Blanca Suárez: “La vida real es cuando te levantas desmaquillada y te tomas un café”
Entrevista
A sus 34 años recién cumplidos, la actriz repite con Álex de la Iglesia en ‘El cuarto pasajero’, su vuelta al cine tras el éxito de la serie 'Jaguar'
Con su sonrisa impoluta y una belleza rotunda, clásica, tan pronto saluda desde la marquesina del bus vestida con las tendencias de moda de otoño como invita a lucir piezas de lencería o probar el último smartphone en un anuncio de prensa o televisión. Omnipresente como imagen de diversas marcas, Blanca Suárez arrastra 4,7 millones de seguidores pendientes de cada post en instagram, donde ella se cuida de no cruzar la línea roja de su vida privada.
Pero más allá de esa faceta de icono de estilo, la actriz madrileña acumula 15 años de carrera y reconocimiento, como sus dos Ondas y la nominación al premio Goya como actriz revelación por La piel que habito. Charla con el Magazine desde su casa, junto a Pistacho, su inseparable teckel (“es el rey”), y sus dos gatos, esa ‘familia’ que asoma a veces en sus redes. “Aquí están, siguiendo cada paso que doy; quien tiene animales en casa ya sabe de qué le hablo”.
Tras el rodaje del filme Me he hecho viral, ha promocionado dos estrenos, El test, de Dani de la Orden y El cuarto pasajero, de Álex de la Iglesia, quien de nuevo pone patas arriba la vida de sus protagonistas de ficción.
Este trabajo te hace estar en constante evolución, siempre te pasan cosas nuevas. Eso es adictivo, pero al ser inestable también te causa inseguridad”
¿Por qué merece la pena ir a ver El cuarto pasajero?
Porque yo creo que no nos podemos perder nada de lo que haga Álex de la Iglesia, un tipo que tiene un don para hacer ficción.
¿Puro divertimento o hay reflexión?
Álex siempre juega a expresar un poco las miserias del ser humano, cómo alguien se va transformando, según las circunstancias. En su cine la trama y los personajes se retuercen de tal modo que la película explota en sí misma. Yo encarno a Lorena, una tipa en apariencia normal, que viene a Madrid a ganarse la vida, pero se junta con los otros personajes y todo se complica. Su vida ya no será la misma.
El test, su otro estreno, plantea si todos tenemos un precio, a partir del dilema: ¿Qué escogería 100.000 euros hoy o 1 millón dentro de 10 años? ¿Usted qué haría?
Yo soy de las que piensa en el millón. Esperaría. Tendría paciencia, sí.
Acaba de cumplir 34 años. ¿Qué adjetivo le pone a este momento de su vida?
No le pondría un adjetivo concreto. No es un momento determinante en mi vida. Por la peculiaridad de este trabajo, ninguna etapa es igual que la anterior, siempre te enfrentas a cosas nuevas. Tu vida está en constante evolución. Pero en la época que sea, yo siempre intento tocar mucha tierra, que haya por lo menos una parte de mí que no esté en cambio constante.
Con este oficio no se aburre nunca.
Esto engancha, es bastante adictivo, pero tiene una doble cara. La inestabilidad hace que no te aburras, pero a la vez causa inseguridad en muchos sentidos. Hay que asumirlo.
Si cualquier persona explica sus intimidades solo a algunos de sus amigos, ¿por qué voy a contárselas yo a España entera?”
¿Cómo convive con la sensación de estar siempre expuesta a la opinión de los demás, la presión sobre el físico?
Depende del día y del momento en que te pille. Esta profesión es así, no hay vuelta de hoja, pero a veces te preguntas: ¿Por qué tengo yo que aceptar ciertas cosas? Esto es un trabajo, no quiere decir que todo tu ser tenga que estar siempre expuesto a ese ojo público, que te observen como ser humano.
Siempre ha marcado la frontera de su intimidad. ¿Se la respeta?
