No todas las historias de amor entre famosos terminan con demandas y cruces de declaraciones ante los medios de comunicación. También las hay que terminan desde el respeto y el cariño. Clara Lago y Dani Rovira son un ejemplo de ello, como también lo son Sara Carbonero e Iker Casillas. La pareja, que puso fin a su relación en marzo de 2021 tras once años juntos, ha demostrado que, pese a todo lo que pudiese ocurrir entre ambos, su relación es más que buena.
Es muy difícil olvidar aquel beso de película que protagonizaron Iker y Sara en pleno directo tras la final del Mundial de Sudáfrica en 2010, en la que España se proclamó ganadora. Su relación se convirtió en referencia para muchos, y pronto se convirtieron en una de las parejas más queridas en España. Es por eso que la decisión de mutuo acuerdo de romper su relación pilló por sorpresa a todo el mundo.
Iker Casillas y Sara Carbonero durante su apasionado beso en la final del Mundial de 2010 en Sudáfrica
Ambos se conocieron en 2009 durante la Copa Confederaciones. Fue en febrero de 2010 cuando empezaron a salir, un secreto a voces que terminó oficializándose con uno de los besos más recordados de la historia de nuestro país. En 2014 nació el primer hijo de la pareja, Martín. Tan solo dos años después lo hizo Lucas, el segundo hijo en común del exfutbolista y la periodista.
Su historia de amor continuó su curso y con el fin de la etapa de Iker en el Real Madrid, la familia al completo puso rumbo a Oporto, donde residirían durante cinco bonitos años. Pese a que allí fueron muy felices, también atravesaron por momentos muy complicados, especialmente relacionados con problemas de salud. En 2019, el guardameta sufrió un infarto. Tan solo tres semanas después, la periodista fue diagnosticada con un cáncer de ovario. En medio de este momento complicado, en 2020 decidieron volver a Madrid.
Sara Carbonero e Iker Casillas en una imagen de archivo
La gran cantidad de adversidades pasaba factura entre ambos y Sara e Iker finalizaban su relación sentimental el 12 de marzo de 2021, tras once años de amor. Lo anunciaban a través de un comunicado conjunto en el que aseguraban sentirse “enormemente orgullosos de la familia que somos y de haber podido compartir un amor que nos ha llenado de felicidad durante todos estos años de unión”. “Hoy nuestro amor de pareja toma caminos distintos, pero no lejanos, puesto que seguiremos juntos en la maravillosa tarea de seguir siendo padres dedicados como hasta ahora lo hemos hecho”, expresaba entonces Sara Carbonero, quien aseguraba que “el respeto, el afecto y la amistad permanecerán siempre”.
Y así ha sido, puesto que con el paso del tiempo ambos han demostrado la gran estima que se guardan. Además, su relación parece ser buena, especialmente por el bien de los dos pequeños en común que comparten. La comunicadora y el exfutbolista han sido vistos juntos en momentos importantes para sus hijos, y también se han dedicado alguna que otra muestra de apoyo en momentos felices o complicados a través de sus respectivas redes sociales. Incluso se han felicitado públicamente por sus cumpleaños.
Iker Casillas y Sara Carbonero en una imagen de archivo junto a sus hijos
Pero si algo hace que mantengan esta relación es el bienestar de sus hijos. Fue hace tan solo unos meses, concretamente en septiembre, cuando ambos salían al paso después de que algunos medios publicasen información sobre sus hijos, en la que se especulaba con un cambio en sus apellidos. “El motivo que nos lleva a escribir estas líneas es pedir encarecidamente a quien corresponda que deje de hablar inmediatamente, mención aparte la ligereza y desinformación con la que se está tratando el tema, de nuestros hijos menores de edad en medios públicos”, rezaba el comunicado conjunto compartido por Sara en redes sociales.
“Tanto Iker como yo estamos unidos y alineados en todas las decisiones importantes, así como en la educación y protección del bienestar de los niños, de 8 y 10 años. Son edades en las que se forma su personalidad y su autoestima, y resulta totalmente contraproducente que se vean expuestos a algo así”, sentenciaba Sara, a lo que Iker expresaba no tener nada más que añadir.
A lo largo de los últimos años, la pareja ha demostrado ser un ejemplo de respeto a una expareja y, sobre todo, un ejemplo de como una expareja con hijos debería actuar. Ahora ambos siguen con sus vidas por separado, y pese a que han tenido otras relaciones, su relación ha continuado siendo buena.