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La reinvención del descapotable más famoso de la historia

Porsche 911 Targa

La carrocería Targa del Porsche 911 es una configuración que auna libertda y seguridad para seguir recorriendo el mundo

Tras el debut de las variantes cupé y cabrio, el Porsche 911 completa su octava generación con la carrocería Targa

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Para entender la gigantesca dimensión adquirida por el Porsche 911 Targa entre los aficionados a la historia del motor, debemos viajar a Estados Unidos y remontar en el tiempo hasta principios de los años 60. En ese escenario, el sector de las cuatro ruedas estaba presidido por un intenso debate, suscitado por las dudas en torno a la seguridad que ofrecían los coches descapotables en caso de accidente. Si tenemos en cuenta el importante peso específico que tenían entonces los cabrios en el mercado americano, es fácil deducir que existía una imperiosa necesidad latente de soluciones técnicas destinadas a fomentar la confianza del usuario.

El paso de los años ha dado la razón a las mejoras introducidas entonces, puesto que los índices de ventas de los coches destinados a conducir a cielo abierto siguen siendo bastante significativos en la actualidad al otro lado del Atlántico. No olvidemos el impacto que provocó en 1955 la muerte del actor James Dean, a los 24 años, en un accidente de tráfico, cuando conducía un Porsche 550 Spyder, Little Bastard (pequeño bastardo), el sobrenombre con el que el mito del cine bautizó ese fascinante automóvil sin techo, un bólido difícil de conducir que requería manos expertas al volante.

El actor James Dean, con su ‘Little Bastard’, el Porsche 550, con el que acabaría perdiendo la vida en un accidente de tráfico. Estos automóviles no tenían la barra de seguridad que ahora protege a sus ocupantes en caso de vuelco

Bettmann / Getty

En esa época, que hoy parece tan lejana, la mayoría de los Porsche 356 exportados a Estados Unidos eran descapotables, factor que obligó a los responsables técnicos de la marca alemana a agudizar el ingenio para evitar una catástrofe comercial. Con el fin de no perder fuelle en un mercado tan esencial, se decidió desarrollar una configuración de carrocería inaudita para la generación pionera del 911, que había sido presentado en el Salón de Frankfurt de 1963.

Los amantes de las fechas importantes dictadas por la historia de la automoción deberían apuntar en su agenda de aniversarios esenciales el 2 de agosto de 1966. Ese día salió de fábrica un prototipo de preproducción del 911 Targa, el primero de su especie que podía circular libremente por la carretera luciendo placa de matrícula. Se supone que el color elegido, un sugerente verde esmeralda, respondía a la voluntad del coche de no discurrir inadvertido a su paso. Su orgulloso propietario era el propio Ferdinand Porsche, más conocido por el apodo de Ferry, hijo del fundador y director de la empresa durante esa etapa.

Las principales características distintivas de la nueva versión son el arco antivuelco y su innovador techo descapotable

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La genial solución técnica planteada por esa inusitada carrocería resultaba tan simple como de compleja implantación. Inspirado en las estructuras tubulares antivuelco adoptadas por los bólidos sin techo que participaban en competiciones automovilísticas, el arco superior de esa sorprendente versión del Porsche 911 era sinónimo de seguridad. Como por arte de magia, se consiguió dar vida a un coche que mantenía el placer de conducir de un descapotable, pero sin renunciar a la confianza proporcionada por una cubierta metálica en caso de sufrir un accidente con volteo.

Competición italiana

Targa es el nombre adoptado por la victoria en una competición siciliana de resistencia

El origen de la denominación elegida merece un capítulo especial en el libro de anécdotas del motor. Para situarse en la atmósfera que rodeaba al coche, vale la pena apuntar que la palabra Carrera, asociada ya entonces a la primera generación del Porsche 911, se adoptó en honor a la carismática Carrera Panamericana de México.

La nueva variante de carrocería descapotable, dotada con arco de seguridad, no pudo apostar por las famosas citas de Le Mans o Monza, dos alternativas registradas ya por otras marcas. La reciente victoria de la firma alemana en la Targa Florio, una delirante competición siciliana de resistencia, ejerció como fuente de inspiración para que Targa se haya convertido en una de las siglas sobre ruedas mas icónicas de todos los tiempos.

El uso de la pana en los asientos y las molduras de las puertas suponen el retorno a un material utilizado ya en el Porsche 356

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Después de cinco décadas y media acumulando emociones, la configuración de carrocería Targa sigue evolucionando. Este verano le ha tocado el turno a una versión que viene a completar la gama correspondiente a la octava generación del Porsche 911, sin duda el automóvil deportivo más emblemático de la historia.

Y si el pionero antecesor de la estirpe surgió para ofrecer seguridad en el universo de las joyas descapotables de antaño, la nueva interpretación no podía ser menos. Para que sus propietarios puedan disfrutar del volante a cualquier ritmo con altos niveles de estabilidad, las dos variantes que se han puesto a la venta vienen equipadas con tracción a las cuatro ruedas, el mejor aliado del conductor cuando se circula sobre firmes resbaladizos.

La tenista Maria Sharapova posa junto al Porsche 911 S Cabriolet que utiliza cuando está en California, en una foto de 2015

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El avanzado modelo de la marca alemana equipa un techo practicable que se abre o cierra de manera totalmente automática en sólo 19 segundos. Dada la filosofía de la marca alemana, empeñada siempre en conseguir que este icónico modelo deportivo pueda ser usado cotidianamente sin generar excesivas molestias a sus propietarios, se ha apostado por una inteligente solución técnica.

Nos referimos a la gestión de los amortiguadores delanteros, que permite elevar el frontal del vehículo con la finalidad de alejarlo del suelo en aquellos sitios que puedan entrañar peligro de rozadura. En la lista de posibles clientes ilustres encontramos a la ex tenista María Sharapova, embajadora de la marca, que hace seis años ganó un Porsche 911 Targa de la generación anterior en el Torneo de Stuttgart. Si quiere estar a la última, deberá pasar a conducir la nueva versión.

Características técnicas

Dos versiones La configuración Targa 4 equipa un motor de 385 CV, mientras que el Targa 4S alcanza los 450 CV
Aceleración La versión menor acelera de 0 a 100 km/h en 4,2 segundos y la superior necesita sólo 3,6 segundos
Precios de venta 147.608 euros es lo que cuesta un Targa 4, frente a los 165.255 euros que vale el Targa 4S
Confort Sin renunciar a prestaciones fuera de lo común, el Porsche 911 destaca por una razonable cota de comodidad
Doble embrague Ambas versiones comparten una suave y rápida caja de cambios secuencial de ocho velocidades
Suspensió activa La amortiguación se adapta de modo automático a las condiciones de la ruta y el estilo del conductor