Una hace lo que puede, luego quien tienes delante capta lo que quiere y debes lidiar con ello y poner freno a ese interés excesivo en tu vida personal. A nadie le importa ciertas informaciones excepto a mi y a quien yo decida. Cualquier persona (imagino que tú también) no habla de su intimidad con todas sus amistades sino que elige a algunas personas para desahogarse. Si es lo que todo el mundo hace en su vida… ¡no voy a contárselas yo a España entera! Vigilo mucho el no traspasar esa línea privada, también en redes.
Hace poco frenó de nuevo esa eterna pregunta “de género”: si quiere ser madre. ¿Qué otras cuestiones le incomodan?
Me llevan preguntando desde los 19 años cuándo voy a ser madre y me voy casar. Me sorprende que sigan insistiendo. Con los chicos no ocurre. Les preguntan sobre su vida personal, pero hay cuestiones que siguen etiquetando como “de mujer”. En mi caso, en serio, cada vez que me ven, cae la pregunta. Es una cosa muy loca. Yo creo que es algo que no se debe preguntar a nadie, por educación. Son temas violentos, muy personales y que no incumben a nadie. No son preguntas ligeras.
¿A dónde quiere dirigir su carrera? ¿Salto a Hollywood?¿Televisión, cine?
En este oficio eso de marcarte un camino no lo veo claro. Fantasear trae consigo frustración, si proyectas algo y no ocurre. Es una profesión tan incierta que esta tarde puedo recibir una oferta o que un filme ya cerrado se caiga de repente. Mi experiencia me dice que lo más práctico y saludable es decidir sobre lo que va surgiendo. Menos quebraderos de cabeza. Sí tener claro por aquí sí o por aquí no, pero la vida en sí es una sorpresa.
¿Alguna línea roja?
No, a priori no, por la misma razón. Hay que verse en las situaciones, qué te trae la vida o qué no te trae y lo que debes aceptar hacer.
Jaguar le aportó proyección sin salir del país: la poderosa televisión global frente al cine en crisis. Últimamente ha apostado por el cine. ¿Tiene alguna serie a la vista?
Ahora mismo no, me ha coincidido mucho cine, cierto. Una hace lo que le dejan, en función de para qué se te valora. Tras la pandemia, se produce bastante, pero las salas siguen necesitando público. Aunque las plataformas hagan llegado para quedarse, el cine debe convivir con ellas. Ojalá.
La ruta del éxito
Compañeros de viaje
Debutó en 2007 por partida doble, Eskalofrio en cine y la serie El internado, que la hizo popular y permaneció tres años en antena. A partir de ahí alternó cine (Cobardes, Fuga de cerebros), la serie El barco (con Mario Casas, que fue su pareja)... En 2011, fue nominada al Goya a actriz revelación por La piel que habito de Pedro Almodóvar. Dos años después repitió con el cineasta en Los amantes pasajeros, volvió a televisión con Carlos, rey emperador, y al cine con Mi gran noche con Álex de la Iglesia y llegó el salto internacional con Netflix, primero con Las chicas del cable y recientemente con Jaguar. My bakery in Brooklyn, The Pelayos, El bar, El verano que vivimos, junto al que hoy es su novio, Javier Rey, son otros títulos de su trayectoria.
¿Cuándo se decidió por este oficio?
Fue surgiendo. Con 7 años quise empezar teatro porque mis amigos lo pasaban superbien. Podía haberse quedado en una extraescolar más, pero me enganchó. De ahí pase a la escuela de teatro, luego a una microcompañía, a una prueba… y hasta ahora.
¿Cómo construye los personajes?
Depende. A veces hay que documentarse mucho, otras es cien por cien ficción y creas desde cero. Dedicación, la misma, porque hay que ser serio y riguroso, pero cada papel y proyecto precisan energías diferentes.
¿Prefiere que el director dé muchas indicaciones o libertad?
Cuanta más información aporte de cómo quiere las cosas y te guie con claridad, mejor. Él es el jefe y hay que hacerle caso. Lo mejor es que todo el equipo fluya, cuanta mas flexibilidad tengamos todos mejor porque todos nos aportamos cosas. Yo no tengo la verdad absoluta, mi trabajo se nutre también del maquillaje y peluqueria, de las notas del director...
No miro al detalle los comentarios en redes, ni las críticas ni los elogios, que son la mayoría y muy de agradecer”
Con Almodóvar o De la Iglesia imagino que hay que ser dócil.
