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Cómo evitar relaciones con personas tóxicas

Psicología

En su último libro, la psicóloga Sílvia Congost, experta en dependencia emocional y autoestima, nos enseña a identificar a las personas que nos pueden arruinar la vida

La psicóloga Sílvia Congost es experta en dependencia emocional y autoestima

Editorial Zenith

“Una persona que va a hacer daño a los demás porque está torcida y no hay forma de enderezarla”. Así de contundente describe Sílvia Congost a los perfiles que consideramos tóxicos ya en las primeras páginas de su nuevo libro: Personas tóxicas. Cómo identificarlas y liberarte de los narcisistas para siempre (Zenith).

Hoy en día, sabemos que la depresión es la principal causa mundial de discapacidad. La OMS estima que en todo el mundo el 5% de los adultos la padecen. Y la cuestión, según la psicóloga experta en dependencia emocional y autoestima, es que el principal motivo tiene que ver con las relaciones, ya sean en el ámbito laboral, de amistad, familiar o de pareja.

Muchas veces no nos damos cuenta , pero lo cierto es que algunas personas que nos rodean son altamente destructivas

Muchas veces no nos damos cuenta -o no queremos verlo-, pero lo cierto es que algunas personas que nos rodean son altamente destructivas. Y cuanto antes las identifiquemos, antes aprenderemos a evitar autoengaños, mentiras y pérdidas de tiempo a su lado, que es de lo que trata el libro. Sin piedad, porque las personas tóxicas nunca -repetimos: nunca- cambian.

¿Por qué siempre tenemos la fantasía de que pueden cambiar?

Porque nos han educado con la idea de que las relaciones en las que hay un vínculo salen bien. Es una cuestión de desconocimiento, por eso he querido profundizar en el tema y que las víctimas de las personas tóxicas tomen conciencia de que hay un trastorno y no depende de ellas que cambien o no. Si no tienen conciencia de lo que les ocurre o del daño que causan en los demás, no pueden empatizar con el dolor ajeno y, por tanto, emprender un camino para cambiar. De hecho, el perfil narcisista piensa que es superior a los demás y tiene la verdad absoluta, incluso menosprecian y se ríen de ellos.

Dices en el libro que un 20% de la población sufre un trastorno de la personalidad narcisista. Asusta un poco saber que hay tantos…

Sí, sí, y a lo mejor incluso son más. Nosotros en consulta no los vemos porque no son ellos los que vienen, sino los que han caído en sus redes de este tipo de perfiles y tienen que reconstruir su autoestima. Te das cuenta de la persona que hay detrás, que no solamente está en la relación de pareja, también en la familia, en el trabajo y entre nuestras amistades.

 

Editorial Zenith

¿Las personas tóxicas lo son en todos los ámbitos?

Cuando se trata de una persona que es tóxica para nosotros, no significa que lo sea en el resto de ámbitos de su vida. Pero si hablamos de una persona narcisista, más allá de cuando esté haciendo teatro porque quiere conseguir algo, en el momento que salga su esencia real será la misma para todos.

Hay diferentes relaciones tóxicas, y una de ellas es esta que comentas que se da con personas que no encajamos. ¿Todos podemos ser tóxicos?

Exacto, hay casos en los que hablamos de personas tóxicas para nosotros, no que estén dañadas, así que nosotros también podemos serlo para otras personas. Por ejemplo, cuando estamos en una relación de pareja con la que no estamos de acuerdo en las cosas importantes, y eso implica que una de las dos personas tendrá que renunciar a cosas o tener conductas contrarias a su pensamiento, entonces nos hace sufrir. Pero eso no significa que no sea una buena persona o no tenga muchos amigos.

Cuando se trata de una persona que es tóxica para nosotros, no significa que lo sea en el resto de ámbitos de su vida”

¿Cómo pueden llegar a destruir las personas tóxicas a los que tienen alrededor?

