Desde su irrupción en la década de los años 50, la cultura del ‘do it yourself’ (DIY), que equivaldría a un “no lo compres, hazlo tu mismo”, siempre ha encontrado acomodo en las mentes de los individuos más resueltos. Brillo en los 70, aupada a los hombros de la contracultura y tras el nacimiento de internet no ha hecho sino perpetuarse. En efecto, la red está repleta de tutoriales en los que se nos instruye en el arte de la reparación o modificación casera y el mundo de los automóviles no es una excepción.
Hay que reconocer que la mayoría de estos remedios tienen un denominador común que los vuelve adictivos: son tan estrambóticos que parecen destinados al fracaso pero suelen funcionar. Ese factor sorpresa los convierte en un producto de entretenimiento bien jugoso y además pueden solucionarte la papeleta en más de una ocasión. Por eso, en este artículo vamos a intentar recoger un poco de toda esa sabiduría DIY para enseñarte a limpiar los faros de tu vehículo al estilo casero.
Cómo pulir los faros del coche con lo mínimo y paso a paso
Para pulir y abrillantar el sistema de iluminación exterior de tu coche al estilo casero vas a necesitar los siguientes elementos. No te preocupes por son básicos que deberían estar en la caja de herramientas de cualquier hogar y no le pegarán ningún pellizco importante a tu bolsillo. Antes de comenzar prepara: cinta de carrocero, lija de grano 400, 1000 y 2000, taladradora, un trapo, discos de lana, pulimento para faros, agua y jabón.
Lo primero que has de hacer es limpiar toda la superficie de los faros para eliminar cualquier residuo, excremento, barro o diversas impurezas que haya quedado adherido al plástico. Puedes hacerlo perfectamente con agua, jabón y un trapo.
A continuación, con la cinta de carrocero debes marcar el perímetro de los faros sobre los que vas a trabajar para evitar dañar la carrocería en el posterior proceso de lijado.
El meollo del proceso llega con el lijado del faro. No es otra cosa que pulirlo para eliminar la superficie más desgastada. Aquí es importante evaluar de manera precisa el estado del faro para usar la lija correcta. Si el faro está realmente deñado puedes comenzar colocando un disco de lija de grano 400 (muy abrasiva) y pulir la superficie a baja velocidad. Mientras vamos lijando debemos ir mojando con agua el faro con un pulverizador y cambiar el grosor de la lija de menor número a mayor para conseguir una superficie fina.
Con la superficie del faro lijada, libre de imperfecciones, procederemos al pulido. Para ello tomamos una pequeña cantidad de pulimento específico y lo untamos en el disco de lana y en el faro a trabajar. Ese disco lo colocamos en la taladradora y vamos puliendo a baja velocidad hasta que el faro vuelva a recuperar la transparencia deseada.
Tan solo queda limpiar el faro con agua y jabón para comprobar el resultado. Y además, si quieres que el pulido sea duradero es muy recomendable aplicar en los faros un barniz especial que, una vez seco, protegerá nuestro trabajo durante largo tiempo.