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La única condición estilística que exigió Kim Cattrall para volver a Sexo en Nueva York

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La icónica Samantha Jones volvió a cobrar vida en 'And Just Like That'

Kim Cattrall dio vida a Samantha Jones durante la emisión de la serie original y las dos películas derivadas.

Facebook/SATC

Tras años de polémicas, mensajes de enemistad en redes sociales y demás rumores en los medios de comunicación, el regreso de Samantha Jones al spin-off de Sexo en Nueva York se ha hecho realidad. Todos los fans de la emblemática serie de Hbo han visto cómo su sueño se hacía realidad, aunque haya sido cuestión de 71 segundos.

La actriz Kim Cattrall, enemistada con Parker desde hace casi dos décadas, llegó a un acuerdo para agradar a los fans y rescatar a la icónica y carismática Samantha Jones. Las únicas condiciones eran las de no aparecer, ni coincidir, en el mismo plató con sus otras tres compañeras de reparto y que la vistiera la estilista Patricia Field, responsable del estilismo de los personajes en la serie de Sexo en Nueva York.

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Curiosamente, Parker no contó con Field para llevar el peso de la elección de los estilismos de las demás actrices, un aspecto que extrañó a los fans acérrimos de Sexo en Nueva York. La estilista se encontraba en las grabaciones de Emily en París y ella misma fue la que recomendó a Molly Rogers para que ocupara su lugar.

No obstante, para el gran retorno de Samantha Jones en el último capítulo de la segunda temporada de And Just Like That, Field quiso estar presente de alguna manera. Sentada en la parte trasera del coche y vestida con una gabardina metalizada sobre un vestido rojo, un bolso verde lima de Fendi y un brazalete y anillos de gran tamaño, Field hizo un último homenaje al personaje interpretado por Cattrall.

Samantha Jones vuelve a aparecer en escena en 'And Just Like That'

HBO Max

Cattrall y Field mantienen una gran amistad y así lo han demostrado a lo largo de los años con demostraciones de afecto en redes sociales. De hecho, la segunda fue la encargada de que el armario de Samantha no se basara solo en minifaldas y blusas escotadas –como pedían los productores-, sino que supo elevarlo y pasar de lo sexual a lo sensual hasta convertirla en un auténtico icono de estilo.