La importancia de los primeros pasos en los niños: que gatee el tiempo necesario y nada de tacataca
Salud y bienestar
Cada hueso del pie necesita su tiempo para osificarse, siendo el más tardío a la edad de 10 años
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Durante los procesos de embarazo es muy frecuente que los progenitores sean atormentados por un sinfín de dudas y preocupaciones que consultan en libros, charlas o directamente con su médico. Ecografías, analíticas y demás pruebas confirman que todo está yendo según lo previsto, además de las clases de preparación para el parto, que dan las claves para que todo transcurra correctamente.
De todas las cuestiones que giran en torno al correcto y saludable crecimiento del bebé, hay una a la que quizá no se presta tanta atención como debería, los pies. Estos son la parte fundamental de la anatomía humana para en un futuro poder ser independientes en nuestro desplazamiento.
Las patologías del pie se pueden empezar a desarrollar en los primeros meses de vida
Según recoge la podóloga clínica y profesora de la Universidad Miguel Hernández Coral Moya Cuenca en un artículo publicado en The Conversation, las patologías del pie se pueden empezar a desarrollar en nuestros primeros meses de vida. En los primeros años de los bebés no se suele hablar de los pies y es precisamente cuando más importante es ponerlos en movimiento.
Una correcta prevención en el primer gateo y en las primeras pisadas puede resultar fundamental en su desarrollo, explica Moya. Es importante tener en cuenta que cuando un bebé nace, todavía no tiene huesos en los pies y únicamente se componen de cartílago.
Cada hueso del pie necesita su tiempo para osificarse, siendo el más tardío a la edad de 10 años. Durante todo este tiempo, el pie pasa por diferentes etapas y cada una de ellas tiene unas necesidades. Un correcto desarrollo fisiológico del pie es imprescindible para evitar problemas y Moya ha elaborado una lista con siete recomendaciones:
1. Evita el uso de portabebés
Una mochila portabebé permite transportar al pequeño pegado al cuerpo y tener los brazos libres. Resulta de gran utilidad para los progenitores pero según explica la podóloga, los portabebés no ergonómicos no son aconsejables, puesto que obligan a los bebés a llevar las piernas totalmente abiertas. Les limita la libertad de movimiento y desarrollo, además de forzarles una apertura de cadera elevada y rotaciones en el fémur.
2. El gateo es importante
Aunque tradicionalmente se ha venido diciendo que gatear retrasa el inicio de la marcha, Moya explica que evitar el gateo nos puede traer problemas. Este es un proceso natural que el bebé realiza para poder desplazarse por el suelo y que sirve para que los músculos vayan cogiendo fuerza. Además, la posición del gateo ayuda a que la espalda adquiera la curvatura necesaria para una posición erguida.
3. Evita el uso de tacatá
El andador o tacatá sirve para mantener al bebé en una posición erguida, lo que es perjudicial para un correcto desarrollo. La experta explica que con el andador la cadera se coloca en una posición abierta con posibles problemas rotacionales en los miembros inferiores. Además, el bebé podría no llegar al suelo, lo que le obligaría a ir de puntillas, principal causa de muchos de los accidentes en bebés de entre 5 y 8 meses de edad.
4. No fuerces al bebé a caminar
Es bastante frecuente que los progenitores traten de animar a su bebé a empezar a caminar. Sin embargo, según recomienda la experta, en ningún caso hay que forzarles a hacerlo. Esto se debe a que los huesos y músculos podrían no estar preparados y estarían soportando una carga mayor de la que son capaces. Forzar a caminar al bebé antes de tiempo podría producirle mayores caídas.
5. Pisar suelos irregulares
Generalmente permitimos a los bebés andar descalzos solo cuando pisan sobre un suelo completamente liso, lo que carece de estimulación sensorial. Esto afecta al desarrollo muscular intrínseco del pie.
Moya aclara que para aumentar este estímulo, existen distintas opciones como alfombras, discos sensoriales, cojines o bolas de equilibrio. Con estos elementos pueden jugar y a la vez desarrollar el pie con completa naturalidad.
6. Bicicleta sin pedales
Estas bicicletas han sustituidos a las antiguas bicis con ruedines, puesto que aportan mayores beneficios. En los primeros años el niño debe mejorar sus habilidades sensorio-motoras y su coordinación, algo con lo que esta bicicleta sin duda le ayudará; esto se debe a que coordinará los dos pies para no caerse.
Con el tiempo cogerá más equilibrio y velocidad y los pies pasarán cada vez menos tiempo en el suelo. Tras ello, se adquiere una mayor confianza y seguridad a la hora de cambiar a una bicicleta con pedales.
7. Cuidado con el calzado
Por último, no se puede dejar pasar la cuestión del calzado. Los pequeño tienden a quitarse los zapatos, puesto que se sienten incómodos con ellos. El calzado que escojamos para el bebé, deberá respetar la fisiología y evolución de sus pies. De hecho no es aconsejable calzar a los niños antes de que empiecen a andar.
Más adelante, los zapatos cumplirán una función de protección, aunque deberán seguir siendo flexibles y sin ningún tipo de rigidez. La podóloga recomienda que sean de suela fina y sin altura en el talón. Además, hay que tener en cuenta que el calzado debe tener espacio suficiente para no oprimir los dedos.