Es un maestro del diseño intemporal. Las creaciones de Antonio Citterio (Meda, 1950) son funcionales, de líneas sobrias, pero muy estudiadas técnicamente y reconocibles a simple vista. A eso se le llama estilo. Este arquitecto firme defensor de lo duradero es también uno de los diseñadores más prolíficos y copiados
¿Qué es la elegancia?
Entender que la calidad no es algo de lo que se hace alarde, sino algo que se percibe. Cuando pienso en elegancia, pienso en la calidad de los espacios y objetos que resisten el paso del tiempo.
¿Es más difícil la sencillez que la ostentación?
Diseño objetos que no pretenden ser una mera expresión sino que surgen como respuesta a preguntas reales. Mi diseño está vinculado al comportamiento, a la forma en que las personas interactúan con los objetos.
"Empecé a trabajar con Flexform hace más de 40 años; considero a los clientes socios de proyecto", explica Citterio
Es un diseñador fiel, lleva décadas con las mejores firmas, ¿qué tienen de usted y usted de ellas?
Considero a los clientes más socios de proyecto que clientes: generalmente elijo trabajar con personas que comparten mi visión y mi lenguaje. Creo que esto les da una gran confianza. Empecé a trabajar con Flexform hace más de 40 años. Era 1979 y mi oficina aún estaba en Monza. Me había graduado en Arquitectura en el Politécnico de Milán tres años antes. Compartí las estrategias de la empresa y la determinación de volver a producir objetos de arquitectos racionalistas como Mario Asnago, Claudio Vender y Gabriele Mucchi, en lo que se puede considerar un homenaje a los maestros de la región.
Cuando diseña, ¿qué tiene siempre en cuenta?
La característica común de los productos Flexform, por ejemplo, es que son reconocibles, para el uso diario y siempre fáciles de usar. En las últimas décadas, hemos intentado añadir innovación a la calidad sartorial original integrando procesos industriales, como técnicas de fundición de metales. La empresa ha invertido mucho en investigación y desarrollo, con proveedores de alta calidad y materiales de primera.
¿Cuál es el secreto para mantenerse fresco?
La curiosidad. Ya he cumplido 70 años, pero desde cierto punto de vista aún soy un niño, cuando veo algo que me interesa, lo miro y lo considero. No hace mucho, iba de Milán a Basilea y vi un edificio fuera de la autopista en el que nunca me había fijado. Aunque llegué tarde a la cita, me dije: “Si no lo veo ahora, no lo volveré a ver”. Entonces me detuve. Me dio una gran satisfacción: para mí es importante ver y comprender.
¿Dónde encontrar estímulos?
La inspiración, para mí, está ligada al papel del diseñador en la sociedad y a su creatividad, intentando aportar un punto de vista diferente de la sociedad. Tu creatividad puede ser una visión de cambio. Mi lenguaje proviene de un intercambio continuo con las empresas con las que colaboro: creo firmemente que un proyecto se desarrolla en la relación entre las personas: es dentro de esta relación de confianza donde la creatividad puede expresarse libremente.
¿Hemos integrado por fin que el diseño y la arquitectura deben ser social y ecológicamente responsables?
La sostenibilidad debe ser parte fundamental del proceso de producción. Es difícil ser completamente sostenible, porque no todos los materiales utilizados en el diseño pueden serlo al 100%. Pero lo que está cambiando es el enfoque hacia los materiales y la durabilidad: ahora cuando empiezo a diseñar algo, ya pienso en su fin de vida. Pero la parte más importante recae en las industrias químicas: los materiales no sólo deben ser reutilizables, sino que también deben evitar la emisión de gases nocivos a la atmósfera durante el proceso de producción.
¿Tiene algún mueble en casa que le haya acompañado toda la vida?
El sofá que tengo al lado del escritorio donde trabajo, lleva conmigo 20 años y no creo que lo vaya a cambiar.
¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de elegir un sofá para nuestro hogar?
Lo más importante es pensar en cómo la gente lo usará y cómo se comportará con él.
Italia cuenta con el valor de la producción local…
Estar cerca de la producción siempre ha sido fundamental para mí. Nacer en Meda, en el corazón de la fabricación de muebles, y estudiar en el Instituto de Arte, donde diseñé durante cuatro o cinco horas diarias hasta graduarme, fueron dos factores fundamentales para mi carrera.Trabajar con mi padre, que era artesano emprendedor, me permitió comprender las características fundamentales del diseño y la producción desde la experiencia directa. La competencia por la calidad está vinculada al territorio: a la proximidad geográfica de los sujetos, sus historias y sus capacidades creativas.
¿Qué papel tiene la artesanía en su trabajo?
Para mí, la artesanía significa ir a fábricas donde los dibujos se transforman en objetos, donde los componentes se unen y los materiales se adhieren entre sí. En este sentido, el diseño y la artesanía están vinculados. Sólo cuando se comprende en detalle cómo funcionan los procesos se puede realmente diseñar algo en toda su complejidad.
En arquitectura trabaja en tándem con Patricia Viel. ¿Qué hay de ella y qué hay de usted en sus proyectos? ¿O hay una simbiosis total?
Llevamos décadas trabajando juntos: en el año 2000 fundamos el estudio ACPV Arquitectos Antonio Citterio Patricia Viel, que se ocupa de proyectos de arquitectura e interiores. En los últimos años el estudio ha crecido mucho y hoy somos más de 180 profesionales. Con Patricia trabajamos directamente en los proyectos y ella también se encarga de la gestión del estudio. Cuando llegó al despacho en 1986, mi actividad se centraba principalmente en el diseño, pero también gracias a ella el estudio se ha ocupado cada vez más de la arquitectura. Patricia era y es tan organizada que le confié mucho trabajo.
¿En qué proyectos está trabajando ahora?
Con el estudio seguimos trabajando en todas las escalas de intervención, desde torres residenciales hasta complejos turísticos y campus corporativos, desde el Lejano Oriente hasta Europa y América. Recientemente también se publicó el libro Antonio Citterio Design, donde relato más de cinco décadas de mis proyectos de diseño. ¡Pero no voy a parar!
¿Un lema que le oriente?
Nunca, nunca, dejes de tener curiosidad.