Te perjudican hasta lo más profundo y por eso es tan importante identificarlos lo antes posible y huir a tiempo. Los narcisistas empiezan tratándote superbien para que te consideres afortunada de conocerlos, y el día menos pensado le dan la vuelta y te van anulando. Empiezan a hablar mal de ti a tus amistades, a tu familia, para que poco a poco dejes de quedar con esa gente y te vayas aislando cada vez más. Incluso te controlan la ropa, el dinero, te hacen dejar el trabajo porque no lo necesitas para volverte completamente dependiente. Y encima piensas que eres tú la que tienes la piel muy fina y aún tienes que estar agradecida.

También pasa al revés, que ponen a los demás en contra de esa persona.

Sí, son de esos que están contigo por interés porque tienes contactos, influencia, así que intentan acercarse a ti para sacar todo lo que puedan y la última persona que les importa eres tú.

Pero no son ellos los que van a terapia. O si van, a la segunda sesión no vuelven.

Es como que de alguna manera los narcisistas están buscando que el problema sean los demás. Cuando vienen a terapia es para aportar información para ayudar a su mujer, “porque seguro que ella no te está contando la verdad de todo”. O para hacer el paripé: la pareja ya no puede más, entonces montan el numerito -“voy a hacer lo que haga falta”-, vienen para cubrir el expediente, pero no conectan con nada porque son incapaces de asumir ninguna responsabilidad por su parte. Ellos saben más que tú, por eso a la segunda sesión ya no aparecen.

En los narcisistas, la víctima suele ser una persona con mucha bondad”

¿Cuál es el perfil de una víctima de una relación tóxica?

En los narcisistas, la víctima suele ser una persona con mucha bondad, que le gusta cuidar y complacer, que evita los conflictos, porque para ellos son más fáciles de manipular. No les sirve una pareja que les cuestiona, necesita perfiles sobre los que tenga el poder porque si no se vuelven pequeñitos.

En el libro hablas de personas a las que no les importamos o que no nos quieren, directamente. Y podrían ser un padre o una madre. ¿Es una de las cosas más difíciles de asumir por una víctima atrapada en las redes de un tóxico?

El caso de los padres es complicado porque uno da por sentado que el padre y la madre son el amor más auténtico e inquebrantable. Asumir que no te sientes querido por ellos porque te maltratan psicológicamente es muy duro. Es importante aferrarnos a la familia que hemos elegido y nos cuida, los amigos, los compañeros, y no quedarnos en el papel de víctimas. Y también intentar comprender con compasión qué es lo que ha vivido esa persona en la infancia para convertirse en el adulto en el que se ha convertido, qué cosas le faltaron para que no puedan comportarse de otra forma. Cuando entiendes eso, ya no te sientes tan mal, y entonces puedes tomar distancia.

Nos han educado con la idea de que las relaciones en las que hay un vínculo salen bien, y no es así

Getty Images/iStockphoto

Ghosting, love bombing, hoovering… son términos muy de moda para acabar diciendo que la gente nos deja tirados sin más. ¿Nos estamos acostumbrando al maltrato?

Estos términos nos hacen gracia porque tienen un punto divertido, pero en realidad nos ayudan mucho a entender que es la forma de relacionarse de algunas personas que no quieren nada contigo, pero te tienen comiendo de su mano. Poner nombre a ese comportamiento te ayuda a ser un poco más fuerte para pasar página y no quedar atrapada en la obsesión.

¿Pero estos comportamientos son más frecuentes por las redes sociales o siempre han existido?

Ha ocurrido siempre, simplemente hemos puesto un nombre. Hace unas décadas, las relaciones funcionaban distinto: te casabas con la primera persona que conocías y ya está, hasta la muerte. La diferencia es que desde que te puedes separar, existe el flirteo.

Ahora que sabemos todo sobre las relaciones tóxicas, ¿cómo definirías una relación sana?

Es una relación en la que sentimos que podemos fluir de manera fácil, no hay que invertir grandes dosis de esfuerzo en hacer que funcione. Hay una buena comunicación con la otra persona y podemos expresar lo que necesitamos. Hay una amistad verdadera a nivel de confianza, valores y un proyecto en común. Y por supuesto, si se trata de una pareja, hay sexo para que seamos algo más que amigos.

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