Así convierten tu viejo Golf en un coche eléctrico en ocho horas: quién lo hace, precios y otros modelos transformables

Electromovilidad

Tras el proceso, el automóvil tendría una autonomía de entre 250 y 300 kilómetros

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Volkswagen Golf de cuarta generación

Volkswagen Golf de cuarta generación

VW

El objetivo inicial de la Unión Europea era que, a partir de 2035, solo se vendan coches nuevos eléctricos en el marco de la estrategia global para alcanzar la neutralidad de emisiones en 2050.  Sin embargo, la oposición de algunos países a la medida abrió la puerta a que puedan seguir vivos los vehículos de combustión interna alimentados con combustibles sintéticos. Aunque así sea, la tendencia sigue apuntando hacia la expansión de los modelos eléctricos. 

Sin embargo, estos vehículos suelen tener un precio elevado que no todos los bolsillos pueden asumir. Como alternativa, se alza la posibilidad de convertir un coche alimentado por combustible fósil en uno con batería. Si tienes un vehículo diésel o de gasolina, es probable que puedas darle una nueva vida transformándolo en uno eléctrico. El proceso recibe el nombre de retrofit o electromod.

Cómo se convierte un coche diésel o gasolina en un eléctrico

Hay varias empresas que se ocupan de transformar un coche de gasolina o diésel en uno eléctrico. Por norma general, el proceso se alarga entre dos semanas y seis meses. Sin embargo, la startup alemana e-Revolt asegura que puede reducir este tiempo a ocho horas. Para ello, han desarrollado un sistema mediante el cual retiran el motor de combustión y cuentan con un bastidor que utiliza los antiguos puntos del motor.

Este Renault 4 de la compañía de carsharing Zity ha pasado por un proceso de retrofit para convertirse en un vehículo 100% eléctrico

Este Renault 4 de la compañía de carsharing Zity ha pasado por un proceso de retrofit para convertirse en un vehículo 100% eléctrico

Zity

De este modo, tal y como explican desde e-Revolt a Euronews, cambian únicamente el motor de combustible fósil con el nuevo bastidor y los componentes. Gracias a este modus operandi, son más rápidos que una solución individual adaptada a cada vehículo. Claro que para que esto resulte efectivo, necesitan contar con mucho volumen de producción, pues requiere mucho dinero y trabajo desarrollar este planteamiento.

Cambian únicamente el motor de combustible fósil con el nuevo bastidor y los componentes

Así pues, el proceso de conversión de un coche de diésel o gasolina a uno eléctrico consiste en una primera evaluación del automóvil. Luego, retiran el motor viejo y otros componentes que no sean necesarios. A este respecto, garantizan la reutilización o reciclaje responsable de aquellas piezas que se desechen.

Luego se reemplaza el motor por su tecnología de batería patentada y el bastidor del motor. Finalmente, se procede a la digitalización total del automóvil, con un sistema de infoentretenimiento. Finalizado el procedimiento, el coche pasaría a ser 100 % eléctrico, pudiendo lucir el ansiado '0' en la pegatina ambiental de la Dirección General de Tráfico.

Momento en que se retira el motor del coche durante el procedimiento.

Momento en que se retira el motor del coche durante el procedimiento.

e-Revolt

¿Qué modelos pueden convertirse en eléctricos?

El abanico de coches que pueden digitalizarse varía en función de la compañía que asuma el proceso. Previamente, será necesaria una evaluación individualizada del vehículo en cuestión. En el caso concreto de e-Revolt, pueden convertir hasta 42 modelos diferentes, entre ellos el Volkswagen Golf y Polo, así como el Audi A3 y el Seat León.

¿Cuánto cuesta convertir un coche de diésel o gasolina en un eléctrico?

El precio por convertir tu coche de gasolina o diésel a un eléctrico por parte de la empresa alemana oscila entre 12.000 y 15.000 euros. Tras esta conversión, el vehículo transformado a eléctrico contaría con una autonomía de entre 250 y 300 kilómetros.

Aunque no es un precio precisamente económico, sí es más asequible que adquirir un turismo eléctrico nuevo. Además, el proceso favorece la economía circular. Claro que, de alcanzar un auge significativo, pondría en jaque la venta de automóviles eléctricos nuevos, algo que no gustaría a los fabricantes.

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