El ritual danés que convierte la melancolía y la pereza de los domingos en el día más especial de la semana

BIENESTAR

A menudo, en lugar de ser un día de calma y tranquilidad, se transforma en un recordatorio del estrés y caos que se avecina

En Dinamarca, cuna de la filosofía hygge, dedicar un día del fin de semana a estar en casa es casi sagrado

Hygge

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En un mundo donde la rapidez y el estrés dominan nuestra rutina diaria, buscar momentos de paz y bienestar es más importante que nunca. En muchas ocasiones, asociamos los domingos con una sensación de melancolía o tristeza, un fenómeno conocido como la “depresión dominical”. Ese sentimiento surge al anticipar el comienzo de una nueva semana laboral o escolar, con todo lo que conlleva: estrés, rutina, responsabilidades… Es un día que, en lugar de ser un momento de descanso y disfrute, se convierte en un recordatorio de lo que está por venir. 

Hygge

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Alejarse un día del ruido social suena genial, sin embargo, en ocasiones la culpa se apodera de nosotros por creer que estamos desperdiciando el día. Es muy español tener vinculado el ocio y el descanso a la vida social, pero en Dinamarca, la cuna de la filosofía hygge, dedicar un día del fin de semana a estar en casa es un mantra. Lo explica Meik Wiking en su libro Hygge, la felicidad de las pequeñas cosas, donde define esta filosofía como una sensación de seguridad y protección en el hogar frente al mundo que nos rodea. 

El concepto hygge más allá de un simple estilo de vida, es una filosofía que invita a desacelerar y a encontrar felicidad en los pequeños placeres de la vida. Su esencia radica en crear un ambiente acogedor y disfrutar de la compañía, la sencillez y la serenidad. En redescubrir la belleza de lo cotidiano y establecer una conexión con el momento presente. 

Para lograrlo es esencial crear un entorno que nos brinde confort, rodeándonos de elementos que nos hagan sentir bien como pueden ser las velas, mantas y textiles acogedores, luces suaves, olor a limpio… Además, se enfoca en la simplicidad, poniendo en el foco la calma y la tranquilidad frente al caos y el ruido del día a día. Este entorno se convierte en un lugar ideal para leer, compartir una comida con amigos, ver una película o, simplemente, estar en silencio. 

Método Hygge

Para llevar a cabo el método hygge, existen varias técnicas que podemos aplicar en nuestro día a día. Primero, agradecer lo que tenemos, es algo vital para llevar a cabo este método, aprender a valorar lo que tenemos y lo que estamos viviendo para incrementar la sensación de bienestar. También es fundamental dedicar tiempo de calidad a estar con los demás: el hygge pone énfasis a la importancia de las relaciones con las personas y los gestos de cariño y cercanía. Por último, el hygge invita a ser más conscientes del ritmo de nuestra vida, buscando momentos para relajarnos y disfrutando de los detalles, algo tan necesario en una sociedad que empuja a la productividad. 

Metodo Hygge

Metodo Hygge

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El método hygge nos recuerda que la verdadera felicidad no se encuentra en lo que tenemos, sino en cómo vivimos y experimentamos los días. En un mundo en el que constantemente vamos con prisa, el hygge nos invita a desacelerar y a disfrutar del momento presente. Adoptar esta filosofía no significa renunciar a los planes ni a nuestras metas, sino entender que también hay momentos donde es necesario encontrar la calma y la gratitud. 

Al integrar el hygge en nuestras vidas, podemos encontrar una mayor sensación de bienestar, recordando que, la felicidad realmente reside en lo sencillo, lo cercano y lo auténtico. Si cambiamos el enfoque y aprovechamos el domingo para disfrutar de actividades relajantes, rodeadas de personas de nuestro entorno o hacer algo que nos haga sentir bien, podemos transformar ese día en uno de los más especiales de la semana, lleno de momentos que nos llenen de energía positiva. 

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