La mirada de Oriente: Contemplar
Ver la vida pasar. El arte de la mirada neutra o lo que los yoguis llaman la mente neutral. Aquella que observa con el desapego y la distancia del Buda. No se implica en la acción, el deseo, la manipulación ni la elaboración de ningún plan. Aquello que Krishnamurti llamaba choiceless awareness, la conciencia que no toma partido ni se posiciona. En ella no hay demanda ni ansiedad y mediante un estancamiento de la mente que permanece anulada sin capacidad de elección, podemos despertar la percepción verdadera de la realidad. Desde la perspectiva budista, esta forma de contemplación o conciencia plena surge cuando desaparece el deseo, entonces la persona entra en el estado de arahant. Este arte de contemplar lo que acontece, sin más, es una de las grandes lecciones del Buda y de todos aquellos que hallaron la iluminación.
Difícilmente seremos santos o iluminados, pero si practicamos diariamente la contemplación neutra, en atención plena, en un estado meditativo con los ojos abiertos, observando lo que sucede a nuestro alrededor, descubriremos partes de la realidad y de nosotros mismos que ni habíamos imaginado. Para poder contemplar, el primer paso es detenerse, recostarse, estar cómodo y aprender a observar como si lo hiciéramos por primera vez. No hay juicio, no hay pensamiento, la mente se relaja y dejamos que la información nos llegue a través de los sentidos. De esta forma, podremos ver la realidad subyacente a la superficie, los detalles que antes no habíamos percibido, las pulsaciones de la atmósfera, la vibración de la luz, el latido de la naturaleza… Tantas y tantas cosas que se nos revelan, por el simple hecho de contemplar.
Wat Pho Este es uno de los principales templos de la bulliciosa Bangkok. Ubicado junto al río Chao Praya y el palacio real, contiene numerosas estupas y galerías con esculturas budistas. De todas ellas, el más impactante y venerado es el gran Buda reclinado, al que se le dedica toda una sala con centenares de vasijas donde devotos y turistas hacen sus ofrendas. La estatua mide más de cuarenta metros de longitud y posee bellos símbolos esculpidos en el cuerpo lacado en oro. Contemplar a este Buda es una invitación a serenar la mente, desacelerar y bajar la intensidad propia de esta metrópoli asiática que aúna modernidad y tradición.
LA PRÁCTICA el observador distante Acércate a un lugar transitado y bullicioso como una boca de metro o estación de tren. Siéntate y observa a la gente pasar como si fuera el teatro de la vida, y los humanos, sus actores. No juzgues, no critiques, simplemente sé testigo. Contempla todo cuanto sucede y profundiza en los pequeños detalles. Un rostro, una mirada, un gesto, una textura…