El Museo del Louvre acogía, el jueves por la noche, la cena de gala ofrecida por el Comité Olímpico Internacional (COI) con motivo de la apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024. Una cita que reunía a diferentes miembros de las casas reales europeas, entre ellos, los Reyes de España, el Rey de Holanda o los Reyes de Dinamarca, que fueron recibidos a su llegada por el presidente del COI, Thomas Bach.
Para los monarcas daneses, esta competición deportiva tiene un significado muy especial puesto que se conocieron en los Juegos Olímpicos de Sídney, celebrados en el año 2000. El entonces príncipe Federico viajó a Australia para apoyar a los equipos daneses y se cruzó con la abogada Mary Donaldson en un pub de la ciudad. El flechazo fue inmediato y, tras unas semanas conociéndose, la joven dejó todo por amor y se mudó a Dinamarca. El resto ya es historia.
Antes de acudir a esta cena, los monarcas inauguraron el pabellón del equipo olímpico danés en los Campos Elíseos. Allí, Federico y Mary desearon suerte a los deportistas y pudieron charlar un rato con ellos antes de reencontrarse con otros miembros de la realeza.
Para la ocasión, la reina danesa estrenó un favorecedor mono rojo de Max Mara. A diferencia de la reina Letizia, que quiso tener un guiño con el país anfitrión vistiendo un exclusivo vestido de Alta Costura de Dior, Mary prefirió un diseño de la firma italiana que resaltaba su silueta.
El mono, que pertenece a la actual colección de primavera-verano, destacaba por su patrón minimalista, con el cuerpo drapeado, cuello redondo y sin mangas, y el pantalón de pernera muy ancha que estilizaba su silueta. Además, la pieza incorporaba un fino cinturón que potenciaba el efecto talla menos.
Una prenda valorada en casi 900 euros que llevó con unas sandalias de tiras doradas, joyas doradas y un bolso de mano de piel marrón. También en algunas imágenes se puede ver que lució una americana blanca.
Mary no fue la única royal que apostó por el pantalón para asistir a este evento. Charlène de Mónaco eligió un conjunto negro que estaba formado por un top sin mangas decorado con una flor sobre uno de los hombros y un pantalón de tiro alto y el pantalón holgado.
También Matilde de Bélgica optó por un mono blanco, sin mangas, con el cuello alto y pernera ancha, que combinó con una capa de gasa que aportaba el toque sofisticado a su look.