Los radares fijos cumplen 20 años en España: así ha sido su evolución desde su puesta en marcha en 2005

Seguridad vial

En tan solo 30 días desde de su instalación, los primeros 37 cinemómetros fijos captaron 110.000 infracciones por exceso de velocidad

Los excesos de velocidad que son delito y conllevan penas de cárcel

Un radar de velocidad en una carretera española

Los radares fijos se pusieron en marcha en las carreteras españolas en 2005.

Getty Images/iStockphoto

“Por su seguridad, control de velocidad”. Todos los conductores están más que familiarizados con esta señal de color azul, así como sus versiones en naranja, blanco o amarillo, en las que se nos advierte de la presencia de un radar fijo instalado en la carretera.

Los radares fijos cumplen 20 años desde su instalación en nuestro país, mientras que los radares móviles comenzaron a funcionar en la década de 1980. Fue en junio de 2005 cuando se pusieron en marcha los primeros 37 radares fijos en España, con el objetivo de reducir la velocidad media en las vías y, con ello, combatir la siniestralidad.

Desde 2005

Así influyeron los radares fijos en la seguridad vial

Corría el año 2003 cuando unas cifras desbordadas de siniestralidad en las carreteras españolas obligaron a la puesta en marcha de unas “Medidas especiales de seguridad vial 2004-2005”, que fue en su día el germen del Plan Estratégico de Seguridad Vial 2005-2008. Este también pautó el permiso por puntos y la agilización del procedimiento sancionador, entre otras medidas.

En 2003, la cifra de fallecidos en carretera fue de 4.480, mientras que en 2008 la cifra fue de 2.466, a lo que hay que añadir un aumento del 22 % del parque móvil en este periodo. Así pues, la cifra de conductores y coches en circulación aumentó, pero la cifra de siniestralidad se redujo notablemente.

Con todo, tal y como ha señalado la Dirección General de Tráfico (DGT) en la publicación de su revista Tráfico y Seguridad Vial dedicada al aniversario de los radares fijos en España, la instalación de los radares fijos resultó en una reducción de más de un 45 % de las víctimas mortales en vías interurbanas.

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La instalación de radares fijos tenía por objeto reducir las cifras de siniestralidad en carretera.

Àlex Garcia / Propias

Todo empezó en junio de 2005, cuando empezaron a funcionar 37 radares fijos. En los primeros 30 días desde su puesta en marcha, estos 37 cinemómetros captaron 110.000 infracciones. La idea era aumentar la cifra a 500 dispositivos, objetivo que fue concluido en el verano de 2008, con un total de 521 (271 en autopistas y autovías y 250 en carreteras convencionales). A ellos se sumaban casi 300 radares móviles de los que se hacía cargo la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.

En 2005 Pepe Navarro, director general de Tráfico, puso de relieve que la velocidad estaba presente en el 30 % de los accidentes con víctimas en las vías convencionales y en el 20 % de las vías rápidas y autopistas. Además, la velocidad inadecuada era entonces responsable del 40 % de los accidentes mortales en carretera por salida de la vía y en aproximadamente el 25 % de las colisiones.

Así pues, el objetivo de los radares fijos era reducir el exceso de velocidad y aumentar la seguridad vial, apelando a la prudencia de los conductores. Y surtió efecto, pues en 2007 la velocidad media descendió de 116,7 km/h a 113,8 km/h, lo que supone tres kilómetros menos desde la puesta en marcha del Plan de Instalación de Radares Fijos 2005-2007. A ello hay que añadir que también se redujeron los grandes excesos de velocidad –que apelan a conducir a más de 140 kilómetros por hora–, pasando del 7 % al 1 % en 2008.

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De cuántas sanciones son responsables

La cifra de radares fijos actualmente instalados en España

Entre las autopistas, autovías y carreteras convencionales nacionales se cuentan a día de hoy 763 puntos fijos de control de velocidad. Conviene aclarar que en este cómputo no se tienen en cuenta los ubicados en Cataluña y País Vasco, pues en sendos territorios las competencias de tráfico están transferidas. Dentro de estos 763 radares fijos, 90 son radares de tramo, que miden la velocidad media de los vehículos al recorrer un tramo específico.

El impacto de los medios técnicos de vigilancia y control de velocidad en las carreteras españolas ha tenido un claro impacto en los últimos 20 años. Según datos de la DGT, en 2004 hubo 3.841 fallecidos en siniestros viales en vías interurbanas, cifra que se redujo un tercio en 2023, con 1.273 fallecidos. El organismo subraya que la velocidad excesiva es uno de los principales factores de riesgo en carretera, estando presente en uno de cada cinco accidentes de tráfico con víctimas.

PUESTA EN FUNCIONAMIENTO DE LOS NUEVOS RADARES DE VELOCIDAD INSTALADOS EN ALGUNOS CRUCES CERCANOS A ESCUELAS. RADAR EN PAU CLARIS CON ARAGÓ, EN EL ENTORNO DE LA ESCUELA LESTONNAC

En 2023 la DGT tramitó 2.468.065 denuncias por exceso de velocidad detectado por radares fijos. 

MANÉ ESPINOSA

En 2022, la Dirección General de Tráfico tramitó 3.704.675 multas por exceso de velocidad, siendo la infracción más habitual con un 67 % de las infracciones cometidas. Dentro de este dato, 2.580.121 correspondieron a radares fijos.

Y el pasado 2023, la DGT formuló un total de 5.202.185 denuncias a conductores por infracciones a la normativa de seguridad vial. El exceso de velocidad captado por radares fijos correspondió al 47,4 % de las denuncias (un total de 2.468.065), por delante de la velocidad excesiva detectada en radares móviles (887.222, un 17,1 %).

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Tipo ‘Doppler’ y láser

¿Cómo funcionan los radares fijos?

Del total de 763 radares fijos situados en las carreteras –de nuevo, exceptuando Cataluña y País Vasco–, un 90 % son cinemómetros de tipo ‘Doppler’. Estos son radares cuya tecnología se sirve de ondas electromagnéticas para medir distancias, altitudes, direcciones y velocidades de vehículos en movimiento. El 10 % restante utilizan tecnología láser, en los cuales una línea de luz láser a lo largo de cada carril se proyecta en repetidas ocasiones sobre un mismo vehículo en décimas de segundo, calculando así su velocidad.

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Los radares fijos tienen un margen de error de tan solo el 1 %.

Terceros

El radar de la DGT que más sanciones impone se encuentra situado en Madrid, en concreto, en el punto kilométrico 20,2 de la M-40, cuyo límite de velocidad es de 80 km/h, a pesar de que la vía está mayoritariamente limitada a 100 km/h. Este cinemómetro cursó 118.149 denuncias durante 2023, con una media de una multa cada cuatro minutos y medio.

Desde la DGT indican que los radares fijos instalados en nuestro país cuentan con un margen de error de tan solo un 1 %. A fin de garantizar su correcto funcionamiento, cada año son revisados y calibrados por parte del Instituto Nacional de Metrología, asegurando así su precisión.

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