Antes de tener un máster obligado en maskné y mascarillas quirúrgicas, de tela, FFP2 o similares, hablar de mascarillas era sinónimo de placer y dedicar algo de tiempo y cuidados extras a la piel. Era ese momento de domingo tarde en el que se aparcaban las prisas para mimarnos un poco e invertir 15-20 minutos en ir más allá de la rutina cosmética diaria y prestar atención a las exigencias de la piel.
Con la llegada de la cosmética coreana, famosa entre otras cosas por unas mascarillas divertidas en diseño, concepto y color que arrasaron en las redes sin distinción de sexo, su uso se ha popularizado a todas las edades. Han ampliado funciones, diversificado objetivos y multiplicado texturas y formatos. Se han apuntado a modas como el multimasking, que combina el uso de diferentes tipos al mismo tiempo, y ahora ofrecen propuestas de la cabeza a los pies. Las capilares, un clásico que recomiendan todos los peluqueros y expertos, se han reinventado en formato gorro para replicar el efecto de envolverlas con una toalla caliente y potenciar su eficacia.
Efecto inmediato
Han ampliado funciones, diversificado objetivos y multiplicado texturas y formatos, incluso hay las que se combinan entre ellas
De lujo (con oro de 24 K), pensadas para zonas específicas como el cuello, los labios o los glúteos, en colores resultones para conseguir más likes con la foto… Elegirlas bien es pensar en que la fórmula consiga el resultado buscado, pero también cuenta el gusto propio y la sensorialidad. ¿En crema o en stick? ¿Peel off o velo? ¿Magnética o líquida? ¿De carbón o arcilla? ¿Lifting o detox? Hay un sinfín de alternativas para enfocarse a necesidades concretas. Y algo que fideliza mucho su uso: usarlas es amarlas porque, además de invitar a hacer un paréntesis de relax, los resultados se notan de inmediato. Y eso suma puntos cuando la paciencia es un bien escaso, incluso a la hora de dejar que las cremas hagan su trabajo.
Precious Gold Vitality Mask, de Clé de Peau Beauté, 296 euros.
De oro. Un chute de energía y puro lujo para revitalizar la piel. Borra signos de fatiga, hidrata y mejora su firmeza. Con extracto de gardenia y una infusión patentada de oro de 24 K. Se aplica con pincel.
Inhibit tensolift Neck Mask, de Natura Bissé, 20 euros
Para cuello y escote. Ayuda extra para dos grandes olvidados de la rutina diaria. De efecto lifting y relleno, es ideal como tratamiento flash antes de un momento especial. Difumina arrugas, tensa y suaviza. .
Mask treatment, de Glam Glow, 37,99 euros. En Sephora
Multimasking. Un cofre con distintas mascarillas (détox, iluminadora, reafirmante, antiedad…) para que no quede ninguna necesidad sin remedio.
Croma, 4 u. 75 euros
Líquida. Mascarilla facial con 1,8% de hialurónico puro
Lip Sleeping Mask, de Laneige, 21, 99 euros. En Sephora
Para los labios. Esta mascarilla de uso nocturno es un auténtico best-seller entre las entendidas. Los deja como nuevos, sin grietas ni pieles sueltas, y es untosa, pero no pegajosa.
Cuidado extra para manos extra secas, de Neutrogena, 4,25 euros
De manos. En formato guante, impregnados de una loción hidratante y reparadora para superar la sobredosis de gel hidroalcohólico.
Bumbum mask, de Lovbod, 13,95 euros. En Miin Cosmetics
De glúteos. Reafirma y mejora la piel de naranja para que no se noten tanto las muchas horas que pasamos sentados.
Champú mascarilla 2 en 1 a la ortiga bio, de Klorane. 8 sobres, 19,65 euros
Monodosis para el pelo. Con una novedosa textura en polvo. Pensada para cabellos grasos, lava, purifica y permite espaciar lavados al reducir el exceso de sebo. Fórmula vegana
Herbal Essences, 4,99 euros
En formato gorro. Con aceite de Argán