Las mujeres asiáticas tienen la piel más envidiada. Su rostro sin imperfecciones y muy luminoso es el más deseado por muchas chicas que quieren lucir así de perfectas, sin manchas y con las arrugas perfectamente difuminadas. El secreto de las japonesas es el layering, una rutina de cuidado de la piel que muchas pueden empezar a usar de forma sencilla y con los productos que mejor se adapten a sus necesidades.
“El layering es una técnica de cuidado facial inspirada en la rutina japonesa que consiste en aplicar los productos en capas específicas, maximizando su absorción y efectividad. A diferencia de rutinas occidentales minimalistas, el layering enfatiza la aplicación ordenada de fórmulas ligeras que trabajan en sinergia para hidratar, proteger y rejuvenecer la piel. No es sinónimo de rutina larga, sino de una aplicación estratégica y ordenada de los productos para aprovechar al máximo sus beneficios”, señalan Marta Barrero y Elena Ramos, farmacéuticas y expertas en dermocosmética.

El layering se debe adaptar a las necesidades de cada una
La clave de esta rutina está en entender precisamente qué ingredientes necesita la piel y potenciar los efectos con el objetivo de presumir de un rostro mucho más hidratado, que esté protegido del antienvejecimiento prematura y con esa luminosidad que aporta el efecto buena cara al instante.
“Las mujeres japonesas son reconocidas por su piel impecable, luminosa y sin signos prematuros de envejecimiento. Si buscas esa piel, el secreto está en hidratar, tratar y proteger con constancia. La protección solar debe ser extrema, utilizar SPF a diario, incluso en días nublados. Además, sus rutinas tienen una hidratación intensa, la piel sana es una piel bien hidratada”, apuntan las directoras de The Secret Lab.
La protección solar debe ser extrema, utilizar SPF a diario, incluso en días nublados"
Una de las características del layering es que tiene una decena de pasos que las japonesas siguen al milímetro, pero las profesionales afirman que tantos productos no es necesario. ”El layering se adapta a cualquier estilo de vida y no significa usar 10 pasos obligatoriamente. Puedes personalizarlo según tu tipo de piel y necesidades", apuntan.
El paso a paso del layeringRutina de mañana
1Limpieza: Si usas maquillaje o protector solar debes usar primero un aceite limpiador o agua micelar y, posteriormente, lavar el rostro con un gel o espuma limpiadora.
2Tónico: hidrata y prepara la piel para la aplicación de los siguientes productos.
3Esencia (opcional pero muy recomendable): es el paso estrella del método japonés y proporciona una hidratación extra.
4Sérum: se debe adaptar a las necesidades de la piel.
5Contorno de ojos: hidrata la zona y ayuda a prevenir líneas de expresión y bolsas.
6Crema Hidratante: sella la hidratación y mantiene la piel jugosa.
7Protector solar: se debe usar sí o sí.
Rutina de noche
1Doble limpieza: un paso obligatorio en la rutina japonesa. Primero, un aceite limpiador para eliminar el maquillaje y el SPF, seguido de un gel o espuma limpiadora para eliminar residuos.
2Tónico o exfoliante suave (2-3 veces por semana): los ácidos AHA o BHA ayudan a renovar la piel y mejorar la textura.
3Esencia o sérum nocturno: se recomiendan ingredientes como el retinol, niacinamida o ácido hialurónico.
4Mascarilla (1-2 veces por semana): aportan un extra de hidratación y tratamiento.
5Crema o sleeping mask: un extra de nutrición para regenerar la piel mientras duermes.
Para que esta rutina sea un éxito, las expertas aconsejan seguir el “menos es más” y aplicar una fina capa de cada producto para evitar la saturación de la piel, siempre teniendo en cuenta la necesidad de cada una y el tipo de piel que tenga, puesto que las que tienen la piel grasa deben evitar muchas capas.

Gel limpiador Cherry Dub de Fenty Skin (30 euros), tónico Hydrating Milky Toner de Byoma (14,99 euros); esencia Multi-Active de The Ordinary (16 euros); sérum Watermelon Glow Niacinamide Drops de Glow Recipe (34,99 euros); Multi Correxion ® Revive + Glow de RoC (29,90 euros); crema Ultra Facial Cream de Kiehl’s (23 euros)
“Respeta los tiempos de absorción. Espera unos segundos entre capas para que el producto se absorba mejor. Aplica a toquecitos, no frotes”, apuntan.