Con todos los directores, y en especial con cineastas tan icónicos y con unos mundos tan particulares, uno tiene que saber a quien tiene delante y qué quiere. Debes estar abierto a entrar en su mundo, no pelearte por hacer otra cosa. Su mundo es este, ya sabes en qué codigo te estás moviendo. En general en la vida hay que saber ubicarse, en todo.
Parece que lo consigue...
Intento estar cuerda y ubicada, porque la profesión ya tiene una buena parte de locura. Pero intento que mi trabajo no se rija por eso porque es como una especie de receta en la que debes poner los ingredientes justos de cada cosa, que no peque demasiado de algo.
¿Qué lleva mal de este trabajo?
¡Los horarios! Bueno, queda mejor decir la incertidumbre. El saber que hoy tienes trabajo y quizás mañana no. Pero cuando ya estás en harina, rodando, el cambio de horarios hace que tu cuerpo y tu energía vital se vuelvan locos. Un día tienes que estar como una rosa a las cinco de la mañana, otro día al revés. Debes ser muy flexible y rendirte: es así.
Ha dicho que se esfuerza por mantener los pies en el suelo. ¿Cómo lo consigue desde la burbuja del éxito? Su novio es también actor, Javier Rey, su día a día es especial, entre eventos…
Fíjate, yo le daría la vuelta. En mi vida lo más real es mi pequeña burbuja personal, donde soy yo, están mis amigos del colegio, mi familia, mis animales, mi casa. Donde está mi refugio y la gente me mira con los ojos más reales. La otra parte de mi vida es una realidad también, no es ficticia, pero es mi trabajo, que mola mucho y es divertido, te permite ser lo que quieras. Pero la vida real es cuando te levantas desmaquillada y te preparas un café.
¿Qué diría que le falta a su vida?
Creo que sería osado pedir, desde el lugar privilegiado en el que me encuentro. Todos queremos más, claro, en el buen sentido de la palabra. Que nos sigan pasando cosas, pero yo siempre me digo: ‘Valora más lo que tienes y no pidas’. Y si no pides quizás te llegan cosas sorpresa que aún molan más.
¿Qué no soporta en los demás?
La poca honestidad, la falta de sentido del humor. Y también la gente que habla sin parar y no escucha.
Estoy estupefacta con todo lo que pasa en el mundo. Madre mía, tenemos que centrarnos, porque si no nos vamos a la mierda. Es 'heavy metal'”
¿Cuál sería su lema vital?
No tengo lemas, porque lo que te sirve hoy seguramente no te sirva mañana.
¿A qué teme?
De niña tenía mucho miedo a la oscuridad, aún queda algo de eso. Pero ante todo, mi gran temor es que la gente que quiero desaparezca.
¿Cuál es su mejor virtud?
Yo creo que la calma, en general. La pierdo alguna vez, como todo el mundo, pero a grandes rasgos podría ser esa. A ver, momentos de estrés los tenemos un poco todos, pero cuando la prensa te pregunta tampoco le vas a contar tus miserias..
¿Qué cambiaría de su carácter?
Me gustaría ser menos perezosa.
¿Siente que se hace más hincapié en su belleza que en su talento?
No me he sentido muy así, la verdad. Creo que ha existido un equilibrio en ese sentido, para como se suelen manejar estas cosas en los medios. Me han piropeado y eso, por qué no decirlo, está bien. Pero también me he sentido tomada en serio. Y que se hablaba de mi trabajo. A veces, ciertos medios inciden más en el físico, pero de una forma más de cotilleo, que si estoy más rellenita o llevo tal maquillaje, es ese tipo de titulares.
En mi pequeña burbuja es donde soy yo, donde están mis amigos del colegio, mi familia, mis animales, mi casa y la gente que me mira con los ojos más reales”
¿Qué le preocupa de la actualidad?
