Guía para utilizar los intermitentes correctamente
No señalizar las maniobras conlleva una multa de 200 euros
El intermitente es un elemento clave en términos de seguridad, pues sirve para señalizar al resto de usuarios de la vía que se va a realizar un giro, un cambio de dirección, un adelantamiento, un estacionamiento… Este indicador es el único medio que tenemos para comunicarnos con los demás conductores para informarles de nuestras intenciones al volante. Pese a ser de vital importancia, existen algunos automovilistas que apenas hacen uso de ellos, con el consiguiente riesgo de provocar un accidente.
Seguramente, algunos de nuestros lectores se acordarán de aquellas polémicas declaraciones que hizo hace un par de años la presentadora Cristina Pedroche, en las que decía que “nunca” ponía los intermitentes porque le daba mucha rabia “el sonidito ese de tic, tac, tic, tac que hacen”. Pues bien, moleste o no, es importante usar la correspondiente palanca para evitar fatales percances en la carretera. De hecho, el Reglamento General de Circulación obliga a los conductores a utilizarlos para advertir al resto de usuarios de la vía sobre las maniobras que van a realizar.
En el caso de no tenerlos o que no funcionen establece que, en su defecto, se utilice el brazo para indicar el cambio de dirección: en posición horizontal con la palma de la mano extendida hacia abajo, si el desplazamiento va a ser hacia el lado que la mano indica; o doblado hacia arriba, también con la palma de la mano extendida, si va a ser hacia el contrario.
Antes de señalizar cualquier maniobra tenemos de cerciorarnos de que podemos llevarla a cabo con plena seguridad y sin entorpecer la marcha del resto de vehículos. Para ello es necesario observar bien el tráfico ayudándonos de los retrovisores. Cuando vemos que podemos completarla sin incidencias procedemos a señalizar la acción: elevamos la palanca si vamos hacia la derecha o la bajamos si lo hacemos hacia la izquierda. De todos modos, el hecho de activar alguno de los intermitentes no da derecho absoluto a tener prioridad de paso.
Son múltiples las situaciones de tráfico en las que es necesario utilizarlos para indicar qué acción vamos a realizar con nuestro vehículo. Tal es el caso de las incorporaciones en una vía, ya sea desde parado o en movimiento cuando accedemos a una autopista; los cambios de dirección, en los que también hay que vigilar los vehículos que circulan en el sentido contrario; los estacionamientos o detenciones en doble fila; los adelantamientos y cambios de carril; así como las salidas de una rotonda.
El Reglamento General de Circulación, establece que una maniobra de giro, cambio de sentido o adelantamiento ejecutada “sin advertir al resto de os usuarios con las señales preceptivas, sin antelación suficiente” se considera una infracción grave sancionada con una multa de 200 euros.
El RACE también asegura que circular con más luces intermitentes o de intensidad variable con respecto a las indicadas por ley también conlleva una sanción económica de 200 euros. Por ello recomienda comprobar que todo está en orden y aconseja que “ante la menor sospecha, no dudes en acudir al taller para su sustitución o reparación”.