Las Islas Feroe cuentan desde este mes de diciembre con la primera rotonda submarina. Se trata de una glorieta con tres ramales que forma parte del túnel subacuático Eysturoy, de 11,2 kilómetros, que conecta las islas de Streymoy y Eysturoy, en el Atlántico Norte. La construcción se inició en 2017 y ha sido inaugurada recientemente por el gobierno del archipiélago autónomo de Dinamarca.
La entrada en funcionamiento del túnel Eysturoy reduce de forma considerable la distancia entre ambas islas. Los 55 kilómetros que las separaban por carretera antes de la inauguración de la infraestructura se han recortado hasta los 17 kilómetros actuales. Para cubrir la nueva distancia entre la capital Tórshavn, en la isla de Streymoy, y Runavik, en la isla de Eysturoy, solo son necesarios 16 minutos. Antes de la inauguración del túnel se empleaba una hora y 14 minutos para hacerlo.
“Es, sin duda, la mayor infraestructura que nunca antes se ha hecho en las Islas Feroe”, destacó a través de un comunicado la empresa promotora del proyecto. La inversión para llevar a cabo las obras se ha elevado hasta los 140 millones de euros, casi tres veces más de la cantidad presupuestada.
Más cerca
La nueva infraestructura reduce la distancia entre dos islas de 55 kilómetros a tan solo 17
El punto más bajo de la red de túneles tiene una profundidad de 187 metros por debajo del nivel del mar. Para garantizar su seguridad, la carretera no supera el 5% de inclinación en ningún punto del recorrido. El túnel consta de dos carreteras submarinas que se unen en una rotonda. La glorieta es en sí misma toda una atracción para los automovilistas. Ha sido decorada por el escultor local Tróndur Patursson, que la ha convertido en toda una obra de arte.
El interior de la rotonda destaca por su descoración artística con un mural de 80 metros de altura. La obra realizada por Patursson representa un conjunto de figuras humanas unidas entre sí que interpretan una danza folklórica. Las paredes y el techo están pintados con colores azules y verdes dando a los visitantes la sensación de encontrarse frente a una medusa gigantesca.
Las autoridades de las Islas Feroe esperan que la decoración del túnel sea un reclamo para atraer a los visitantes, tanto los residentes de alguno de los 17 islotes habitables del país como del extranjero. Con un peaje que para los turismos es de alrededor de 10 euros por trayecto se pretende sufragar parte del elevado coste de la obra.
Atracción subacuática
Un artista local ha decorado la glorieta con un mural de 80 metros de altura
La rotonda que forma parte del Eysturoya no es la primera glorieta que se ha construido bajo el agua. En Noruega, el túnel que une a lo largo de 8,9 kilómetros las localidades de Karmoy y Tysvaer, inaugurado en 2009, cuenta con la primera rotonda submarina del mundo. Está ubicada en la localidad de Fosen y conecta con otro túnel que se dirige en dirección norte a una carretera que conduce a la ciudad de Haugesand.
El gobierno de las Islas Feroe contempla la construcción de otros túneles subacuáticos para unir sus territorios. Una de las obras de mayor envergadura ya está en marcha. Se trata del túnel Sandoyartunnelen que está previsto que en 2024 conecte las islas de Streymoy y Sandoy.
Antes de la entrada en funcionamiento del túnel de Eysturoy, las Islas Feroe ya contaban con otros dos túneles construidos bajo el mar. Son el túnel Vágar, que conecta la capital Tórshavn con el aeropuerto, y el túnel Leivirk, que une las islas Klaksvík y Leivírk. Ambas infraestructuras también son de peaje.