La magia de la Navidad no está en los adornos ni en los regalos que hay en el árbol, sino en la posibilidad de detenerse y comenzar a valorar lo esencial. Marian Rojas lo describe como un momento para desprenderse de las tensiones acumuladas y redescubrir el propósito que muchas veces se olvidan entre las obligaciones diarias.
Según Rojas, esta época tiene el poder de transformar las perspectivas si se viven con intención. “La verdadera felicidad no depende de lo que poseemos, sino de la calidad de nuestras relaciones y de la paz que llevamos dentro”, comenta la psicóloga. Su planteamiento busca alejarse del perfeccionismo y las expectativas externas para centrarse en aquello que realmente llena el corazón.
Renovación personal
Un ejercicio para cerrar ciclos y mirar al futuro
La especialista destaca el valor del perdón como un regalo que nos hacemos a nosotros mismos. Soltar las culpas del pasado y dejar ir las tensiones no resueltas es fundamental para entrar en el nuevo año con una carga emocional más ligera. “El perdón no borra lo sucedido, pero nos libera del peso de cargar con ello”, explica, subrayando que este acto personal también puede influir en las relaciones con los demás.
Otro de los elementos clave que menciona es la gratitud. En un mundo lleno de estímulos y constantes demandas, detenerse a valorar lo que ya se tiene puede ser un acto revolucionario. Rojas anima a encontrar momentos de calma para reflexionar sobre lo positivo que se ha vivido a lo largo del año, incluso en medio de las adversidades. Este ejercicio, asegura, ayuda a fortalecer la resiliencia y a afrontar los problemas con una actitud más constructiva.
Pero no solo se trata de introspección. Rojas invita a traducir estas reflexiones en acciones que fomenten la conexión con los demás. Una palabra amable, un gesto desinteresado o simplemente escuchar a alguien con atención pueden convertirse en los regalos más valiosos de esta Navidad. “A veces, lo que necesita una persona es sentirse vista y valorada, algo que no cuesta nada pero que significa mucho”, afirma.
En última instancia, la Navidad es para Marian Rojas una oportunidad de transformación. La experta anima a aprovechar este momento para replantear las prioridades y construir una vida más alineada con lo que realmente se desea. Porque, como bien señala, no se trata de acumular experiencias perfectas, sino de vivir con propósito, empezando por pequeños cambios que marquen una gran diferencia en el nuevo año que comienza.