Hablar de felicidad puede sonar a un tema trillado, pero el doctor Enrique Rojas, conocido psiquiatra y divulgador, tiene una visión muy concreta: no se trata de perseguirla sin rumbo, sino de construirla con dos herramientas esenciales, la inteligencia y la afectividad. Según su análisis, estas son las piezas clave en la ecuación vital y alcanzar una vida satisfactoria.
La inteligencia, explica Rojas, es mucho más que conocimiento; es la habilidad de entender qué merece nuestra atención y qué no. Saber distinguir lo esencial de lo superfluo, tener claridad para analizar la realidad y conectar puntos que a simple vista parecen dispersos, es lo que permite tomar decisiones acertadas y avanzar en la vida.
Por otro lado, la afectividad, ese universo emocional tan amplio, aporta la conexión humana necesaria para dar sentido a todo. Dentro de este mundo, el doctor identifica cuatro grandes manifestaciones: sentimientos, emociones, pasiones y motivaciones. Aunque cada una tiene sus propias reglas, interactúan entre sí de forma inevitable, influyendo en nuestras decisiones y moldeando nuestra manera de ver el mundo.
Equilibrio perfecto
Hay que encontrar el punto medio
La verdadera clave, según Rojas, está en lograr que razón y emoción trabajen juntas en lugar de enfrentarse. Esa mezcla, bien equilibrada, permite encontrar armonía incluso en los momentos más caóticos. Lo importante no es solo sentir o pensar, sino saber combinar ambos aspectos para vivir de manera coherente y satisfactoria.
En su participación en Mentes Expertas, el doctor Rojas insistió en que esta ecuación vital no solo define nuestra estabilidad emocional, sino también nuestra capacidad para gestionar los desafíos de la vida. Para él, entender esta dinámica es el primer paso hacia una felicidad más auténtica y duradera.