Cuando el invierno se hace notar y las bajas temperaturas invaden gran parte de los Estados Unidos, hay lugares donde el calor todavía permite disfrutar de momentos al aire libre. En esas zonas, los días soleados aún invitan a chapuzones en la piscina o paseos al aire libre. Sin embargo, incluso en esos rincones cálidos, las sorpresas están a la orden del día, como le ocurrió a Moose, un simpático rottweiler que encontró una solución peculiar para refrescarse.
Este perro, conocido en su vecindario por su energía y entusiasmo, suele disfrutar de visitas al parque para perros, donde chapotea feliz en la piscina. Pero a principios de diciembre, durante una de sus salidas habituales, Moose se encontró con una mala noticia: la piscina estaba cerrada. De regreso a casa, lejos de quedarse quieto, decidió tomar cartas en el asunto.
A toda costa
Piscina con bebida incluida
En el patio de su casa, Moose descubrió una carretilla llena de agua y, sin dudarlo, intentó convertirla en su propia piscina. Aunque el proceso de entrar fue bastante complicado, pues el animal no terminaba de conseguir la tracción necesaria para poder subirse a la carretilla.
Finalmente, el insistente Moose acabó logrando darse un chapuzón a base movimientos torpes. Cuando se dejó caer en el espacio volcó una gran cantidad de agua y, además, empezó a beber de la que aún disponía, algo que arrancó carcajadas a cualquiera que lo viera. El momento quedó registrado en un vídeo que su dueña compartió en redes sociales, alcanzando rápidamente millones de visualizaciones.
El clip acumuló un sinfín de comentarios de los usuarios. “Esa es la carretilla más estable que he visto en mi vida”, dijo uno mientras otro sugirió que Moose merece una piscina propia. Al hilo de esto, algunos sugirieron que en vez de tanto hablar debían aportar dinero.
Afortunadamente para Moose, tal y como se ilustró en otro vídeo, el parque para perros al que va habitualmente no tardó demasiado en abrir. “La piscina para perros está de vuelta, no hay necesidad de que use mi carretilla cuando llegue a casa”, era el comentario que acompañaba la grabación de Moose corriendo por el parque para introducirse en una pequeña piscina de plástico.