Uf, pues tengo una lista bastante larga. Desde que tengo uso de razón creo recordar que este es el momento que, a todos los niveles, más sorpresa y estupefacción me causa. Estoy sorprendida. Y cada día que pasa, ostras, te supera el planeta. En todos los sentidos, político, social… Me está empezando a explotar la cabeza. Sería incapaz de enumerar ahora, requeriría un debate a fondo. Madre mía, tenemos que centrarnos un poco, porque nos vamos a la mierda. Es heavy metal. El ser humano está llegando a un límite bastante estratosférico. Todo está en peligro, a todas bandas.
¿Decepcionada de los políticos en nuestro país? ¿Quién le da confianza?
Confiar.. hombre, tengo esperanzas porque como ya la pierda del todo...El mundo político es algo que yo en mi vida personal hablo, debato, pero públicamente es algo tan peliagudo… y es triste que sea así, eh. pero entrar en según qué debates, no es que no tenga ganas, porque una empezaría a hablar y podría soltar cualquier cosa. Pero creo que es mejor hacer lo que tengas que hacer en privado. Esa es hoy mi opción, mañana quién sabe.
En Jaguar es una espía cazanazis. ¿Le preocupa el auge de la ultraderecha?
Claro, por supuesto. Me preocupa todo, el machismo, los conflictos bélicos… Lo englobo todo en esa sorpresa de que cosas básicas, de cajón, valores con los que mis padres me han educado, de repente están en peligro.
¿Cómo debemos responder?
Ojala tuviera una respuesta. Lo hubiera hecho ya. Vivimos en una era de individualismo. O nos movemos como un grupo y nos miramos unos a otros sin pensar solo en nuestro bien o mal futuro tenemos, nosotros y el planeta entero. Muy incierto, yo lo veo así.
Tiene 4,7 millones de seguidores en instagram. ¿En días ‘flojos’ se protege de las redes?
Ni en buenos ni en malos días le presto demasiada atención a los comentarios. Por suerte, suelen ser maravillosos pero también los hay que no lo son. Las redes son complicadas. Ni lo bueno es tan bueno ni lo malo es tan malo. Poner comentarios en Internet es muy fácil y a veces no somos conscientes de que lo que escribimos puede afectar a la persona. No miro al detalle los comentarios, no creo que me aporte mucho ni para bien ni para mal. Incluyo los elogios. Es precioso y de agradecer y el ego hay que alimentarlo, pero no puedes nutrirte solo de lo bueno, de gente que aunque hagas las cosas mal te van a decir: “da igual, es estupendo!” ¿Cuál es el porcentaje de realidad en los comentarios?
Ser abanderada de ciertas luchas, publicarlo en las redes me cuesta, no sé muy bien cómo gestionarlo. ¿En qué participo y en qué no?”
Esa elevada cifra de ‘followers’ puede ser útil en causas sociales. ¿Utiliza ese poder?
En privado participo, soy activa, pero nunca he sabido cómo utilizar mi cara visible para apoyar causas. Ser abanderada de ciertas luchas, publicarlo en las redes me cuesta, no sé muy bien cómo gestionarlo. ¿En qué participo y en qué no? Tengo el dilema de no saber como hacerlo, asi que por ahora lo hago privadamente. Es una asignatura pendiente para mi. Hay mucha gente que se significa con temas y tengo que aprender de ellos cómo lo hacen.
¿Ha vivido algún acoso de los que denuncia el “#Me Too”?
No, la verdad es que no. Por suerte ni lo he visto ni me ha ocurrido.
¿Cómo se imagina dentro de 20 años?
No me imagino…Hace 20 años tú me cuentas a qué me iba a dedicar y hubiera alucinado. De aquí a 20 años creo que mi vida va a cambiar mogollón, estoy segura y ojalá, no porque quiera que cambie sino porque la evolución es necesaria y debemos buscarla. Ojalá no me estanque jamás. Espero seguir dedicándome a lo mismo. Pero lo que más deseo es que la gente que quiero esté bien, el resto…¡Que me sorprenda la vida!
Fotógrafa: Ana Nance, Estilismo: Nirave (estheralmansa.com) Asistentes: Frank Jiménez, Rodrigo Chozas. Ayudante de fotografía: Hoffman
Maquillaje: Natalia Belda para Guerlain y Sebastian
Localización: Nave Oporto. Obras de Miguel Fructuoso (foto superior) y de Marta Corsini (portada)