Michelle Pfeiffer cumple este sábado 65 años y lo celebra con su regreso a la gran pantalla, en la nueva entrega de Ant-Man and the Wasp: Quantumania, y dejando a su paso una estela de personajes icónicos en películas que son hoy un clásico de Hollywood.
Mucho ha cambiado desde que interpretó a Sue Wellington en Volver al amor (1980). Con tan solo veinte años Pfeiffer se dio a conocer, como muchas otras actrices, en un certamen de belleza. Probó suerte en el modelaje y también en pequeños papeles en telefilms.
Pero su salto a la fama llegó en 1983 de la mano de Al Pacino. Convertida en la elegante y estilosa 'Elvira' de Scarface, con un vestido azul satén -que cada Halloween vuelve en versión de disfraz cool-, Pfeiffer inició su ascenso a la cúspide de Hollywood.
A ese papel le precederían otros tan famosos como Catwoman en Batman Returns, de 'Suckie' en Las brujas de Eastwick - junto a Cher y Susan Sarandon o 'LouAnne' en Mentes peligrosas. En su extensa trayectoria se ha centrado sobre todo en el cine fantástico, romances y películas de acción.
A diferencia de muchas celebridades de su talla, Pfeiffer siempre ha intentado preservar su privacidad y de hecho, ha conseguido llevar su vida personal con discreción, lejos de los tabloides del corazón gracias a tomarse largos descansos durante su carrera para cuidar de sus dos hijos adoptivos, Claudia y John Henry Kelley.
La actriz celebra este año 30 años de casada junto al productor de cine David E. Kelly. Tres décadas después de contraer matrimonio, la intérprete se deshace en halagos: “tuve mucha suerte. Nunca he conocido a una persona que tenga más integridad que mi esposo. Lo respeto. También está su humor e inteligencia, y es realmente guapo”, dijo en una entrevista.
Sin embargo, antes de que llegara el gran amor de su vida, Pfeiffer estuvo casada anteriormente con el actor Peter Horton. De ese corto matrimonio, en sus inicios en la caótica y acelerada Hollywood, la artista solo ha destacado ante la prensa que fue gracias a él que pudo salir de una secta llamada respiracionistas.
Este culto considera que se pueden hacer largos ayunos y vivir únicamente de la luz solar. Gracias a que Horton estaba preparando un papel en una película relacionado con sectas, Pfeiffer comprendió que muchas de las escenas o características de lo que contaba el papel de su actual marido se asemejaban a lo que ella misma estaba viviendo. Pfeiffer consiguió abandonar la secta pero no antes habiendo derrochado parte de sus ahorros en ella.