Casas con buena firma: tres estudios femeninos que crean nuevos escenarios cotidianos

Sienten pasión por imaginar nuevas atmósferas interiores. Por la casa como refugio de bienestar y expresión distintiva. Figuran entre las mejores interioristas del país. Explican a Magazine Lifestyle  que dan preeminencia en los escenarios cotidianos. Sus fuentes de inspiración son múltiples, incluidos los viajes más remotos. 

Todas coinciden en la importancia de la luz y su modulación, una distribución funcional y efectiva, los materiales naturales, o el equilibrio entre formas, texturas y gamas cromáticas. Y, por supuesto, conocer a fondo el perfil, estilo de vida, gustos e ilusiones de los futuros habitantes. 

Las 2 Mercedes

La obra de arte como guinda final

Para Mercedes Peralta y Mercedes Valdenebro, del estudio Las 2 Mercedes, los mejores lugares a intervenir son los espacios antiguos a los que dar una vida actual. Buscan la armonía con una buena paleta de color y sobretodo iluminación. “El golpe final siempre es elegir las piezas de arte”, señalan. Son asiduas de subastas y galerías como Marita Segovia o Malborough. Sus gustos cromáticos son muy variados. “Aunque, para ir a lo seguro: base neutra y puntos de color en arte y piezas accesorias: butacas, alfombras, etcétera”. 

Como en esta sala donde rojo, dorado y azul cobran fuerza junto a un sofá en rizo blanco. Prefieren la luz indirecta para crear ambiente, y solo algunos puntos directos en grado muy cerrado, focalizando pinturas o esculturas. Su amueblamiento es ecléctico y abarca del diseño contemporáneo escandinavo del siglo XX a la antigüedad holandesa del XVII. Apuntan Perú como su último destino revelación en interiorismo.

Estudio Sandra Tarruella

Proyectos atemporales

Sandra Tarruella señala las maderas como ingrediente imprescindible en un interior. “Transmiten algo muy natural y cálido. Las tratamos para que pierdan lo menos posible su esencia”. Apuesta por tejidos naturales y por pieles. “Nos conectan con nuestros antepasados, con la historia de la humanidad, por su textura, olor, colores”. Opta por las piedras locales: Mares en Mallorca o calizas en el Empordà. Y la cerámica en todas sus versiones: barro o esmaltados brillantes, en pavimentos, muros, celosías. “Es la riqueza de lo sencillo”, especifica.

Le atrae la continuidad visual del espacio que generan los pavimentos sin juntas, como el microcemento, dando amplitud, frescor y actualidad. Son excelente base para alfombras, elemento que le ayuda a zonificar, aporta color y calidez. Aunque entusiasta de la historia del mueble, se identifica sobre todo con el diseño italiano, nórdico y japonés del siglo XX (Castiglioni, Aalto, Kuramata) y autores del XXI como Urquiola, los Bouroullec o Dixon. Entre sus hallazgos viajeros: la obra de Geoffrey Bawa en SriLanka y los Lodges en África.

Punto Filipino

Atracción hipnótica

“Me gusta el uso arriesgado de los materiales -explica Gema Gutiérrez al frente de Punto Filipino-. Por eso escoge los mármoles menos habituales, como el Portoro que se cotiza según el amarillo de su veta o el Sodalita Blue Extra, de una cantera a 3.800 m de altitud en los Andes bolivianos. Apuesta por la diferenciación para crear identidad con el mobiliario. “Dedico gran parte del tiempo a la búsqueda de piezas de jóvenes creadores con talento. Hay verdaderas maravillas.” Jesse Sanderson o Gabriel Hendifar y Jeremy Anderson, entre sus descubrimientos.

Sus referentes en diseño y arte son el Neo-futurismo decó, “es patente mi pasión por los años 20, el art decó y guiños al proto-futurismo”. Con texturas pronunciadas y estampados genera profundidad y efectos ópticos. Entre sus viajes inspiradores, Líbano e Irán. Le han influenciado en la mezcla de tradición y materiales nuevos como la resina. O el uso del latón y piedra de alabastro, en combinación con cuero, madera y vidrio. Una vivienda interesante puede surgir, señala, de un salón que es a la vez estudio o una cocina que genera un espacio social similar al de un restaurante.

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