todas estas pruebas, también han logrado cumplir con altos estándares en el cambio de carril y en la estabilidad durante las frenadas. El nuevo Corsa seguirá siendo controlable incluso a velocidades superiores a 140 km/h. Asimismo, independientemente del ritmo al que circule no producirá ruidos molestos.
Otro test al que ha sido sometido es el de estanqueidad. Para ello, el coche se ha dado un baño en el túnel de agua, a varias profundidades, desde un mínimo de 25 cm. Se trata de asegurarse de que el agua de la ola que provoca el automóvil cuando entra en esta zona de pruebas no entra en el habitáculo; el motor no debe “inhalar” agua, mientras que el sistema eléctrico y todas las partes permanecen protegidas.
Al mismo tiempo que se ha llevado a cabo el desarrollo y puesta a punto de los prototipos y unidades de preproducción en las pruebas en el extremo norte de Suecia o en Dudenhofen, y en otros secretos lugares dentro y fuera de Alemania, otro tipo de pruebas se han realizado en las instalaciones de bancos de pruebas y laboratorios de Rüsselsheim.
Por ejemplo, las de compatibilidad electromagnética (EMC), que se llevan a cabo durante todo el desarrollo del coche. Dichas pruebas aseguran que no hay propensión de los diversos sistemas electrónicos a las perturbaciones. En el pasado, solo era necesario evitar las crepitaciones de la radio causadas por el alternador, el encendido, los limpiaparabrisas o sistemas similares. Hoy en día, la tarea es mucho más compleja ya que el vehículo está dotado de equipos electrónicos muy avanzados.