La vida de Norman ha cambiado radicalmente en poco tiempo. Este bulldog inglés ha pasado de vivir una situación límite en un matadero en China a tener su propio chef personal, jugar con la pelota en un amplio patio, descansar plácidamente al sol y hasta hacer pilates en su nueva casa, ubicada en imponente ciudad de Newport Beach, en el estado de California (EE.UU.).
De todas las actividades de las que disfruta en su día a día, parece que este peludo le tiene especial apego a practicar pilates junto a su dueño, que publica regularmente algunos vídeos en su cuenta de Instagram con las situaciones más curiosas que protagoniza el perro.
En uno de los vídeo compartidos por sus dueños, vemos a Norman tendido en una esterilla, justo al lado de una máquina para hacer pilates. Ahí está su amigo humano, completando su sesión diaria. Y el peludo intenta acompañarle en su rutina: se pone boca arriba y empieza a hacer algunos movimientos, imitando lo que ve de reojo.
En otras ocasiones, el peludo directamente ha intentado dirigir la sesión de su dueño, poniéndose en uno de los extremos de la máquina. Al final, siempre termina ganando, porque evidentemente él no puede capitanear la clase, pero sí ha recibido una buena sesión de caricias a cambio de su buen comportamiento.
La pasión de este peludo por el pilates ha generado decenas de comentarios entre los usuarios de esta red social, que alucinan con su iniciativa. “A Norman le tocó la lotería”, comenta una, que no olvida la difícil vida del peludo antes de ser rescatado. “Por su culpa empecé mi primera clase de pilates”, añade otra. Y la mayoría coincide: “Está en forma”.